11 de març 2007

Una reflexión

Monumento a las victimas del 11-M
Las imágenes que muestran los instantes siguientes a la inauguración del monumento a las victimas del atentado del 11-M frente a la estación de Atocha, me han causado, en primer lugar, estupor y después una incontenible rabia, impotencia y dolor; un profundo dolor por el espectáculo al que estoy asistiendo.

En el teatro de las mentiras, la utilización interesada de la realidad y la manipulación desvergonzada del dolor ajeno en que se ha convertido, hoy por hoy, el abc de la actuación cotidiana de algunas fuerzas políticas; se van abriendo paso, desde el fondo del escenario, unas figuras que creíamos arrinconadas y olvidadas. La insensatez de algunos está dando voz y protagonismo a los excluyentes, a los intolerantes a los verdugos de siempre
Mientras tanto las victimas de tanta insensatez lloran el dolor pasado y el por venir. Todos lloramos.

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