31 de maig 2021

lectura del mes, 2

 


"Dejar que se ahogue gente en el Mediterráneo no está muy lejos de Auschwitz"

por Leticia Blanco

El Mundo, 10/09/2018

 

“La escritora alemana Jenny Erpenbeck publica Yo voy, tú vas, él va, sobre un profesor jubilado que decide ayudar a un grupo de refugiados en Berlín. Richard es un profesor universitario que acaba de jubilarse y, de repente, tiene tiempo libre. Vive a las afueras de Berlín, en una casa frente a un lago en el que el pasado verano se ahogó un hombre. Todavía no han sacado el cadáver de las profundidades así que, un poco por terror, un poco por respeto, nadie ha vuelto a nadar allí desde entonces. Un día Richard tropieza con un campamento de refugiados que se ha instalado en la Oranienplatz de Kreuzberg. Se interesa por los que duermen bajo las tiendas y se propone conocer su historia, implicarse. Así que se acerca a las asambleas que organizan, redacta una lista de preguntas para descubrir su pasado y se deja caer por las clases donde aprenden el alemán y sus caprichosas declinaciones. Así conocerá la historia de chicos como Awad, un mecánico de coches que huyó de Libia durante la revuelta contra Gadafi después de que asesinaran a parte de su familia. Él y otros refugiados huyen de la violencia extrema. Tras cruzar el Mediterráneo en penosas condiciones y pasar meses en un campo de refugiados en Sicilia, ahora buscan un lugar en el que empezar una nueva vida: Berlín. A medida que estrecha relación con ellos, Richard, un catedrático emérito acostumbrado a citar a Dante y Hölderlin, descubrirá su propia ignorancia (es incapaz de ubicar en el mapa a Ghana y no sabe cuál es la capital de Níger) y se irá involucrando cada vez más en las vidas de un grupo de jóvenes africanos a los que al principio, poco familiarizado con sus nombres, bautiza como héroes mitológicos como Apolo o Hermes.

Así arranca Yo voy, tú vas, él va , puede que la primera novela sobre la crisis de los refugiados que azota Europa. La alemana Jenny Erpenbeck empezó a escribirla en 2013, cuando «a los inmigrantes los veías si querías». «Luego, cuando la crisis se agravó en el verano de 2015, los veías aunque no quisieras. Fue entonces cuando salió publicada», recuerda. La escritora buscó un grupo de refugiados y, como Richard en la novela, se zambulló en su vida cotidiana. «Los acompañaba en sus visitas al abogado, las casas de acogida, las manifestaciones...». Hoy sigue en contacto con ellos («no se esfumaron con la publicación de la novela») y forman parte de su «familia», dice. Erpenbeck decidió escribir la novela no sólo para visibilizar el mayor problema humanitario de Europa, también porque quería recoger «sus voces, que son un tesoro» y no dejar que el viento y las olas del mar se llevaran para siempre los testimonios de individuos que, en muchos casos, «han atravesado de manera involuntaria experiencias tan duras y trascendentes que tienen algo de filosófico». Si para algo está la literatura, opina, es precisamente para eso, para darles voz. En la novela se entrecruzan los testimonios de los refugiados, la inexpugnable burocracia y las reflexiones de Richard, que algunas veces también se siente como un ciudadano de segunda por haber crecido en el Este. No sólo porque su pensión es menor que la de un profesor del Oeste, sino porque «se siente extranjero en la Alemania reunificada y sufre la inseguridad de haber tenido que reeducarse en un país nuevo del que desconoce las reglas», afirma la autora. Ella también nació en el Berlín Este, en 1967, y cuenta que, al empezar a escribir, decidió que Richard sería del Este porque allí «la utopía de la igualdad» existió en algún momento. También cree que el hecho de que Angela Merkel creciera en la Alemania comunista, «donde aprendió lo que es la solidaridad», y que su padre fuera un pastor luterano tiene mucho que ver en su posición frente a los refugiados, pese a las enormes presiones que recibe para limitar el número de acogidos por parte de la ultraderecha y de su propio partido, que para más inri, «se hace llamar democristiano». Hay una frase en Yo voy, tú vas, él va que dice así: «Seguro que los africanos ni siquiera sabían quién era Hitler, pero, solo si ahora sobrevivían en Alemania, Hitler habría perdido de verdad la guerra». Para Erpenbeck, que muchos países europeos estén discutiendo la posibilidad de dejar que los inmigrantes se ahoguen en el mar «es la misma idea que nos llevó a Auschwitz», afirma. «La frase que oímos todo el rato, “Es que no pueden venir todos”, es absurda y sólo es una excusa para que miles de personas se ahoguen. No tenemos derecho a decidir quién viene o quién se puede quedar. Y como europeos, no podemos dejar solos a España, Italia y Grecia».

Erpenbeck alerta de otro peligro: ese limbo de espera al que se ven condenados los refugiados, que muchas veces pasan siete años malviviendo sin saber si podrán quedarse en el país de acogida o no. En Austria, por ejemplo, mientras esperan a que se resuelva su solicitud de residencia tienen prohibido trabajar o formarse, algo que impide cualquier atisbo de integración y que solo genera frustración. «Siempre se dice que la economía acaba dictándolo todo y no es cierto. Nos faltan panaderos, fontaneros y otros empleos de formación técnica, pero a los gobiernos sólo les interesa aceptar a los inmigrantes que ya están formados», lamenta. La espera sólo puede traer problemas, alerta la alemana. «Todos sabemos cómo nos ponemos cuando nos toca esperar más de lo habitual en una tienda o una oficina...sólo hay que imaginarse cómo debe sentirse toda esa gente que está ansiosa por empezar una nueva vida y no puede. Quieren formar una familia, tener un trabajo, en ocasiones reciben presiones para enviar dinero a África... en ese día a día de espera desesperada sin estructura familiar, muchas veces el único sitio donde los quieren es en las mezquitas, y todos sabemos que hay mezquitas buenas y mezquitas malas. No hay que postergar los problemas. La espera no trae nada bueno», añade. Esa condena a estar paralizados impide a los refugiados soltar lastre, cicatrizar heridas y superar el pasado. La imposibilidad de hacer planes de futuro les condena a un presente indefinido cargado de amargura. La novela, que ganó el premio Strega Europeo de 2017, aborda la tragedia de los refugiados sin caer en el sentimentalismo -de hecho, el estilo de Erpenbeck es bastante austero, salpicado de algún fogonazo lírico- . Y no sólo va sobre el drama de los refugiados que llegan a Europa en busca de un hogar. También es un libro sobre cómo encarar la vida tras la jubilación, la empatía, cómo implicarse con el otro y, tal y como dice la editora de Anagrama Silvia Sesé, «como vivir una vida que valga la pena».


30 de maig 2021

lectura del mes, 1

 



“Yo voy, tú vas, él va”, el muro que nunca cayó

por Mercedes Monmany

ABC, 07/09/2018

“Una de las mejores autoras en lengua alemana actuales, Jenny Erpenbeck (Berlín, 1967), con tres novelas publicadas y dos libros de cuentos, se ha dedicado sobre todo al teatro, llevando a cabo numerosas producciones operísticas y trabajando con grandes autores como Heiner Müller. Nieta de una conocida escritora y periodista, Hedda Zinner, fundadora de cabarets en los años 30 del siglo pasado,  Erpenbeck creció en la República Democrática Alemana.  Galardonada con numerosos premios, entre ellos el Strega Europeo de 2017, su nueva novela, Yo voy, tú vas, él va, fue nominada para el Man Booker Internacional de este año. Avalada de forma unánime por la crítica tanto anglosajona como alemana, la suya se trata de una excelente y casi se podría decir que muy necesaria obra. Una novela que toca uno de los principales temas y encrucijadas morales -por no decir el principal- de nuestros días. Una catástrofe humanitaria que muchos aún no quieren asumir. Se trata de la llegada -desde Ghana, Níger, Libia...- imparable, desesperada, de miles de emigrantes y refugiados a una Europa bloqueada tanto físicamente, en cuanto a sus fronteras, como mentalmente.

Un drama que desde los comienzos de la humanidad jamás se ha interrumpido, como se nos recuerda sin cesar en esta novela protagonizada por un antiguo profesor de literaturas clásicas. Paradójicamente, se trata de un tema que ha dejado hasta el momento escasos rastros literarios -mencionables por su calidad- aparte de una gran profusión de estudios y artículos de carácter sociológico y político. Si el recurso a provocar emociones y reflexiones viscerales, en el caso de Houellebecq y su libro Sumisión, apuntaba sobre todo a la paranoia y el pánico, en el caso de la excelente, precisa, a ratos poética, documentada y nada manipuladora prosa y tapiz de historias encadenadas con numerosos protagonistas en cada una de ellas de Erpenbeck, apunta a la responsabilidad y la conciencia.

En ningún momento se banaliza ni se amañan artísticamente supuestas y fáciles conclusiones. Por el contrario, el tema central de la migración de seres humanos en nuestra época va tomando cuerpo vigorosamente, desde numerosas perspectivas, incluso la de lecturas de clásicos, conforme avanza el relato. Un relato que adquiere el tono emocionante de un bildungsroma, la novela de aprendizaje de un personaje cuyo crecimiento corre paralelo a las acciones que se narran.

Lo que aborda en esta nada usual novela es la capacidad de apertura al conocimiento y a la comprensión. La posibilidad de adquisición de nuevas perspectivas e ideas sobre la realidad conocida. Actitudes morales y éticas responsables, se trate de la edad que se trate. Como se apunta en la obra: «La comprensión no es un camino, más bien un estado».”


29 de maig 2021

exposició col•lectiva VL: desllegir i 6

 


Grandes cosas....


                                dichas con pocas palabras.

CONCHI


LES DONES DIEM PROU!!!!!!

PILAR DE DIEGO

Humanidad:

cambiad un ápice

                            las cosas que nos pasan


EMI


Palabras....

                para decir,

                                    para escuchar.


AMALIA


Petits.......

                moments

                                instants

                                                detalls

que formen vida.


CRIS SELVA


28 de maig 2021

exposició col•lectiva VL: desllegir 5

 


Miedo,

Inseguridad,

alegría,

tristeza.

Hoy soy yo el que decide vivir sin más...

el bosque, la lluvia, los pájaros

invitan a …

caminar

CARLOS UTRERA

 

ROSADA

Cada dia,

Si em llevo d’hora,

la nit porta lectures

unes línies de rosada.

Si em llevo tard,

el sol me les pren,

foses amb la seva escalfor.

Per això, gaudeixo de la lectura

de bon mati

amb una tassa de cafè

PACO MARTINEZ

IMAGINEU!!!!

Que podeu emplenar el carro

amb lectures:

matí o tarda

compreu la vostra ració

de lectures diàries i les anem posa’n amb

el pa

l’enciam

les fruites

i tota la resta de productes

necessaris

per la nostra supervivència.

PACO MARTINEZ

A mi vida

le urge amarte,

es que hace mucha vida que te estoy esperando….

¡¡¡ Apúrate, amor!!!!!

Mª IGNACIA PAVÓN

 

  

Podeu visitar la exposició: VESPRES LITERARIS EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1),  del 3 al 28 de juny.


27 de maig 2021

exposició col•lectiva VL: desllegir 4

 


M’atrau allò que es troba

més enllà....

Desig de travessar fronteres,

d’escodrinyar el que esta més enllà...................................................

La trobada ensenya humilitat

la gran lliçó

 

EVA

 

La poesia és una eina

de coneixement

Des de la més intima

fins la col·lectiva

És la millor

manera d’enfrontar-se

a un mateix,

amb tot el que això comporta

en cada moment de la vida.

EVA

 

Si no sales del bosque

jamás ocurrirá nada

….

… y tú vida jamás empezará.

MABEL GIULANO

 

ESTADO DE ALARMA

                                               pérdida de derechos

PANDEMIA

                                               libertad

COVID 19

 

JUAN MESA

 

Podeu visitar la exposició: VESPRES LITERARIS EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1),  del 3 al 28 de juny.


26 de maig 2021

exposició col•lectiva VL: desllegir 3

 


Des de la finestra …

primavera enmarcada

 

JUANI TORIO

 

Las palabras se divierten,

se combinan a su antojo

sin pudor, mesura ni temor.

De una historia...

hacen mil.

De mil

una tan solo.

MARI CRUZ ACEVO

 

En momentos de desafíos inabordables

¡párate!

Observa tú alrededor

y...¡disfrútalo!!!!!

LOLES

 

Toda cultura

tiene palabras

para transmitir conocimientos…,

emociones.

La cultura es

atemporal

y no conoce fronteras

LOLES

 

Podeu visitar la exposició: VESPRES LITERARIS EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1),  del 3 al 28 de juny.


25 de maig 2021

exposició col•lectiva VL: desllegir 2

 


La semilla de la lectura

Mortimer Adler, un antiguo profesor de la Universidad de Chicago, escribió el “Arte de leer un libro”; tras su publicación, I. A. Richards, profesor y crítico de la Universidad de Harvard, publicó  “Arte de leer una página”. Angostando el tema, se podría pasar a un tratado que se titulara “Arte de leer un renglón”, para rematar con un “Arte de leer una palabra”, porque cuán emocionante sería indagar, por ejemplo, sobre la voz amor y sus variantes, ya sutiles, ya abismales, según las hubiera escrito un Ovidio, un Dante, un Bocaccio, un San Juan de la Cruz, un Racine, un Byron, un Kierkegaard, un Bertrand Russell o un Pedro Salinas.

Los sonidos,  fonemas y morfemas que conforman una lengua son la argamasa que suelda ideas, pensamientos, sueños; les da forma y el perfil deseado para ser transmitido, comunicado, tal como una flor que, al amanecer, abre sus pétalos  a un nuevo día, esparciendo la fragancia de su néctar.

Las palabras son la simiente de nuestra flor: Vespres Literaris.

ANDRÉS

 

Com veiem el món?

                              Com veiem als demés i a nosaltres mateixos?

Podem aprendre a mirar ?

                                     Podem ampliar l’horitzó de la nostra mirada ?

 

LA MIRADA ATENTA ÉS L’AUTÈNTICA ESSENCIA DEL RESPECTE

ROSER

 

Som el que hem llegit

Llegir es veure, escoltar, viure infinitat de mons, històries, personatges…

                               creant un mon ideal

que ens acompanya

      tota la vida,

com un amic fidel.

           Només cal recordar un tret

per tenir-lo a prop

                                                                                               una vegada més.

MONTSE PRIM

 

23 d’abril 2020

 

                                                                    flors....espines

JUANI TORIO


Podeu visitar la exposició: VESPRES LITERARIS EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1),  del 3 al 28 de juny.

24 de maig 2021

exposició col·lectiva VL: desllegir 1

 


Un món d'il·lisions,

                  escull, obre i gaudeix

de l'aventura

                  viu-la,

tot és posible!!!!!

JOAN FRANCESC


No me he alejado de "El Patriarca"....

                            no sé

a mi me llegó

                                    hasta la última célula

del alma...

quizás, por eso.

                        la he elegido!!!

AMIRA


Acaso nuestro cerebro

                                    sea como un rodillo,

amasa palabras

                para...

transmitir pensamientos.

GUSTAVO ARIAS


DOLOR, DOLOR..... 

                                    por lo que sucede en las

residencias.

                perder formas, márgenes, orden ...

GRITOS,...GRITOS

denunciar la injusta situación.

CARMEN ROMEO


Podeu visitar la exposició: VESPRES LITERARIS EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1),  del 3 al 28 de juny.

21 de maig 2021

exposició col·lectiva VL: les paraules de la Mar Arza

 


Transcrivim les paraules que Mar Arza ens ha enviat amb motiu de la nostra exposició col·lectiva inspirada en la seva obra:

 

“Tan important és llegir com desllegir

 

Encara que la paraula desllegir

no es troba al diccionari, o si més no, no encara.

 

És una paraula que brota d'orígens més aviat fabuladors,

i des de llavors, el seu és un breu recorregut, qui sap si durador.

 

Llegir és com arribar a ser tu i jo alhora, a l'uníson,

també a l'equívoc del verb que destrama paraules

com si fossin fites que singularitzen el camí,

i el fan un reguitzell precís.

 

Tan precís en puntuacions, com en respiracions,

que ens ajuden a singularitzar la distància que ens queda per recórrer.

 

Llegir també podria ser com nedar.

Nedar en un riu continu de textos que ens abrigallen i ens arrosseguen,

a voltes fins i tot ens afoguen.

Però en tot cas, fan més comprensible aquest món,

construeixen relacions i percepcions.

Construeixen cultures i civilitzacions senceres.

 

Però, llavors, llegir és ja un verb autònom en la seva funció d'abric.

Sí, però potser el que es vol és nuar la paraula.

Treure-li l'embolcall i arribar a contemplar la seva nuesa...

 

Llavors, necessitem un altre verb.

Aventurem la necessitat del verb desllegir en els nostres vocabularis,

com una manera de perllongar la lectura i el seu efecte de poció.

 

Aquest és un verb que podria evocar, bastant adequadament,

el procés pel qual ens apropiem d'un text després de llegir-lo,

i com aquest queda contingut i assimilat al cos.

 

 

Podria descriure el procés pel qual dissolem

el que és sòlid i significatiu de la lectura,

en un mitjà gairebé tan líquid i inaprehensible com és el pensament.

 

Desllegir podria arribar a ser una forma reactiva de lectura

d'aquelles substàncies íntimes allotjades a les paraules,

perquè una vegada embeguda la raó d'un text,

permetem que ens transformi,

que deixi un pòsit, un fons diluït en intuïcions.

 

Per manera que en acudir a fonts escrites, llegim els textos,

els bevem, els absorbim,

i en desllegir-los, queden allotjats a les entranyes,

mentre transformen i afecten tant la mirada

com la posició que ocupem en el món.

 

El verb desllegir implicaria incorporar la poètica de

les paraules al nostre entramat biològic de vísceres i sentiments,

en el sentir més ampli de la paraula

 

Mar Arza

Maig, 2021

 

Podeu visitar la exposició: VESPRES LITERARIS EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1),  del 3 al 28 de juny.


19 de maig 2021

exposició col·lectiva VL: presentació

 

MAR ARZA és una artista que a partir de fragments de llibres i textos de naturalesa diversa, els manipula per crear, a partir d’ells, nous significats conceptuals, poètics i plàstics.





 

Intervé i altera pàgines i lletres de llibres de vell, retalla, empelta paraules,...utilitza la paraula, el text i el llenguatge com a matèria primera i com a element al voltant del qual plantejar reflexions.




 

La seva mirada creadora i capacitat de transformació ens va inspirar a reflexionar i crear en la primavera del confinament unes “lectures transversals del temps present”, el pandèmic.





 

Hi ha paraules que inventen mons i nosaltres vam inventar-ne un EN EL SENTIT MÉS AMPLI DE LA PARAULA

 

Esperem gaudiu de la nostra exposició.

 

 

Podeu visitar-la a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1) del 3 al 28 de juny.

 

 


17 de maig 2021

exposició col·lectiva VL

 



“Sóc, en bona part, la mateixa prosa que escric. Em desenvolupo en períodes i paràgrafs, em faig puntualitzacions, i, en la distribució desencadenada de les imatges, em vesteixo, com els infants, de rei amb paper de diari, o, en la manera com faig ritme d’una sèrie de paraules, em corono, com els boigs, de flors seques que continuen vives en els meus somnis.”

Llibre del desassossec

Fernando Pessoa

 

El catorze de març de 2020 tota rutina, projecte, trobada o activitat programada va quedar suspesa, ajornada, indeterminada per la incertesa que impregnava les quatre parets, qui gaudia d'elles, on, necessàriament, contemplaríem el món des de aquell moment.

Per a nosaltres, on l'acció en comú ens defineix, aquest encapsulament individual, aquesta singularitat forçada, plurals com som, ens va sumir, al principi, en una profunda perplexitat.

Vam haver d'aprendre a mirar-nos a distància, perseguint a les pantalles el gest, la picada d'ullet còmplice, ¡tasca molt difícil !, però vam seguir endavant, bescanviant les abraçades infructuoses per idees i nous projectes.

Un d'aquests ens va arribar de la mà de la nostra companya Eva Torralba, inspirada, a la vegada,  per l'obra de l'artista Mar Arza.

El projecte proposat per l’Eva va ser rebut amb entusiasme pel grup, cristal·litzant en unes desenes de treballs on paraula i objectes, creats en la solitud de les llars, formen una coral de veus que esdevenen el sentir, el viure del grup aquells dies.

Avui, un any després, us convidem a visitar l'exposició col·lectiva "Vespres Literaris en el sentir més ample de la paraula", que reuneix aquells treballs.

Podeu visitar-la a l'Espai Elisa Arimany, de la Biblioteca Central de Cerdanyola de Vallès (Plaça d'Enric Granados, 1) del 3 al 28 de juny.



9 de maig 2021

Jenny Erpenbeck

 


Jenny Erpenbeck se ha criado en una de esas familias alemanas que ha tenido que hacer frente a los grandes vaivenes políticos del siglo pasado. Sus abuelos paternos, ambos actores y escritores, así como comunistas convencidos, decidieron huir de su propio país (la Alemania de Hitler) hacía la URSS; para después de la segunda guerra mundial, tener que regresar a Berlín-Pankow mientras la ciudad estaba siendo troceada.

Por otra parte, su abuela materna tuvo que coger a sus hijos y abandonar el lugar donde los había criado (Prusia oriental) porque éste pasó a formar parte de Polonia, y ponerse en marcha con lo puesto, a pie o en tren, durante semanas hasta llegar a Berlín.

La propia Erpenbeck nació y creció en la dividida capital de un país (RDA) que dejó de existir una noche de 1989, cuando ella tenía 22 años. Ella misma comenta cómo tras la caída del muro, se sintió parte de una sociedad distinta, donde tuvo que aprender todo otra vez, y aún hoy en día se asombra de lo rápido que se puede transformar un país.

Por eso no extraña que el tema central de su literatura sea el cambio y las consecuencias de éste. A Erpenbeck le interesa mostrarnos esas situaciones en las que todo se transforma de pronto y uno debe encontrarse o reinventarse a sí mismo; invitando al lector a reflexionar sobre las diferentes maneras en que el ser humano reacciona en estas circunstancias.

Su primera novela Historia de la niña vieja (1999), que ya tuvo un éxito relativo en Alemania, nos ofrece un hermoso relato lleno de melancolía sobre una mujer adulta que intentará buscar refugio en un hogar infantil y para ello se transformará en una niña gorda y torpe; en lo puede leerse como una metáfora de la desubicación de algunos alemanes orientales tras la desaparición de la RDA.

Otros libros suyos nos llevarán más explícitamente a través de la memoria reciente, alemana y europea. Por ejemplo en Una casa en Brandenburgo (2008), en el que nos contará los cambios que tienen lugar en una parcela de terreno y en sus habitantes a través del siglo pasado. Para ello nos guiará, con una forma narrativa muy peculiar, casi taquigráfica, a través de pequeños sucesos en diferentes épocas. También en El fin de los días (2012) transitamos con Erpenbeck por los pasillos de la historia contemporánea; esta vez con una saga familiar de judíos del Este de Europa que nos conducirá desde el imperio austrohúngaro hasta el mundo que quedó después de la caída el muro, por ciudades como Viena, Moscú o Berlín y con personajes que mueren y vuelven a aparecer, en lo que resulta ser un juego de conjeturas sobre el azar del destino y de los acontecimientos políticos e históricos que la gente común no puede influir pero sí padecer.

Pero ha sido Gehen, ging, gegangen – su última novela (aún no traducida al español) – la que ha situado a Jenny Erpenbeck en el centro de la escena literaria alemana; por el tema del que trata y por el momento en el que se publicó (2015).

Según ella misma cuenta, llevaba mucho tiempo queriendo escribir sobre el tema de los refugiados. Las noticias que ya en 2013 mostraban naufragios en los que cientos de personas perdían la vida frente a Lampedusa y las reacciones que esto despertaba en Alemania (desde el absoluto desinterés, hasta la agresividad del “en Europa no hay sitio para todos”) fueron la chispa que prendió la mecha de este libro.

En su Berlín natal encontró además la posibilidad de documentarse con historias de primera mano. Para ello acudió al encuentro de los refugiados que durante muchos meses se concentraron en la Oranienplatz de Kreuzberg. Allí comenzó a escuchar las historias de estas personas que están atrapadas en las telarañas de la burocracia y que el destino condena a una eterna espera. Más tarde los acompañó por los distintos albergues donde fueron reubicados, donde además de brindarles ayuda práctica (llegó a acoger en su casa a uno de los personajes que aparecen en la novela), les ofreció la ocasión de ser escuchados. Con estos relatos personales, que nunca encontrarán un sitio en los medios informativos, llenó Erpenbeck docenas de libretas, que sirvieron de base para su obra. En ella nos hablará de guerra, muerte, viajes, sociedades que miran para otro lado, de volver a empezar… en definitiva, de historias similares a las que sus abuelos le contaban.”

por Antonio Ulloa Vilela

Desbandada

25/03/2018

 

 


8 de maig 2021

los asquerosos i 6

 


“Pienso todo el tiempo en Manuel. Lo veo metido en una campana de vacío de la que hasta yo quedo fuera. Llevará el rostro templado del hombre que en vez de cumplir años cumple con ellos.

Lo imagino mirando la lluvia, pensando en que esa será el agua a la que la gente se refiera cuando, dentro de mucho tiempo, alguien diga lo de «ya ha llovido desde entonces». Manuel seguirá siendo un ermitaño sin testigos que den fe de sus obras, un eremita con tantas ganas de estar solo que no admite en su ámbito ni la presencia de Dios. Perdido y quieto como la piedra que un romano tiró por un barranco en el siglo I y que allí sigue desde entonces.

Morirá hacia 2060 o 2070. Una voz de tanatorio avisará: «Ya ha muerto, ya pueden pasar a saludarle». No habrá nadie esperando para entrar, y a su espíritu le parecerá muy bien. A su funeral no asistirá ni un alma, porque no parece posible que yo llegue a fecha an lejana. No pasará nada por ello. Será enterrado como vivió: solo, feliz.

O quizá esté muriendo ahora, o murió a las seis de hoy, o morirá a las seis de mañana. Nos va a dar lo mismo. Quedémonos con que ha muerto ya. Quedémonos con que las pestañas de los cadáveres sepultos y las suyas son las únicas con las que no nos vamos a volver a cruzar jamás.”

 

 

Los asquerosos

Santiago Lorenzo

Blackie Books, 2018

Pág. 220-221