31 de des. 2023

resum activitats 2023

 


Un resum amb les activitats realitzades per Vespres Literaris i els seus membres durant aquest any.


comiat de l'any 2023

 


    Com és costum per aquestes dates, hem celebrat un sopar per acomiadar l'any i intercanviar regals.

    Des de Vespres Literaris us desitgem el millor per a un any proper ple, com sempre, de moltes lectures.

    Per això, us deixem un consell de lectura de Jorge Luis Borges:

    “Creo que la frase “lectura obligatoria” es un contrasentido; la lectura no debe ser obligatoria. ¿Debemos hablar de placer obligatorio? ¿Por qué? El placer no es obligatorio, el placer es algo buscado. ¡Felicidad obligatoria! La felicidad también la buscamos. Yo he sido profesor de literatura inglesa durante veinte años en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y siempre les aconsejé a mis estudiantes: si un libro les aburre, déjenlo; no lo lean porque es famoso, no lean un libro porque es moderno, no lean un libro porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo; aunque ese libro sea el Paraíso Perdido —para mí no es tedioso— o el Quijote —que para mí tampoco es tedioso—. Pero si hay un libro tedioso para ustedes, no lo lean; ese libro no ha sido escrito para ustedes. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad, de modo que yo aconsejaría a esos posibles lectores de mi testamento —que no pienso escribir—, yo les aconsejaría que leyeran mucho, que no se dejaran asustar por la reputación de los autores, que sigan buscando una felicidad personal, un goce personal. Es el único modo de leer.”

Jorge Luis Borges
a “Borges para millones”

    Borges para millones és una pel·lícula argentina dirigida per Ricardo Wullicher i guió del propi Wullicher, Vlady Kociancich i Ricardo Monti.

    Es va estrenar el 14 de setembre de 1978 i va tenir com a protagonistes Jorge Luis Borges, Vlady Kociancich, Maria Kodama, Margarita Bali i Diana San Martino.

    Es tracta d'una entrevista a l'escriptor amb algunes escenes dramatitzades, i inclou fragments del curtmetratge “Borges” realitzat el 1964 per Luis Ángel Bellaba.

    Van participar a la pel·lícula: Jorge Luis Borges com ell mateix, Vlady Kociancich com ella mateixa, María Kodama com ella mateixa, Margarita Bali com ella mateixa i Diana San Martino com a veu en off.





bones lectures per al 2024!!!!!!!

20 de des. 2023

consol

 


Serra d'Almenara

    Aquesta matina ha mort la Consol, mare de la Roser T., companya de Vespres Literaris.

    Filla d'una terra seca, plana que demanava molts sacrificis per subsistir, va saber aviat que havia de ser tenaç, constant i aprendre moltes coses per superar-se. No va ser fàcil, però es va saber adaptar a les circumstàncies en tot moment, brindant dolçor, generositat i molt d'amor a tots els que l'han envoltat fins al final.

Les xiquetes del meu poble

Les xiquetes del meu poble
seuen en cadira baixa
i amb lo davantalonet
i un drap tan llarg com un dia
sense pa-amb-xicolata,
si feien punt de cama,
si punt de cadeneta
o punt d’escapolari,
i cantaen allò
de “montañas nevadas”.

Les dones del meu poble
de matinet al tros:
adés cullen patates,
adés arrenquen cebes
o aixafen terrossos
o se’n van a fer herba
per als conills o duien
farinetes als cotxos
o segó a la feram,
o apedacen llençols
o passen agulletes
o suquen pa amb vi i sucre
per con tórnon de costura
les xiquetes del meu poble.

Maria Mercé Marçal




19 de des. 2023

karmele jaio, obra i 10

 




Putz egin eta ikusiko duzu

(bufeu i veureu)

text: Karmele Jaio

Il·lustracions: Mikel Casal Patiño

editorial: IKASELKAR, 2021

pàgines: 32

edició en euskera

Sinopsi:

    "Kuku! és una col·lecció creada perquè els nens a partir de dos anys descobreixin, regulin i entenguin millor les seves emocions. A la col·lecció, hi ha diversos articles amb la mateixa finalitat, entre els quals hi ha àlbums il·lustrats, fons de pantalla o jocs per conrear emocions. L'àlbum il·lustrat creat per Karmele Jaio i Mikel Casal es basa en la por.

    “La por és dins teu, entre els pulmons i l'estómac - em va dir la meva àvia. Has de sortir d'allà per veure com és. Bufes amb totes les teves forces. Així surten les pors. I tu? Saps on tens la por?

18 de des. 2023

karmele jaio, obra 9

 



Orain hilak ditugu

(Ahora tenemos muertos)

Karmele Jaio



editorial: Elkarlanean-Eljarargitaletxea, 2015

 

pàgines: 100

 

edició en euskera



    En aquest poemari, Karmele Jaio tracta diversos temes: allò que es crea amb el pas del temps, el dolor, el buit deixat per la gent perduda, l'extinció del desig, l'agredolça sensació de la vida quotidiana...

AHORA TENEMOS MUERTOS


Ahora tenemos muertos.
Se nos murieron amigos,
el padre, la madre.
Ahora ya sabemos qué hay que hacer,
a dónde tenemos que llamar,
cuánto vale una corona de flores.

Entonces
las mariquitas despegaban volando de nuestra palma
y entre nuestros dedos
sobrevivía la cola de una lagartija.

Ahora
se nos mueren los geranios en el balcón,
y los echamos a la basura con su tierra y su raíz.
Con su tiesto rojo.

Entonces
éramos con alguien,
contábamos a alguien,
alguien nos nombraba y contestábamos:
presente.

Ahora
cuando ya no te llama nadie,
un teléfono te asusta por la noche.
Perdona ¿no te acuerdas de mí?
Una voz te pide ayuda.
Dice: no-sabía-qué-hacer.
Dice: no-sabía-a-quién-llamar.
Ahora estamos solos.
Ahora tenemos muertos
y ya sabemos qué hay que hacer.

Entonces
no sabíamos andar en bicicleta.
Ahora tampoco.

17 de des. 2023

karmele jaio, obra 8

 



Nuestras guerras: 
Relatos sobre los conflictos vascos

Vari@s autor@s


edició i pròleg de M. Ayerbe


editorial: Lengua de trapo, 2014


pàgines: 306



 


Nuestras guerras. Relatos sobre los conflictos vascos.


per Ricardo Senabre
El Cultural
18/07/2014

    "He aquí un conjunto de trece cuentos o relatos breves escritos originariamente en vascuence, muchos de los cuales no habían sido traducidos hasta ahora y que, además de incluir nombres bien conocidos, como Atxaga, Saizarbitoria o Iban Zaldua, permite apreciar pequeñas muestras de algunos autores menos difundidos, como Joseba Gabilondo, Xabier Montoia o Karmele Jaio, entre otros.

    El compilador se ha propuesto agrupar narraciones con el denominador común de su temática (los llamados "conflictos vascos", que abarcan algunos episodios desde la guerra civil hasta nuestros días). Como el criterio selectivo básico es la lengua, ha sido forzoso -y lamentable- dejar aparte y sin mencionarlas siquiera en el prólogo algunas obras maestras, como el volumen Los peces de la amargura, de Fernando Aramburu, donde se enfocan sin tapujos, desde ángulos diferentes y con gran variedad de matices, las repercusiones del terrorismo en el País Vasco. Porque de eso se trata esencialmente, aunque algunos relatos se sitúen en la guerra civil y ayuden a sugerir que ETA es una de sus consecuencias. Se echan de menos muchas aclaraciones necesarias en el prólogo, empezando por la delimitación conceptual de los contenidos. Porque el compilador no habla en ningún momento de terrorismo, sino de "conflicto vasco", aunque reconoce que se trata de un eufemismo bajo el que "se ocultan en la actualidad no pocos conceptos tabú".

    El sintagma "conflicto vasco" se repite una y otra vez, sin más aclaración, a lo largo del prólogo, como si se tratase de disensiones o problemas que ocurren dentro de los límites de un territorio. Pero si se piensa en las sangrientas consecuencias del "conflicto vasco" en Madrid, en Barcelona, en Sevilla, en Burgos, en Zaragoza, en Alicante, en Santoña y en muchos más lugares, el lenguaje descubre su falacia, como lo hace cuando se designa a los terroristas a los que acaba de estallarles una bomba como "militantes de ETA", lo mismo que si estuvieran afiliados a un partido político o un sindicato. Lo "políticamente correcto" es siempre idiomáticamente impropio, y responde a un deseo de falsear la realidad, lo que resulta más hiriente si se piensa que una función esencial de la literatura es descubrir y poner en claro, no confundir u ocultar. Cuando el editor comienza un párrafo con las palabras "tanto en el País Vasco como en España..." (p. X), podemos pensar en el pasmo que se apoderaría de un lector ante una frase como "tanto en Sevilla como en Andalucía...".

    Hechas estas salvedades, hay que decir que el compilador, buen conocedor de la literatura vasca actual, ha llevado a cabo una selección adecuada, aunque el relato de Atxaga no sea propiamente un cuento, sino un fragmento de la novela El hijo del acordeonista, y en otros casos el "conflicto vasco" no aparezca ("Heredera", de Xabier Montoya, y "El tipo", de Aingeru Epaltza), o bien lo haga de modo tangencial (como en "El huerto de nuestros mayores", de Ramón Saizarbitoria, acerca de la exhumación de los restos de Sabino Arana). Sea como fuere, y dada la dificultad para muchos lectores de conocer a los nuevos creadores vascos -incluso los traducidos en editoriales minoritarias o locales-, estas breves muestras ofrecen un aliciente indudable, que convendría ampliar, ya sin el pie forzado de una temática reductora a la que someter la selección y traducción de unas obras que, en su conjunto, ofrecen un horizonte más amplio de lo que permiten entrever unas pocas páginas. Si no se hace así, gran parte de la producción literaria vasca se moverá en un círculo ensimismado, de pocos lectores y muchos premios que convierten el panorama en algo opaco, en perjuicio de los escritores que de verdad lo son."

16 de des. 2023

karmele jaio, obra 7

 


Música en el aire

Musika airean (2010)

Karmele Jaio



traducció: Karmele Jaio



editorial: TTARTTALO, 2013

 

páginas: 144



Dos mujeres protagonizan el nuevo libro de Karmele Jaio

La escritora regresa a la novela con Musika airean

per Ania Elorza
El País
24/10/2009

    "La periodista y escritora Karmele Jaio presentó ayer su segunda novela, Musika airean ("Música en el aire"), publicada por la editorial Elkar. La obra de la vitoriana, creadora de Amaren eskuak ("Las manos de mi madre"), reflexiona en ella sobre una etapa de la vida en la que la fuerza del pasado y la soledad toman protagonismo por medio de dos protagonistas femeninas, una mujer mayor y una emigrante ecuatoriana que cuida de ella.

    Karmele Jaio vuelve así a la novela tras publicar en 2007 su segundo libro de cuentos. Son dos géneros distintos entre los que la escritora intercala su carrera narrativa. La música toma importancia en una obra reflexiva, que pone el acento en la banda sonora interior que acompaña a las personas durante sus momentos de soledad. A través de sus páginas, la novela se centra en los pensamientos de Elena, una mujer de avanzada edad, y analiza su relación con Beatriz, una mujer ecuatoriana. "He tratado de observar la relación entre dos personas muy diferentes", explicó Jaio a este periódico.

    "El pasado condiciona el presente", afirma la autora, "porque no empezamos el día desde cero". Musika airean habla de la culpa, de la soledad y del arrepentimiento, aspectos negativos que, según se construye la historia, acaban impulsando la fuerza de la esperanza. "Empecé escribiendo sobre la soledad y terminé hablando de la amistad", señala. Por ello, a pesar de que la escena de una mujer solitaria da inicio a la obra, "no le falta cierto humor".

    La novelista está dispuesta a traducir al castellano esta obra, que ha sido publicada en euskera en septiembre. Lo hará cuando finalice la traducción del libro de cuentos Hamabost zauri, que llegará a las librerías en esa versión a mediados del próximo año."



15 de des. 2023

karmele jaio, obra 6



No soy yo

Ez naiz ni (2012)

Karmele Jaio


traducció: Karmele Jaio


editorial: Destino, 2022
 

páginas: 176

 


Karmele Jaio lleva al castellano y actualiza los relatos de 
Ez naiz ni

Destino publicará No soy yo, diez años después de la salida de este libro sobre el paso del tiempo en las mujeres


Redacció
Noticias deÁlava
03/11/2021


        "Hace pocos días se presentaba Putz egin eta ikusiko duzu (Bufa'l i ja veuràs), un libro pensado para los más pequeños en los que Karmele Jaio ha trabajado con el ilustrador Mikel Casal para responder al reto lanzado por Ikaselkar dentro de la colección Kuku!. Pero no va a ser la última novedad con la que la escritora y periodista gasteiztarra va a despedir 2021. No soy yo (Ediciones Destino) está a punto de hacerse realidad.

    Este libro toma como punto de partida Ez naiz ni, que Jaio publicó hace ahora diez años. Pero lo que ahora se plantea no es solo una traducción de aquellos relatos, sino una actualización de los mismos, con alguna creación nueva. De momento, eso sí, la editorial no ha concretado la fecha en la que saldrá a las librerías, aunque será antes de las navidades.

    No soy yo recogerá 14 historias de mujeres de entre 40 y 50 años que están pasando por un momento crítico de sus vidas. Cuestiones como la rutina en las relaciones, la nostalgia con respecto a esa juventud que se ha idealizado, los cambios corporales y el envejecimiento son temas tratados entre estas páginas."




14 de des. 2023

karmele jaio, obra 5

 



Eiz naiz ni

(Yo no)

Karmele Jaio


editorial: Elkarlanean-Eljarargitaletxea, 2012

pàgines: 184

edició en euskera





Sinopsi:



    Els falta alguna cosa, encara que no sàpiguen ben bé què és. Alguns volen gaudir dels últims raigs de joventut, per recuperar aquells dies suposadament bonics d'abans; d'altres buscaran noves experiències, d'una manera o altra, o intentaran reviure relacions que s'han començat a deteriorar.

    Enmig de la vida tots hi són, i els agradaria trobar el seu lloc en el malestar que els provoca. Com diu un personatge, el més difícil no és envellir, sinó començar a envellir Karmele Jaio ens porta un nou llibre de contes, format per dotze contes. Com en els anteriors, l'autora sap parar atenció a les llacunes que sorgeixen en les relacions humanes, amb una mirada esmolada però amable; en comparació amb les anteriors, però, les narracions són més profundes, desenvolupen més la trama, i més obertes.

    Els personatges mostren diversos aspectes i detalls de les seves vides; amb una sensibilitat eterna, però també amb un bon sentit de l'humor.

13 de des. 2023

ecografías

 



Ecografías, una introspección a los miedos y sentimientos de la mujer

    La actriz Irene Bau indaga en los temores y sensaciones de una mujer que viaja a Etiopía para adoptar a una niña. "Ecografías" es una reflexión sobre la maternidad y la condición femenina, escrita por Karmele Jaio y dirigida por Ramón Barea, que se estrena mañana en el Teatro Barakaldo.



per Ane Arruti
Gara
24/02/2011

    "Llega la hora que toda la vida había esperado, pero no es como se lo había imaginado. Va a ser madre monoparental y en adopción, y en el viaje que realiza hasta Addis Abeba para recoger a la niña, florecen todos sus sentimientos, entre los que predomina el miedo, se mezclan recuerdos de infancia y el rechazo de sus padres que viven en un caserío de Aulesti. Ecografías es un relato que Karmele Jaio escribió para una publicación colectiva llamada Historias del 8 de marzo. Ahora, Irene Bau y Ramón Barea lo llevan a escena en formato de monólogo. «No necesitaba adaptación alguna», explica Bau. «Siempre tienes que hacer arreglos y darle un toque más dramático. En éste, creo que tan sólo hemos quitado cuatro frases que se refieren a alguna descripción. Además, es un relato desordenado, como una conversación coloquial, que empiezas a contar una cosa, te vas por las ramas, vuelves a la historia... La manera de contar tiene ya el conflicto dramático», añade Barea.

    Y es que, como dice el texto, «hay muchos modos de ser madre» y según asegura el director, «uno no se da cuenta de cómo ha cambiado la forma de ver el tema de los hijos, la maternidad, la condición de mujer...». Aunque, en este caso, la maternidad y todos los conflictos que genera el proceso de adopción entre familiares y amigos «son una excusa -explica la actriz- para, en realidad, hablar de la condición femenina. Todas las mujeres, de alguna manera, nos hemos planteado ese miedo que nos provoca traer un niño al mundo. Su hermana le acompaña en el viaje y a mí eso me toca mucho porque nosotras somos tres. Le pregunté a Karmele si tenía hermanas y, curiosamente, no tiene. Sin embargo, la relación fraternal de chicas está muy bien dibujada. Hay unos sentimientos de infancia, esta cosa de las muñecas que yo creo que es una cosa innata en niñas, aunque habrá quienes lo hagan».

    Este viaje hacia las emociones más íntimas de la mujer, asegura Barea, «engancha». «Tienes la sensación de leerlo y entrar en un territorio, no que no sea el tuyo, pero sí muy íntimo. El texto te da como un pellizco. Lo lees y se te queda un nudo en la garganta. Tiene algo Karmele para con pocas palabras, emocionarte».

    Para acompañar a ese viaje poético, se ha cuidado mucho la escenografía y la sonoridad. La actriz, en el centro del escenario y sobre una blanca camilla, está acompañada por imágenes que se proyectan tras ella, incluso sobre su propio vestido blanco. Iñaki García es el encargado de la iluminación y José Urrejola el del espacio sonoro y música. «Es como si la imagen también hablara, crea tensiones dentro de esa idea de viaje, igual que la música. En el espacio sonoro también hay algo de palabra», explica Barea."







12 de des. 2023

karmele jaio, obra 4

 



Heridas crónicas

Hamabost zauri (2004)

Karmele Jaio

traducció: Karmele Jaio

editorial: TTARTTALO, 2010

páginas: 128







Karmele Jaio presenta su último libro

redacció
El País
23/06/2010


    "Karmele Jaio, (Vitoria, 1970) presentó ayer en Bilbao su último libro Heridas crónicas (Ttartalo), en el que la escritora enlaza una veintena de relatos breves, pero intensos extraidos de Hamabost zauri y Zu bezain ahul. El título del libro de esta colaboradora de EL PAÍS alude al hilo conductor de las historias narradas: pequeños desgarros de la vida que apenas se perciben, pero que corren el riesgo de convertirse en heridas crónicas."

11 de des. 2023

karmele jaio, obra 3

 



Zu bezain ahul

(Tan dèbil como tú)

Karmele Jaio


editorial: Elkarlanean-Eljarargitaletxea, 2007

pàgines: 132

edició en euskera



Sinopsi:

    És tan natural com ser egoista, que homes i dones es cuidin els uns als altres, sentin una certa empatia; i les infinites combinacions i jocs entre aquests dos sentiments emmarquen el mapa de les relacions humanes, tan ampli com complexes. Relacions amargues amb pares grans, vincles d'amor amb nens petits, la línia borrosa entre la normalitat del marit i muller i l'avorriment, el xantatge i la dependència entre els amants, l'emoció creada pel retorn d'allò que feia temps que no es veia. ... Karmele Jaio ha tornat a la narració ens porta quinze històries directes i evocadores, destacant les debilitats de l'amor: però qui no és feble en aquesta àrea?

10 de des. 2023

karmele jaio, obra 2

 



Hamabost zauri

(Quince heridas)

Karmele Jaio

editorial: Elkarlanean-Eljarargitaletxea, 2004

pàgines: 136

edició en euskera



Sinopsi:



Karmele Jaio ha recollit quinze contes a la col·lecció de narrativa titulada Hamabost zauri. L'autora ha intentat treure a la superfície les dificultats que sorgeixen en les relacions humanes, les ferides que provoquen a dins les paraules tàcites i els pensaments que hi poden haver darrere d'un sospir.

9 de des. 2023

las manos de mi madre, pel·licula

 

Fitxa tècnica:

Títol: Amaren eskuak (Las manos de mi madre)

Any: 2013

Durada: 90 minuts

Direcció: Mireia Gabilondo

Guió: Josu Bilbao

Novel·la: Karmele Jaio

Música: Pascal Gaigne

Fotografía: Gonzalo F. Berridi

Repartiment: Ainara Gurrutxaga, Vicky Peña, Mark Schardan, Iñaki Font, Aitor Beltrán, Loli Astoreka, Maialen Vega, Amaia Mitxelena, Laia Bernués, Patricia López Arnaiz, Javi Alaiza, Naiara Arnedo, Aroa Madurga.

La memoria olvidada

Mireia Gabilondo presenta en el Zinemaldia Amaren eskuak.  La cinta se proyecta esta noche en la gala del cine vasco

per Inés P. Chávarri
El País
24/09/2013

    "Mireia Gabilondo (Bergara, 1964) encontró en las páginas de Amaren eskuak sentimientos con los que se "reconocía muy fácilmente", los que traba la relación de una madre y una hija a través de la enfermedad que padece la primera, incapaz de recordar nada de forma súbita. El libro de la escritora Karmele Jaio, Las manos de mi madre, en castellano, provocó en la directora el deseo, las "ganas de contarlo con imágenes, de llevarlo al cine", pero tuvo que esperar dos años para ver su proyecto hecho realidad. La cinta se ha estrenado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, dentro del apartado Zinemira, además de ser el título que esta noche se proyecte en la gala del cine vasco.

    Amaren eskuak está protagonizada por Ainara Gurrutxaga, Nerea en la película, una periodista en continuo equilibrio entre sus obligaciones laborales y familiares y a la que la enfermedad de su madre golpea y termina por desbaratar esa "vorágine de estrés, de trabajo, de tener una hija, de poder con todo, pero agarrado con hilvanes", explica la directora.

    "Me pasó algo parecido a mi", relata Gabilondo, "mi madre murió en una semana, y me vi atrapada en ese sentimiento de culpa, de las muchas cosas que se te despiertan por dentro... Pero luego la película es muy positiva, en definitiva, cuando se está tan mal sólo nos queda la opción de parar, pisar fondo e ir para arriba". Y Nerea tiene la oportunidad de conocer mejor a su madre, aunque sea incapaz de articular palabra, y de redescubrir que todos los que la rodean y apoyan siempre han estado ahí.

    El contrapunto al drama lo pone Vicky Peña, que interpreta a Pilar, la hija de la compañera de habitación del hospital de la madre de Nerea. Otra faceta que Gabilondo consideró oportuno retratar. "Mira, la intimidad de una habitación de hospital es horrible. Quien lo haya vivido lo sabe, que de repente la de la cama de al lado te hable cuando no quieres escuchar, cuanto necesitas un poco de intimidad...", cuenta la directora de Amaren eskuak, que se estrena este viernes en salas de Euskadi, Madrid y Barcelona.

    El peso de la película recae en su mayoría en actrices, una circunstancia que Gabilondo no quiere que se malinterprete. "No nos sorprendemos en el cine cuando vemos historias de hombres, pero todavía nos sorprendemos cuando vemos que la historia de una mujer. Esta es una historia muy universal, y perfectamente podría haber sido la relación de un padre y su hijo", defiende la directora. "Tengo miedo de que se diga que es una película de mujeres. La protagonista es una mujer, los secundarios importantes también, está escrito por una mujer y dirigido por otra, pero hasta ahí"."

8 de des. 2023

karmele jaio, obra 1

 



Las manos de mi madre

Amaren eskuak (2006)

Karmele Jaio



traducció: Karmele Jaio



editorial: TTARTTALO, 2008

 

pàgines: 160

 

Jaio varía el tono al traducir 'Las manos de mi madre'

per Yolanda Montero
El País
25/06/2008


    "Tras el éxito obtenido con Amaren eskuak y como ya anunció el pasado año, Karmele Jaio (Vitoria, 1970) ha traducido al castellano la novela, que en breve se podrá leer también en alemán, según indicó ayer la escritora durante la presentación de Las manos de mi madre en San Sebastián. Aunque el título se ha mantenido igual en la versión en castellano de la primera novela de Jaio, la escritora alavesa ha introducido algunos cambios en el texto.

    Si en el relato original la historia se contaba en tercera persona, aunque siempre desde el punto de vista de la protagonista, ahora esa protagonista habla en primera persona. "Lo que en euskera sonaba de una manera, al pasarlo literal al castellano no tenía la misma música, el mismo tono", explicó la autora.

    El fondo de la historia se mantiene, en cualquier caso, intacto. Cuenta la relación de dos mujeres de generaciones distintas, Nerea, la protagonista, y su madre. Han vivido épocas y circunstancias muy distintas, pero, al final, como a la mayoría de la gente, les preocupan "los mismos tres o cuatro grandes temas" y tienen sentimientos similares."

7 de des. 2023

concert de nadal

 



L'Agrupació Musical de Cerdanyola del Vallès -AMCV- oferirà el dissabte 23 de desembre de 2023, a les 19 hores, al teatre de l’Ateneu de Cerdanyola del Vallès el tradicional concert de nadal, aquest any “a ritme de swing”

Interpretaran versions de Glenn Miller i Leroy Anderson amb un aire molt festiu.

Les entrades ja son a la venda, al preu de cinc euros, en aquest enllaç:



5 de des. 2023

karmele jaio, 2

 


Un pañuelo mojado en saliva

    La culpa es uno de los grandes motores que nos impulsan a escribir sobre nuestro padre y nuestra madre.

por Karmele Jaio
El País
02/04/2021

    "Miras las manos de tu madre. Sigues atentamente con la mirada las rutas que marcan sus venas, como si así pudieras llegar al origen de algo. Quizás escribes sobre ella por esa misma razón, porque confías en que, llegando al germen, al molde del que has salido, encontrarás por fin alguna pista sobre quién eres y cómo te has construido mientras vivías, sin ser consciente de ello, en aquellas manos.

    ¿Por qué escribimos de nuestra madre, de nuestro padre? Tal vez sea un intento de recuperar aquella voz que hemos utilizado siempre con ellos. Una voz arriesgadamente íntima que no nos sale con nadie más. Quizás intuimos que, en ese timbre, ese tono, se esconde alguna verdad y confiamos en que, recobrándola a través de la escritura, podremos llegar a la muñeca rusa más pequeña de todas, la que se esconde tras las capas que nos hemos ido poniendo encima con los años.

    Recuerdo que, de pequeña, un día mi madre me sacó de casa con tanta prisa que salí en zapatillas. Cuando me di cuenta, ya en la calle, le supliqué que volviéramos, pero se negó, llegábamos tarde al médico. “Nadie se va a dar cuenta”, me dijo. Nunca he olvidado aquel sentimiento tan profundo de vergüenza. Me hubiese cortado los pies para que el mundo no me viera con aquellas zapatillas de felpa.

    Hablar de nuestros padres es una manera de dejar de mostrar a los invitados el salón de nuestra casa para enseñarles el patio donde colgamos la ropa. Es mostrarnos en zapatillas de casa. Es abrir la puerta de un 5º C o un 4º D y compartir su olor, sus voces, el ruido de las cazuelas, del batir de huevos, el sonido de fondo del telediario en el televisor… Es coger entre las manos esa foto de tu comunión que tus padres aún tienen sobre el mueble del salón, poner tu mano derecha sobre ella, como si fuera una Biblia, y proclamar: “Juro decir la verdad y nada más que la verdad”.

    Escribir tiene mucho de encontrar lo extraordinario y lo misterioso en lo familiar, en lo cotidiano, porque es ahí donde se esconden las verdades, y hablar de nuestros padres nos lleva irremediablemente a ese espacio íntimo, a ese álbum familiar de fotos que describe con tanta precisión el gran Rafael Berrio en una de sus canciones. Allí encontramos lo que nos dijimos, pero, sobre todo, lo que nos dejamos sin decir. Y esos silencios familiares, todas las palabras no dichas a nuestros padres, esas lagunas que tanto escuecen, sobrevuelan la necesidad de escribir sobre ellos.

    Escribes de tu madre o de tu padre cuando al entrar en su casa te encuentras telarañas en el cierre de la dentadura, como canta Quique González, y sabes que llegas tarde. Cuando el silencio familiar, al no haberse rectificado a tiempo, se ha convertido ya en cemento.

    Se puede escribir sobre tus padres desde el ajuste de cuentas como hizo Kafka; desde el homenaje, como ha hecho Manuel Vilas; desde la comprensión, como Elvira Lindo; desde un apego feroz, mezcla de odio y amor, como Vivian Gornick; desde la búsqueda de la mujer que se esconde tras la madre, como Annie Ernaux, o desde la añoranza por seguir siendo el niño que vive en las manos de su madre, como Antonio Gamoneda. Pero se escribe sobre todo desde la culpa. La culpa es uno de los grandes motores que nos impulsan a escribir sobre nuestros padres. La culpa por no haberlos visto a pesar de haber estado a su lado todo el tiempo, por haber sepultado sus nombres bajo unos rígidos y pesados roles de madre y padre.

    En la mayoría de los casos ese sentimiento de culpa se acrecienta cuando miramos a la madre, porque somos conscientes de que el padre por lo menos ya tenía un nombre fuera, era alguien con sus compañeros de trabajo o con los amigos con los que se tomaba unos vinos.

    Escribir sobre nuestra madre es también destapar la realidad de aquellas mujeres a las que en su cumpleaños se les regalaba una plancha. Escribes sobre tu madre cuando, tras su muerte, abres su armario y sientes la necesidad de rellenar con un cuerpo de mujer esos cuellos y esas mangas que cuelgan de las perchas; de adivinar para quién se ponía el collar de perlas que encuentras en su joyero; de preguntarte si alguna vez estuvo enamorada de tu padre o deseó a algún otro hombre. Es buscar a la mujer, a la persona, bajo ese fantasma que cuelga tras la puerta de su habitación en forma de bata de casa.

    No es casualidad que escribamos de nuestros padres, sobre todo, a partir de una edad, cuando mueren o cuando no los reconocemos en esos ojos empequeñecidos por la vejez. Creo que el desamparo que sentimos al ser conscientes de que ya no seremos más el niño o la niña al que cuidaban, que nadie nos va a cuidar nunca más así, es precisamente, otra de las grandes razones que nos lleva a escribir sobre ellos.

    Se escribe desde ese vacío, desde esa orfandad. Porque lo que más añoramos de nuestra infancia no son las pagas del domingo, ni jugar al escondite por la casa, ni merendar con margarina. Lo que realmente echamos en falta a partir de una edad es tener la seguridad de que siempre habrá alguien con un pañuelo mojado en saliva dispuesto a limpiar los restos de desayuno de nuestros labios."

4 de des. 2023

les xerrades-debat de Vespres

 
Titol original: Her
Any: 2013
Durada: 126 minuts
Direcció: Spike Jonze
Guió: Spike Jonze
Música:  Arcade Fire, Owen Pallett
Fotografía:  Hoyte van Hoytema
Repartiment: Joaquin Phoenix,  Amy Adams, Rooney Mara
Olivia Wilde,  Chris Pratt.
Palmarès: Oscar i Globus d'Or al millor guió original.

Per Joan Francesc Sánchez


    El passat divendres 1 de desembre vam tenir una nova sessió de els debats de Vespres. El tema d'aquest més es la Inteligencia Artificial,  amb la pel·lícula Her, com material d'inspiració pel debat.
    Dirigida per Spike Jonze i fantàsticament interpretada per un genial Joaquin Phoenix, que aconsegueix un personatge entranyable d'una naturalitat sorprenent. 



    La pel·lícula planteja un món futurista, en què les relacions entre persones estan trencades i explora, entre altres temes, la complexitat de les relacions i la soledat en un temps futur en què les màquines estan cada cop més humanitzades. L’aïllament en temps d´hiperconnexió. 

       La gent, com el protagonista, no són capaces de resoldre les seves dificultats o manifestar els seus sentiments amb els altres, per la qual cosa recorren als sistemes operatius, en els quals plasmen un ideal inexistent. Com a resultat, el film mostra persones soles i aïllades del món que els envolta com el protagonista. 




    Un dels motius que fa gran aquest film no és només la història que narra sinó també com, a través dels elements del llenguatge audiovisual, adquireix un significat complet. Després d'una  introducció sobre la pel·lícula, a càrrec de la nostra companya Pilar Marcos, vam fer una breu introducció a la intel·ligència artificial (IA): quins riscos i beneficis pot aportar.


   
 Després, vam tenir un interessant debat, molt participatiu i amb diversitat de matisos, tant al que representa la IA, com a l'afectació de la tecnologia a la societat actual i futura. Després de més d'una hora de debat intens, vam haver d'acabar la sessió, però encara amb un debat actiu. 



    La pròxima sessió serà el 2 de febrer del 2024. El tema que tractarem serà el canvi climàtic, i la font d'inspiració el famós documental Antes de que sea tarde dirigida per Fisher Stevens. Un documental de National Geographic Channel, dels guanyadors de l'Oscar Leonardo DiCaprio, Fisher Stevens i Martin Scorsese, on s'explora els efectes del canvi climàtic arreu del món a més de posar en evidència la contribució de la humanitat a l'acceleració del canvi climàtic. 

Us esperem!!!

3 de des. 2023

karmele jaio

 



Karmele Jaio- Escritora

"La felicidad al final son momentos, no es algo absoluto"

por Mikel Aurmendi
en euskonews
07/05/2010

    “La comunicación es su oficio, su modo de vida y también su alegría vital. Lekeitio y Vitoria-Gasteiz, infancia y juventud, padre y madre... son temas que van surgiendo en boca de nuestra interlocutora. De sus palabras nos llega el olor del salitre y la templanza del aire de la ciudad. Su conversación es un dulce murmullo heredado de su madre —y su padre—, una suave música que se mece en el aire.

PREGUNTA: Nació en 1970. Lleva sobre sus hombros 40 años de existencia. ¿Qué “balance” hace de su vida?

RESPUESTA: Me resulta complicado hacer un balance, pero diría que es positivo. Creo que he tenido mucha suerte hasta ahora. Tengo una familia maravillosa, me gusta escribir y tengo la oportunidad de escribir y publicar, tengo buenas amistades y, por supuesto, hay cosas que no puedo hacer o lograr, oportunidades perdidas y demás... Pero en general en estos años he vivido muchos momentos felices, no puedo quejarme. La felicidad al final son momentos, no es algo absoluto.

P: ¿El hecho de nacer y vivir en Vitoria-Gasteiz qué ha aportado a su identidad?

R: Creo que me ha dado facilidad para ver las cosas desde distintos puntos de vista. Desde pequeña he conocido en profundidad dos lugares muy diferentes, Lekeitio y Vitoria-Gasteiz, y desde pequeña he sido consciente de que las cosas, en lugares distintos, pueden ser diferentes. Y eso me ha dado cierta perspectiva. Una cierta flexibilidad a la hora de crear opiniones.

P: Hablando siempre de Vitoria-Gasteiz, ¿qué cambio ha habido entre la ciudad de las décadas de los 70-80 y la posterior al año 2000? ¿Entre la que vivió la Karmele adolescente y la que vive en la actualidad?

R: El cambio ha sido tremendo. En lo que respecta al euskera, por ejemplo, recuerdo que si mi madre escuchaba a alguien hablando en euskera se le acercaba y le preguntaba: ¿habla usted euskara? Como si hubiera encontrado a un vascoparlante en Canadá. En nuestro edificio, por ejemplo, nosotros éramos “Los vascos”. El euskera era totalmente extraño en Vitoria-Gasteiz y actualmente cada vez se escucha más euskera en la calle.

P: ¿Qué y quién han influido en mayor medida en su forma de ser? ¿El entorno de Vitoria-Gasteiz, la cuadrilla, la familia..., algún otro factor?

R: Todos ellos han influido sobre mí. Es evidente que la educación y el modelo de vida que recibes de la familia constituyen la columna vertebral de tu identidad pero luego las relaciones mantenidas con mis amistades de siempre también han influido. Creo que todo lo que ocurre en la vida incide en tu forma de ser aunque a veces una no sea consciente.

P: ¿Sus padres, por ejemplo, qué han sido para usted?

R: Yo tenía sólo veinte años cuando murió mi padre pero su sombra ha sido alargada. A menudo aún recuerdo recomendaciones de mi padre y reflexiones que hacía sobre la vida. Siempre subrayaba la importancia de vivir feliz. Por ejemplo, siempre nos decía que los estudios eran muy importantes pero también pasarlo bien con los amigos, pasarlo bien, salir, incluso ir de juerga. Y luego, qué decir de mi madre... La influencia que mi madre ha tenido y tiene sobre mí es muy muy grande, mayor incluso de lo que yo puedo creer. Además, con el paso de los años me doy cuenta de que cada vez somos más parecidas.

P: Trabajó como periodista. ¿Qué le aportó esa profesión?

R: Entre muchas otras cosas, me enseñó a escribir rápido y a centrarme en lo importante cuando escribo algo. También la capacidad de síntesis y resumir. Gracias a mi experiencia en el periodismo, escucho una conferencia o leo un artículo y saco los titulares casi sin darme cuenta. Gracias al periodismo he aprendido a discernir la esencia del mensaje. A eliminar lo que sobra.

P: Posteriormente ha trabajado como responsable de comunicación en muchos despachos. ¿Qué es la comunicación para usted?

R: Una asignatura que debe aprobar nuestra sociedad, en todos los ámbitos. Tenemos miles de herramientas para comunicarnos pero, en mi opinión, la falta de comunicación puede ser uno de los mayores problemas que tiene nuestra sociedad. La falta de comunicación crea problemas en todos los ámbitos: en el ámbito político, en una empresa, en el hogar, la familia, las relaciones de pareja, las amistades... Si hay comunicación es más fácil solucionar los problemas.

P: Se dice que la incomunicación entre las personas es mayor que nunca. ¿Está de acuerdo?

R: Totalmente. Generalmente nuestras relaciones se quedan en la superficie. Todos tenemos preocupaciones en nuestra mente, problemas por resolver y demás, pero cuando nos juntamos hablamos de cosas superficiales, no nos atrevemos a entrar en lo profundo. Las cosas realmente importantes nos las guardamos dentro.

P: ¿Qué ha aprendido en el ámbito de la comunicación? ¿Cuáles son las claves de la comunicación?

R: Una buena comunicación debe tener muy en cuenta al receptor. Si deseamos crear un mensaje efectivo debemos adaptarlo al tipo de receptor. Las empresas de marketing y publicidad lo saben muy bien y por eso tienen tan en cuenta al llamado “target” cuando desean comunicar algo.

Por otra parte, en lo que respecta a la comunicación oral, es muy importante la repetición. El oyente no capta el mensaje tan bien como el lector, se pierde muchas cosas por el camino. Por eso, los buenos oradores repiten el mensaje una y otra vez. Primero adelantan qué van a decir, luego dicen eso que debían decir y al final terminan el discurso recordando lo que han dicho.

Y otra clave fundamental es el contenido. No se puede comunicar si no hay contenido. La comunicación auténtica necesita contenido. Las palabras de bisutería, ésas que sólo sirven para decorar, no sirven realmente para comunicar. Hay que decir algo.

P: En la actualidad la materia prima es tener información. ¿Está de acuerdo?

R: Quien tiene información tiene poder. Tener información y gestionarla de forma adecuada es la clave en la sociedad actual.

P: ¿Cómo ve a la mujer escritora vasca?

R: Cada vez tenemos a más mujeres escritoras, pero no olvidemos que aún siguen siendo minoría. En la literatura ocurre lo mismo que está sucediendo en otros ámbitos de la sociedad, la presencia de la mujer está aumentando. Pero en nuestro ámbito y en este momento, creo que uno de nuestros retos principales es demostrar que los llamados “temas de mujeres” son temas universales. No hay “temas de hombres” porque los consideramos temas universales. Sin embargo, parece que algunos temas son sólo para mujeres. Y yo cuando escribo sobre la experiencia vital de una mujer estoy tratando sobre la experiencia humana en general, eso sí, vista desde la perspectiva de una mujer. Hasta que no sean reconocidas como universales nunca se valorará en su justa medida esas obras que muestran el universo de la mujer.

P: ¿Es apropiado plantear el binomio escritora y mujer en una pregunta?

R: Será apropiado o no en función del contenido de la pregunta. Muchas de las preguntas en las que aparece dicho binomio son realizadas desde la perspectiva masculina imperante en la sociedad. No sé si la comparación es apropiada, pero creo que es parecido a lo que sucede con el euskera. Por ejemplo, ¿es apropiado preguntar a un escritor o escritora vasca por qué escribe en euskera? En mi opinión esa pregunta está hecha desde la perspectiva castellanohablante imperante en nuestra sociedad. Nadie pregunta al grupo La Oreja de Van Gogh por qué cantan en castellano. Pues con esto otro ocurre algo parecido. Nadie pregunta a un escritor por qué la mayor parte de los protagonistas de sus novelas son hombres, por ejemplo, y a nosotras nos lo preguntan a diario.

P: ¿La mujer ocupa el lugar que merece en la literatura?

R: No. No hay más que repasar los datos para darse cuenta. Entre las más de cien personas que han recibido el premio Nobel de Literatura creo que hasta ahora han sido sólo doce mujeres y muchas de ellas han sido premiadas en los últimos años. E igual con muchos otros premios. Mire la relación de los Premios Euskadi, por ejemplo. Las mujeres también son minoría en los ámbitos que deciden a quién dar prestigio. Aquí se repite también lo mismo que sucede en otros ámbitos de la vida.

P: Publicó su primer libro, la colección de cuentos Hamabost zauri, en 2004. ¿Qué tipo de escritora era entonces y cómo es en la actualidad? ¿Qué balance hace de su trayectoria?

R: Con los años, además de tener más experiencia escribiendo, lees cada vez más cosas y aprendes más. La propia experiencia de escribir te enseña mucho y, por supuesto, mi forma de escribir ha cambiado de 2004 hasta hoy o, mejor dicho, ha tenido una evolución. En los últimos meses he estado traduciendo al castellano esos cuentos escritos hace tiempo y lo he percibido. Muchas veces he pensado: en la actualidad escribiría esto de otra manera.

P: Ha compaginado cuento y novela. ¿Con qué está más cómoda? ¿Por qué? ¿Cuál es más agradable, más agradecido?

R: Yo siempre digo que me veo más como escritora de cuentos que como novelista. Yo me enamoré de la literatura leyendo libros de cuentos y durante muchos años sólo he escrito cuentos. Luego escribí la novela Amaren eskuak y entonces supe lo distintos que son ambos géneros. Generalmente las ideas que pasan por mi cabeza adoptan forma de cuento, ésa es mi tendencia natural. Y lo que más me gusta de los cuentos es su fuerza para sugerir. El cuento no lo dice todo. El cuento deja ocultas muchas cosas y lo que el autor debe lograr es que mostrando únicamente la punta del iceberg el lector vea ese gran trozo de hielo existente bajo el agua. Se trata de un juego.

En ese sentido, cuando escribí la primera novela me sentía obligada a contar demasiado, a explicar demasiadas cosas. Y, por otro lado, la novela te obliga a hacer el esfuerzo de guardar muy bien la perspectiva. Son dos tareas muy diferentes. Y la manera de trabajar para escribir cuentos o una novela es muy diferente. No creo que una sea más complicada que la otra, son diferentes.

P: La novela Amaren eskuak ha sido traducida al castellano y al alemán con los títulos Las manos de mi madre y Mutters hände respectivamente. Cuéntenos la experiencia. El proyecto para llevar la novela al cine está en marcha. ¿Qué tal va el proyecto?

R: Yo siempre he dicho que la novela Amaren eskuak me ha dado muchas satisfacciones. Y satisfacciones que yo no esperaba cuando la escribí. Tuvo muy buena acogida entre los lectores vascos, la traduje al castellano y la acogida también está siendo buena en ese idioma. Se publicó también en alemán y, además, hay en marcha un proyecto para hacer una película basada en la novela. Publicar en castellano ha sido una bonita experiencia y la traducción al alemán, entre otras cuestiones, me dio la oportunidad de presentar la obra en Alemania, en Frankfurt y en Berlín. En esas ocasiones te das cuenta de que la literatura no tiene fronteras. De que un texto que tú has escrito en soledad puede viajar hasta la mesilla de noche de una persona berlinesa. De un lugar íntimo a otro lugar íntimo.

Y la experiencia de la película es nueva para mí. Te das cuenta de que el cine tiene sus leyes y de que para contar una misma cosa hay que cambiar totalmente la forma de contarla, hay que cambiar mucho la obra original. Ahora se está escribiendo el guion y la intención es grabar la película en 2011.

P: Es una escritora premiada. ¿Qué son los premios para usted?

R: No todos los premios son iguales pero es cierto que la mayoría de los premios cumplen una función de marketing. Un premio alarga la vida de un libro y, teniendo en cuenta que la vida de un libro es cada vez más corta (una novedad cada vez tarda menos en convertirse en libro viejo), pues debemos entenderlo como una herramienta para alargar la vida del libro. Pero, como decía, no todos los premios son iguales. En ese sentido, considero que la fórmula de la beca es muy eficaz, por ejemplo. Ahí está la beca Igartza, o las que ofrece la Fundación Elkarlanean. La beca ofrece al escritor neófito la oportunidad de escribir su obra en unas condiciones mínimas.

P: Cómo vive el mundo de la literatura: promoción de libros, presentaciones, espacio en los medios de comunicación, críticas, Premio Euskadi... premio de literatura española...

R: En cierta ocasión escuché a un escritor galardonado con un premio importante que desde que se ha hecho “escritor” no tiene tiempo para escribir: que si promoción, que si entrevistas, conferencias... Las cosas ajenas a la literatura a menudo quitan mucho tiempo al escritor. Las entrevistas y las conferencias también son parte de nuestro trabajo y las hago sin problemas, pero es verdad que sigo muy de lejos otro tipo de debates surgidos en torno a la literatura y que a menudo están más ligados a otras cuestiones que a la propia literatura. Además, me cuesta ofrecer opiniones categóricas en torno a ciertas cuestiones porque en mi mente predomina la duda.”







canvi calendari lectures

 



    La lectura prevista per al mes de gener del 2024, Las primas, d'Aurora Venturini, per manca d'exemplars a la xarxa de biblioteques, s'ha substituït pel següent de la llista: La casa del padre, de Karmele Jaios.

    Al seu moment, ja us informarem quina serà la lectura del mes de febrer 2025.

2 de des. 2023

hamnet, fragment, i 4

 




    “De sobte un soroll estrepitós sobresalta l’Agnes. En algun lloc, sonen unes trompetes. El brogit de la multitud creix fins a convertir-se en una ovació caòtica. La gent aixeca els braços; hi ha aplaudiments dispersos, uns quants víctors, alguns xiulets ensordidors. A l'Agnes li arriba des de darrere un soroll desagradable, un renec, un crit escandalós que demana una mica de brillo, per l'amor de Déu.

    Les trompetes repeteixen la melodia, una tornada circular, i sostenen una última nota allargassada. El silenci s'estén entre el públic i dos homes surten a l’escenari.

    L'Agnes parpelleja. D'alguna manera, el fet que ha vingut a veure una obra de teatre li havia anat marxant del cap. Però resulta que és aquí, al teatre del seu marit, i l'obra comença.

    Un parell d'actors estan drets sobre una tarima de fusta i parlen l'un amb l'altre com si ningú els mires, com si estiguessin completament sols.

    Ella no se'n perd ni un detall i escolta, atenta. Els homes estan nerviosos, inquiets, miren al seu voltant, empunyen l'espasa. ¿Qui va?, crida un d'ells cap a l'altre. Dona't a conèixer, li crida l’altre. Entren mes actors a l'escenari, tots nerviosos, tots alerta.

    L'Agnes no pot evitar adonar-se que la multitud que l'envolta està completament callada. No parla ningú. No es mou ningú. Tothom està completament concentrat en aquests actors i en el que diuen. S'han acabat del tot les empentes, els xiulets, les batalles pels pastissos, i en lloc d’això hi ha una munió de gent silenciosa, captivada. És com si un mag o un bruixot hagués brandat la vareta sobre el lloc i els hagués convertit a tots en pedra.

    Ara que es aquí i l'obra ha començat, l'estranyesa i la indiferència que ha sentit durant el viatge, i mentre era a l'hostal, se li escolen, com un engrut. Se sent preparada, se sent furiosa. Vinga dones, pensa l'Agnes. Ensenya'm el que has fet.

    Els actors que hi ha a l'escenari conversen emfàticament. Gesticulen, assenyalen aquí i allà i passegen amunt i avall engrapant les seves armes. N'hi ha un que diu una frase, després un altre i després torna a ser el torn del primer. L'Agnes observa desconcertada. Ella s'esperava una cosa familiar, una cosa sobre el seu fill. ¿De què havia d'anar l'obra, si no? Però aquesta gent és en un castell, en una fortificació, i discuteixen per no res.

    Només ella, sembla, es lliure de l'encanteri del bruixot. A ella la màgia no l'ha afectat. Li venen ganes de protestar o d'enriure-se'n. El seu marit va escriure aquestes paraules, aquests diàlegs, però ¿què té a veure tot això amb el seu fill? Vol escridassar la gent que hi ha dalt de l’escenari. Tu, diria, i tu: tots plegats no sou res, això no és res, comparat amb el que era ell. No us atreviu a pronunciar el seu nom.

    Un gran cansament s'apodera d'ella. Agafa consciència del mal que li fan les cames i els malucs, a causa de totes les hores que ha passat a cavall, a causa de la falta de son, de la llum del teatre, que sembla que li fa venir picor als ulls. No té prou forca ni esma per aguantar aquesta pressió dels cossos que l'envolten, aquests llargs parlaments, aquests rius de paraules. No pensa estar-se més temps aquí dreta. Marxarà i el seu marit no en sabrà mai res, de tot això.

    De sobte, un dels actors diu alguna cosa sobre una visió espantosa i, a poc a poc, l'Agnes hi cau: el que aquells homes que discuteixen busquen, esperen, es un espectre, una aparició. Volen que aparegui, però també els fa por, tot alhora.

    L'Agnes es manté molt quieta i observa els seus moviments, escolta les seves paraules. Plega els braços perquè els que l'envolten no puguin tocar-la ni desequilibrar-la amb una empenta, perquè no la distreguin. Necessita estar concentrada. No es vol perdre res en absolut.

    Quan apareix l'espectre, un crit ofegat s'estén entre el públic. L'Agnes no s'immuta. Clava els ulls en l'espectre. Va vestit amb armadura de cap a peus, la visera del casc abaixada, parcialment cobert per un sudari. L'Agnes no escolta els brams ni els laments dels homes esparverats que hi ha a les muralles del castell. L'observa amb les parpelles entretancades.

    No treu l'ull de sobre l'espectre: l'alçada, aquell moviment del braç, la mà girada cap amunt, un particular arronsament dels dits, aquell balanceig de l'espatlla. Quan s'aixeca la visera, l'Agnes no se sent gens sorpresa ni desconcertada: es limita a acabar de constatar el que per a ella era un fet. L'espectre porta la cara pintada d'un blanc espantós, la barba tenyida de gris; va vestit com si hagués d'anar a batallar, amb casc i armadura, però tot això a ella no l'enganya. Sap perfectament qui hi ha a sota d'aquell vestuari, d'aquella disfressa.

    L'Agnes pensa: molt be, doncs. Ets aquí. ¿Què et proposes?

    Com si li hagués transmès els seus pensaments, com si haguessin anat des del seu cervell al de l'espectre, a través de la gent —que ara llança crits d'alerta als homes de les muralles—, el cap de l'espectre es gira de cop. Té el casc obert i els seus ulls miren cap al públic.

    Sí, li diu l'Agnes, aquí em tens. ¿I ara què?

    L'espectre marxa. Sembla que no ha trobat el que buscava. S'aixeca un murmuri de decepció entre el públic. Els homes de dalt l'escenari continuen parlant sense parar. L'Agnes canvia de posició, es posa de puntetes, es pregunta quan tornarà l'espectre. No vol perdre'l de vista, vol que torni; vol que s'expliqui.

    Quan està estirant el coll per darrere el cap i les espatlles d'un home que té al davant, sense voler trepitja el peu de la dona del costat. La dona deixa anar un petit crit i fa un moviment brusc, de manera que al nen que porta sobre les espatlles li cau l’os de be. L'Agnes demana disculpes, agafa el colze de la dona perquè no perdí l'equilibri i s'ajup per recollir l’os quan sent una paraula des de l'escenari que fa que redreci l'esquena i l’os se li esmunyi d'entre els dits.

    Hamlet, ha dit un dels actors.

    Ha sentit el nom, tan clar i ressonant com el repic d'una campana llunyana.

    I el torna a sentir: Hamlet.

    L'Agnes es mossega el llavi fins que tasta el sabor acre de la seva pròpia sang. Entrellaça les mans amb força.

    Els homes que hi ha dalt de l'escenari diuen el nom, se’l passen els uns als altres com si fos la fitxa d'un joc de taula. Hamlet, Hamlet, Hamlet. Sembla que es refereixin a l'espectre, a l’home mort, a aquella figura que ha marxat.

    Sentir aquell nom, dit per persones que no coneix ni coneixerà mai de res, utilitzat per referir-se a un vell rei mort: l'Agnes no ho pot entendre. ¿Per què ho deu haver fet, el seu marit? ¿Per què ha de fer veure que per a ell aquell nom no significa res, només un seguit de lletres? ¿Com pot haver robat aquest nom per després escorxar-lo i buidar-lo de tot el que encarna, desproveir-lo de la vida que contenia? ¿Com pot haver agafat la ploma i haver-lo escrit en un paper, haver trencat el lligam d' aquest nom amb el seu fill? No té sentit. Aquest fet travessa el cor de l'Agnes, li arrenca les entranyes, amenaça de separar-la d'ella mateixa, d'ell, de tot el que tenien, de tot el que eren. Pensa en aquells pobres caps d’allà al pont, les seves dents nues, els colls vulnerables, les expressions de por immòbil, i es com si ella fos un d'aquells caps. Sent el tremolor del riu, el bressoleig incorpori dels cranis, la seva recança muda i inútil.

    Marxarà. L'Agnes sortirà d'aquest lloc. Trobarà el Bartholomew, pujarà en aquell cavall exhaust, tornarà a Stratford i escriurà una carta al seu marit dient-li: no vinguis a casa, no tornis mai mes, queda't a Londres, no en volem saber res més, de tu. L'Agnes ja ha vist tot el que necessitava veure. És exactament el que temia: ell ha agafat el més sagrat i entranyable dels noms i l'ha tirat enmig d'un galimaties, d'un número de teatre.

    Havia pensat que venir aquí, presenciar això, potser li obriria una escletxa per entreveure el cor del seu marit. Potser li oferiria una manera de tornar a ell. Havia pensar que, potser, el nom del cartell havia sigut un recurs del marit per comunicar-li alguna cosa. Una mena de senyal, una mà estesa, una crida. Mentre cavalcava cap a Londres, havia pensat que potser ara entendria el seu distanciament, el seu silenci, des de la mort del fill. Ara té la sensació que en el cor d'ell no hi ha res a entendre. Només conté això: un escenari de fusta, actors que declamen, discursos memoritzats, una multitud entregada, una colla de beneits disfressats. Ara veu que, des del principi, perseguia un fantasma, una quimera.

    L'Agnes es recull les faldilles, s'embolcalla amb el xal, disposada a girar l'esquena al seu marit i la seva companyia, quan li crida l'atenció un noi que entra a l'escenari. Un noi, pensa l'Agnes tot desfent-se i refent-se el nus del xal. Després s'hi repensa: no, un home. I després: no, un jove, a mig camí entre un home i un noi.

    És com si li haguessin clavat una fuetada seca a la pell. El noi té els cabells rossos, enlairats al front, un caminar alegre i lleuger, i sacseja el cap amb gest impacient. L'Agnes deixa caure les mans. El xal li llisca espatlles avall, però no s'ajup per recollir-lo. Fixa la mirada en el noi; se’l mira i se'l mira, com si no hagués de treure-li mai els ulls de sobre. Sent que el pit se li buida d'aire, que la sang se li glaça a les venes. De sobte és com si el cercle de cel que té al damunt baixés sobre el seu cap, sobre el cap de tothom, com la tapa d'una caldera. Es mor de fred; s'ofega de calor; vol marxar; es vol quedar per sempre mes aquí, en aquest lloc.

    Quan el rei es dirigeix al noi i li diu: «Hamlet, fill meu», aquestes paraules no suposen cap mena de sorpresa per a l'Agnes. Esclar que és ell. Esclar. ¿Qui havia de ser, sinó? L'Agnes s'ha passat quatre anys buscant el seu fill per tot arreu, incansablement, i ara el té aquí davant.

    És ell. No és ell. És ell. No és ell. Aquest pensament bascula dins seu com un pèndol. El seu fill, el seu Hamnet o Hamlet, està mort, enterrat al cementiri de l'església. Va morir quan encara era un nen. Ha quedat reduït al blanc d'uns ossos pelats en una tomba. Però aquest noi de l'escenari és ell, convertit gairebé en un home, tal com seria el Hamnet ara si hagués sobreviscut, caminant amb el mateix aire que el seu fill, parlant amb la veu del seu fill, dient paraules que el seu pare ha escrit per a ell.

    L'Agnes es posa una mà a costat i costat del cap. Tot això es excessiu per a ella: no sap ben bé com prendre-s'ho, com explicar-s'ho. És excessiu. Per un moment, creu que caurà, que desapareixerà sota el mar de caps i cossos, que quedarà estesa sobre la terra compacta i l'esclafaran un centenar de peus.

    Però llavors l'espectre torna i el noi Hamlet hi parla: està terroritzat, furiós, pertorbat, i un vell i conegut desig omple l'Agnes, com l'aigua que inunda la llera seca d'un riu. Té ganes de posar les mans sobre aquest noi, té ganes de tenir-lo entre els seus braços per consolar-lo i reconfortar-lo, ho ha de fer... encara que sigui l’última cosa que faci.

    A l'escenari, el jove Hamlet escolta com el vell Hamlet, l'espectre, li explica la història de com va morir, a causa d'un verí que va circular pel seu cos, «més ràpid que el mercuri», i l'Agnes veu que el jove l'escolta ben bé com el seu Hamnet: la mateixa manera d'inclinar el cap, el gest de tapar-se la boca amb els nusos de la mà quan escolta una cosa que no entén immediatament. ¿Com pot ser? L'Agnes no ho entén, no ho entén de cap manera. ¿Com pot ser que aquest actor, aquest jove, sàpiga ser el seu Hamnet quan no ha vist ni ha conegut mai el seu fill?

    La resposta s’instal·la-la com una fina capa de pluja sobre l'Agnes, que ara avança cap als actors, obrint-se camí entre el públic apinyat: el seu marit ha fet una mena de sortilegi. Ha trobat aquest noi, l'ha instruït, li ha ensenyat a parlar, a moure's, a aixecar la barbeta així o aixà. L'ha fet assajar i exercitar-se; l'ha preparat. Li ha escrit paraules per ser dites i escoltades. L'Agnes intenta imaginar-se aquests assajos, la precisió amb què el seu marit devia ensinistrar-lo, i el que devia sentir quan el noi havia començat a sortir-se'n, la primera vegada que havia imitat perfectament aquell caminar, aquella colpidora manera de girar el cap. Potser el seu marit li havia hagut de dir: sobretot deixa't el gipó deslligat, els cordons penjant, i hauries de portar unes botes plenes de rascades, i ara remulla't els cabells perquè et quedin aixecats, així.

    El Hamlet, aquí, en aquest escenari, és dues persones: el jove, viu, i el pare, mort. Està viu i mort a la vegada. El seu marit l'ha tornat a la vida de l’única manera que pot fer-ho. Mentre l'espectre parla, l'Agnes veu que el seu marit, a l'escriure això, a l’assumir el personatge de l'espectre, s'ha canviat de lloc amb el seu fill. Ha agafat la mort del seu fill i l'ha feta seva: s'ha entregat a l’abraçada de la mort i ha fet ressuscitar el noi en lloc seu. «Oh, horrible! Horrible, mes que horrible!», murmura la veu tenebrosa del seu marit al recordar l’agonia de la seva mort. L'Agnes veu que ha fet el que qualsevol pare desitjaria fer, canviar el patiment del seu fill pel seu, ocupar el seu lloc, oferir-se com a substituí del seu fill perquè el noi pugui viure.

    Tot això l'hi dirà, al seu marit, més tard, després que s'hagi acabat l'obra, després que s'hagi fet el silenci, després que els morts s'hagin aixecat d'un salt i hagin ocupat el seu lloc entre els actors arrenglerats al davant de l'escenari. Després que el seu marit i el noi, les mans agafades, hagin fet una reverencia rere l'altra, abaixant la cara enmig de la tempesta d'aplaudiments. Després que l'escenari hagi quedat desert i hagi deixat de ser una muralla, un cementiri, un castell. Després que ell l'hagi anat a buscar, obrint-se pas entre la multitud, el rostre encara ple de regalims de pasta blanca. Després que hagi agafat la mà de l'Agnes i l'hagi abraçat contra les sivelles i el cuir de l'armadura. Després que hagin estat junts enmig del cercle obert del teatre i el lloc hagi quedat buit com el cel que tenen al damunt.

    De moment, però, l'Agnes és a primera fila, al límit de l'escenari, agafada amb les dues mans a la vora de fusta. A un metre de distància, potser dos, hi ha el Hamlet, el seu Hamlet, tal com hauria pogut ser si hagués estat viu, i l'espectre, que té les mans del seu marit, la barba del seu marit i parla amb la veu del seu marit.

    L'Agnes allarga una mà com si volgués donar-los les gràcies, com si volgués tocar l’aire que els envolta a tots tres, com si volgués travessar la frontera que hi ha entre públic i actors, entre vida real i teatre.

    Just quan es disposa a sortir d'escena, l'espectre es gira cap a ella. Li clava els ulls, les seves mirades es troben i ell diu les seves ultimes paraules:

—Recorda'm.”

Hamnet
Maggie O'Farrell
traducció de Marc Rubió
l'alta editorial, 2021
pàgines 345-353