Salmón gravlax o a la escandinava
El vocablo gravlax procede del sueco y significa enterrado, esta palabra está relacionada con la forma de preparar el salmón que antiguamente tenían los suecos. En el medievo este pescado lo elaboraban enterrándolo bajo tierra y añadiéndole eneldo, enebro y una marinada con sal y otros ingredientes, lo envolvían en pieles de animal y lo dejaban hasta que el pescado fermentaba.
Ingredientes para seis personas:
Salmón fresco sin espinas 1 kg
Sal 250 g
Azúcar 250 g
Eneldo fresco al gusto
Pimienta 3 g
Clavos 2
Bayas de enebro 3
Vodka , 2 cucharadas
Zumo de limón 15 ml
Elaboración:
Adquirir un filete de salmón sin su espina, pero con la piel intacta (solicitar al pescadero que le quite las espinas). Por precaución y para evitar problemas parasitarios congelaremos durante 48 horas el filete limpio.
En un bol mezclamos la sal y el azúcar y añadimos las bayas, la pimienta, los clavos y el eneldo picado. En una bandeja donde nos quepa el salmón extendido ponemos un film en la base y extendemos la mitad de la marinada, colocamos el filete descongelado y limpio con la piel hacia abajo y repartimos el resto de la marinada. Por último, añadimos por encima de la sal y el azúcar, el vodka mezclado con el zumo de limón.
Envolvemos todo con film transparente de cocina, y le ponemos otra bandeja encima haciendo de peso ligero. Marinamos de esta manera el salmón durante 48 horas en el frigorífico, dándole una vez la vuelta y vaciándole el líquido que haya soltado a las 24 horas. Una vez pasadas las 48 horas, lavamos la pieza con agua, lo secamos bien con papel absorbente y lo cortamos en lonchas finas al gusto.
El salmón gravlax se acompaña con pan y mantequilla, en bagels con queso crema y lechuga o para cualquier otro canapé frío que apetezca. Se puede conservar en frigorífico durante un máximo de 15 días.
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