21 de nov. 2016

xerrada debat amb Miguel Pajares, 3

“—Yo vine a España de una forma parecida a como intentaban hacerlo Mamadou y Adama. También atravesé el desierto; también vi morir a dos compañeros del grupo que iniciamos juntos el trayecto; también salté la valla de Melilla... Eso fue en el 2005. Por suerte, fue un poco antes de que pusieran las concertinas, esas cuchillas que dejan unos cortes que... Mis recuerdos son terribles, y necesité mucho tiempo para borrarlos de mi memoria, o al menos borrarlos lo suficiente como para poder dormir por las noches. Y ahora todo aquello ha vuelto...
Hizo una nueva pausa, pero su gesto indicaba que iba a seguir hablando y los policías no lo interrumpieron.
—Además, está lo de Farid... Yo no tengo hijos, pero me impresionó mucho lo que le hicieron al hijo de Hammed Benali. Desde que lo vi muerto en el Instituto de Medicina Legal, con la cara tan deformada, no he dejado de pensar en la crueldad que conlleva hacer algo así. Es como si... —Ibra hablaba con la vista perdida en el fondo del bar—, como si el diablo hubiera poseído al autor de ese crimen. Intento entender el camino que sigue una persona para llegar a hacer algo tan maligno.
—Sí, todos quedamos muy afectados por ese asesinato —dijo Eulalia.
—Me he pasado años tratando de ver la vida con algo de optimismo. Cuando entré en España, en el 2005, hacía dos años que me había despedido de mi familia. Dos años fue lo que duró mi travesía migratoria. En ese tiempo sufrí todos los golpes que un ser humano pude sufrir en sus carnes y su cerebro, pero podía soportarlo todo porque al final del viaje me esperaba el paraíso. Lo peor viene cuando estás en España y ves que esto, de paraíso, no tiene nada. Y yo vine cuando había trabajo; los que han venido en los últimos años y lo único que pueden hacer es recoger chatarra o cosas parecidas llegan incluso a perder la razón. Se dan cuenta de que han pasado por cosas espantosas y lo que han logrado al final del viaje es estar peor que en su país y, encima, no poder cumplir con su obligación de enviar dinero a la familia. Si no envías dinero te sientes un fracasado y además pierdes la estima de tu familia, porque ellos no alcanzan a comprender que alguien que está en Europa no pueda enviar dinero. ¿Sabéis a cuántos inmigrantes africanos atienden los psicólogos y psiquiatras después de que lleven un tiempo en España?
Cogió un calamar con el tenedor y pareció que iba a llevárselo a la boca, pero volvió a dejarlo en el plato.
—Yo he pasado aquí por etapas muy variadas. A veces me he implicado mucho ayudando a mis compatriotas, pero otras he necesitado alejarme de ellos para no sufrir una depresión. Eso es lo que necesito ahora.
—Está claro, Ibra —dijo Samuel—, no te preocupes. Hablaré con la jueza y creo que podrá librarte de asistir a más reuniones.
Ibra asintió moviendo la cabeza y volvió a juguetear con los calamares, deslizándolos con el tenedor.
—Conseguí la regularización en el 2009 —continuó el africano, pese a que unos segundos antes parecía que no quería seguir con esta conversación—. Los ansiados papeles que te permiten volver a considerarte un ser humano. Pero llegaron tarde. —Los ojos de Ibra se habían humedecido—. No es fácil volver a sentirte persona cuando...
Él se calló y los policías tampoco dijeron nada, como si se hallaran inmersos en un acto de duelo en el que es obligado guardar silencio.
—Cuatro años estuve viviendo en España en situación irregular. Llegué a creer que los estudios que había hecho en Senegal jamás me servirían para nada. Durante esos cuatro años fui peón agrícola, friegaplatos, peón de la construcción..., cobrando a veces tres euros la hora, sufriendo el racismo de algunos encargados... Después me dieron los papeles, pero pude comprobar que mi situación laboral no mejoraba mucho: la crisis había llegado y los trabajos que me daban eran pocos y sin contrato, como cuando no tenía papeles. Eso desanima mucho. Al entrar en el consultorio psicológico mi situación laboral mejoró, pero había cosas difíciles de olvidar.”


Miguel Pajares
Aguas de venganza
Alrevés, Barcelona 2016
pág: 220-222


El proper dimarts 22 de novembre, a les 19 hores i a l’aula 22 de l’Ateneu de Cerdanyola del Vallès, Miguel Pajares, Doctor en Antropologia Social, investigador del Grup de Recerca sobre Exclusió i Control Social de la Universitat de Barcelona i president de la Comissió Catalana d'Ajuda al Refugiat, ens parlarà de la seva última novel·la “Aguas de venganza”, en una xerrada debat on parlarem de fronteres, exclusions i divisions


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