24 de nov. 2006

Tú, lector/ra

Si una noche de invierno un viajero...

Ítalo Calvino
Siruela,
Madrid, 1.989 (1ª edición italiana 1.979)
289 páginas


Se hace difícil resumir el argumento de esta obra porque el autor, de forma consciente, ha querido romper con toda convención, con el tradicional punto de vista unívoco en primera o en tercera persona y con la estructura formal de cualquier relato que se ajuste a la tradición. Se puede decir que no hay argumento porque el argumento lo debemos desarrollar nosotros, lectores, a lo largo de cada una de nuestras lecturas.

Me explico:

Lo primero que choca al leer la obra calviniana es el cambio constante del punto de vista narrativo. Comienza con una contundente e inusual, en narrativa, segunda persona: “Estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Italo Calvino” (página 7), con lo que, de forma inopinada, nos hace protagonistas de la narración. Esta figura del lector-personaje, que algunas veces es un personaje más de la trama y otras nosotros mismos, la utiliza Calvino con el fin de dar protagonismo al lector en la ordenación de los hechos de la trama frente a un autor “ausente” que, al igual que en la misma novela, se muestra esquivo y escurridizo. El lector se erige, por ello, en protagonista y autor de la continuación de la trama de cada una de las novelas. Italo Calvino cultiva en esta obra su gusto por la experimentación y el laboratorio novelístico, por el equívoco y el desafío intelectual. Calvino lo expresa claramente en la misma obra: “El abrirte paso a filo de espada (abrecartas) en la barrera de las hojas se asocia con el pensamiento de cuanto la palabra encierra y esconde: te adentras por la lectura como por un tupido bosque” (página 53). Inmediatamente señala: : “ La novelaque estás leyendo quisiera presentarte un mundo compacto, denso, minucioso “ (páginas 53-54) y, acaba, “… y ya estás lanzado a la persecución de todas estas sombras juntas, las de la imaginación y la de la vida” (página 62)., porque Calvino juega con nosotros en todo momento, con la confusión entre realidad y ficción. Entre vida y sueño. Entre este lado del espejo y el de Alicia.

La segunda característica que deseo destacar de la novela es la destrucción de cualquier indicio de trama. Calvino desprecia el tiempo cronológico y se recrea en el tiempo del ahora, en las sensaciones y el tiempo interior del lector-protagonista, es decir, de nosotros. Así, el autor, por medio de la lectora nos enuncia su ideario literario: “La novela que más me gustaría leer en este momento – explica Ludmilla- debería tener como fuerza motriz sólo las ganas de contar, de acumular historias sobre historias, sin pretender imponerte una visión del mundo, sino sólo hacerte asistir a su propio crecimiento, como una planta, un enmarañarse como de ramas y hojas… recobrar una condición de lectura natural, inocente, primitiva…” (página 107) porque “leer es ir al encuentro de algo que está a punto de ser y aún nadie sabe qué será” (página 86).
Por otra parte, como lectores habituales que somos, todos sabemos que en la lectura de una novela o relato adoptamos una posición de “espectadores” del desarrollo de la trama que nos va ofreciendo el autor. Calvino, sin embargo, anula el distanciamiento entre texto y lector o, si se prefiere, entre lector y autor (el lector-personaje termina la novela al mismo tiempo que nosotros, lectores reales). En un pasaje memorable señala la rotura de esta barrera: “… , te asalta el temor de haber pasado también tú “al otro lado” y de haber perdido esa relación privilegiada con el libro que es sólo la del lector: el considerar lo que está escrito como algo terminado y definitivo, al que no hay nada que añadir o que quitar” (página 133)

La última cita me da pie a hablar del tercer aspecto de la novela, la sensación de obra inconclusa, deslavazada, caótica. Esto es así porque el autor quiere destacar la sensación de que el lenguaje y su faceta más acabada, la narración, son un proceso abierto y en constante construcción. La búsqueda desesperada de las continuaciones de los libros denota que no hay libros originales sino rastros de los mismos, no hay textos, sino tantas lecturas de los mismos como lectores. En un juego de muñecas rusas, una novela se construye dentro de otra novela, que a su vez se construye… ”¿cómo fijar el momento exacto en que empieza una historia? "(página 172) "¿Cómo hacer para derrotar no a los autores sino la función del autor, la idea de qué detrás de cada libro hay alguien que garantiza una verdad a ese mundo de fantasmas y de invenciones por el mero hecho de haberles transferido su propia verdad, de haberse identificado a si mismo con aquella construcción de palabras? " (páginas 178-179) Más adelante vuelve a destacar esta sensación de que hay lecturas, no textos: “Cada vez que trato de revivir la emoción de una lectura precedente, extraigo impresiones distintas e inesperadas, y no encuentro las de antes. En ciertos momentos me parece que entre una lectura y otra hay un progreso, en el sentido, por ejemplo, de penetrar más en el espíritu del texto o de aumentar el distanciamiento crítico” (página 283)

Para finalizar, y abundando en la idea de la importancia de las lecturas, se ha de destacar que la novela, obviamente, ya que es una novela de "incipits" , de princios de novelas, considera que el verdadero misterio de los libros radica en su inicio y no en su final. Es, como señala el autor “… la promesa de la lectura” (página 285) lo que quiere realzar la prosa calviniana.

En conclusión, estamos ante una obra que es todo un canto al placer de la lectura y de la imaginación. Un viaje, una aventura, por el ser de una de las principales pasiones del grupo: el arte de narrar historias, de adentrarse en el misterio y la intriga de los libros.

… la lectura es un acto necesariamente individual, mucho más que el escribir” (página 196) pero, nos recuerda: “ la lectura es una operación sin objeto” (página 284), pero bendita operación, añado yo.


Si una noche de invierno un viajero
fuera del poblado de Malbork
asomándose desde la abrupta costa
sin temor al viento y al vértigo
mira hacia abajo donde la sombra se adensa
en una red de líneas que se entrelazan
en una red de líneas que se intersecan
sobre la alfombra de hojas iluminadas por la luna
en torno a una fosa vacia
¿Cuál historia espera su fin allá abajo?

Nosotros decidimos,amigas/os vesprestinos cual será la próxima.

23 de nov. 2006

Cuando el mundo fue dominado por las máquinas

El pasado sábado Fermín planteo un debate, origen de lo que iba a ser su relato, sobre máquinas, internet y el futuro de la humanidad. Como la polémica suscitada fue muy viva, os recomiendo la lectura de este artículo aparecido en la prensa de hoy.

La tendencia, por lo menos en nuestro entorno, es a depender cada vez más de esta red de redes que es internet. Que el siguiente paso sea, al parecer, que adquiera una cierta forma de inteligencia para utilizarla como una herramienta de asesoramiento en nuestra vida diaria o en nuestras elecciones más personales, nos lleva a preguntarnos: ¿ tiene razón Fermín cuando afirma que la máquina nos esclavizara?, ¿acabaremos sucumbiendo a nuestras propias creaciones? Lo hablamos.

21 de nov. 2006

Fin de semana literario-gastronómico

Además de los placeres del paseo y de la buena mesa, los encuentros de temporada " Vespres Literaris" son un lugar para exponer nuestras propias creaciones. En este artículo publicamos el artículo que yo aporte a la reunión y, más adelante, cuando Mabel me pase el suyo, también lo publicaremos en esta bitácora.

ECHEYDE


Siempre me ha gustado el mar. Nací en un pueblo pesquero y cada día de mi vida, hasta donde se remontan mis recuerdos, he soñado con zarpar en busca de aventuras y atracar en lugares desconocidos. Soy un soñador, lo sé, me lo recuerdan constantemente mis amigos, pero el sueño tan esperado, por fin, se puede hacer realidad.

Hace unos meses un grupo de amigos y conocidos del pueblo decidimos preparar un largo viaje en barco. Nos gusta el riesgo, la aventura y conocer el mundo más allá de nuestro pequeño pueblo de pescadores donde nunca pasa nada. Algunos lo llamaran suicidio, otros locura, para nosotros puede ser la aventura de nuestra vida y un giro radical en nuestros destinos. Los preparativos han sido intensos, días frenéticos de calcular los aprovisionamientos, la cantidad de combustible, de conseguir el dinero para hacer las compras, de interminables charlas con los compañeros sobre cuál puede ser la mejor ruta El entusiasmo se palpa en el grupo a pesar de nuestra corta experiencia marinera y la queja de algún compañero que tiene sus reservas sobre el éxito de la travesía. Salvando las iniciales reticencias de nuestras familias, en muy poco tiempo hemos conseguido reunir dinero para la embarcación, el combustible, los alimentos, el agua y los instrumentos de navegación. Ya llevamos en el puerto unas dos semanas y se acerca el día de zarpar. Mañana empezará una nueva vida. Esta noche, con toda seguridad, dormiremos muy poco porque ardemos en deseos de iniciar el viaje, no tenemos miedo, somos jóvenes y queremos conocer nuevas tierras y nuevas gentes.


Han pasado cuatro semanas desde que escribí en mi diario los párrafos anteriores. Hoy, en el barco, vivimos inmersos en el miedo, en la angustia y nuestros rostros reflejan el horror de una travesía espeluznante. Cuando partimos el día amaneció radiante, sin nubes, ideal para navegar. Todo fue bien durante los primeros cuatro días de ruta; la mar estaba encalmada y el motor de nuestra embarcación runruneaba suavemente a la par de nuestra felicidad y de nuestra esperanza. En la noche del quinto día de navegación, ¡nefasta noche!, se abatió sobre nosotros una tormenta espeluznante, atroz. En la negrura insondable del mar, abatidos por olas sin tregua, horrísonos rayos iluminaban los cuerpos contraídos por el miedo. De repente, una ola gigantesca barrió la cubierta de nuestro barco llevándose a cuatro de los nuestros e inutilizando el motor. Desde entonces vagamos a la deriva sin motor, ¿por qué no se le ocurrió a nadie comprar piezas de repuesto?, navegamos al capricho de esta mar, que creíamos amiga y que se ha tornado veleidosa y cruel. Hoy se han acabado las provisiones (calculamos una travesía de unas tres semanas) y el agua pronto escaseará. ¿Qué va a ser de nosotros? Nadie habla, nadie osa expresar lo que todos sentimos, el miedo nos ha privado de voluntad, de cualquier intento de acción .Los ojos extraviados de los compañeros se cruzan sin ver. En el silencio de la nave percibo unos sollozos sofocados.

Un mes desde la última anotación en el diario. ¿Cómo puedo narrar lo que he vivido? ¡Horror, horror, horror!, no encuentro otra definición. Con los escasos alimentos que nos ofrece esta mar enemiga y el agua que el cielo nos quiera hacer llegar, los compañeros han ido muriendo sin remedio. Los pocos que aún conservamos alguna fuerza, con gran pesar, los hemos ido lanzando por la borda a medida que morían. Pero lo peor ocurrió ayer. Dos compañeros, de los pocos que quedamos ya en el barco, plantearon la necesidad de comerse al último compañero muerto para poder sobrevivir. Yo creí enloquecer, al fallecido lo conocía desde que éramos unos niños, habíamos jugado juntos, crecido juntos, ¡cómo se les ocurría pensar que me lo tenía que comer! Creí enloquecer, en un ataque de rabia he luchado a muerte contra ellos. Al final, después de haber herido de muerte a uno de ellos, he conseguido lanzar al compañero por la borda. Agotado, me he refugiado en un rincón de la nave atento a lo que harán los que habían sido mis compañeros hasta ahora. El odio, el miedo y la impotencia se dibujan en nuestros rostros agrietados por el sol y el salitre; poco a poco, el sueño, el hambre y el agotamiento van nublando mi vista, he de abandonar, de momento, el diario.




Quince agónicos días han pasado, creo, desde la muerte del compañero, ¿quién puede contar los días en este infierno? Al parecer me he quedado solo, no oigo ningún sonido, no se oyen maldiciones, ni oraciones, ni toses… nada, silencio; pero no puedo asegurarlo porque me es imposible moverme del lugar donde me he derrumbado. En los últimos días se han sucedido las muertes, Desgraciadamente, como nuestro estado de debilidad es extremo, se han ido quedando allí donde morían, expuestos al sol, ¡secándose al sol!... ¿Seré yo el próximo? Creo que tengo algo de fiebre, ¡estoy tan débil! Algunas veces me río sin motivo aparente, recordando los preparativos del que iba a ser el viaje de nuestra vida. De una nueva vida para todos nosotros. La mayor parte del tiempo dormito o lloro. Me es imposible moverme pero, en los escasos minutos de lucidez que disfruto, intento escribir estas líneas. Cada vez estoy peor, me noto los labios totalmente agrietados y sangrantes. En el duermevela febril de las últimas horas he visto la montaña blanca que, según los marineros del pueblo, debía ser nuestro destino. Será una alucinación o tal vez estoy muerto porque veo una luz muy intensa que se acerca.

EPÍLOGO

El pueblo guanche denominaba al viejo volcán Echeyde.
Para los romanos era Nivaria
Para los aborígenes de la Palma era Tene ife (que significa montaña blanca)
Para los españoles es el Teide, en la isla de Tenerife.
Para los muchachos que se lanzan a la mar cada día, es un faro que señala la frontera de sus esperanzas: es la montaña blanca que señala el inicio de una nueva vida: .Europa.

Vespres Literaris en el Collsacabra, otoño 2.006

20 de nov. 2006

A pie por el Collsacabra


Vespres Literaris ha celebrado su primer fin de semana literario-gastronómico (Otoño 2.006) a los pies de los despeñaderos del Collsacabra, en el valle de Sau.

Esta zona pertenece a lo que se denomina Catalunya húmeda y está situada entre las sierras prelitoral y transversal, en un altiplano rodeado por el sur y por levante por despeñaderos , denominados por aquí "cingles" de una altitud media de unos 1.100 metros. Geológicamente, los "cingles" están formados por materiales sedimentarios, especialmente margas y arcillas rojizas de época eocénica. El paisaje está vertebrado por toda la cuenca que ha formado el río Ter. La Generalitat de Catlalunya lo ha declarado espacio natural protegido bajo el nombre de "Espai Natural Gilleries- Savassona."

El poblamiento de la zona es muy disperso, abundan las masias aisladas y la economía se sostenía, hasta hace unas décadas, en la agrícola y la ganadería. Actualmente el sector terciario y de segundas residencias dominan los fines de semana de la comarca. Los municipios que comprende el Collsacabra son, por orden de importancia: L'Esquirol (o Santa Maria del Corcó), Tavertet, Rupit y Pruit. El nombre de Collsacabra le proviene porque el lugar pertenecía a la jurisdicción del castillo de Cabrera , denominado Cabrerès).

El domingo parte del grupo emprendió el camino por estos escarpaderos en dirección a la localidad de Tavertet. El paisaje, en algunos puntos ciclopeo, sobrecogía por la belleza de los espacios abiertos. Cerca del pueblo, se podía gozar de la vista de los pantanos de Sau y Susqueda y, al fondo, hacia el oeste la silueta inconfundible del Canigó nos recordaba la cercanía del Pirineo.


El equipo de cocina (gracias Mabel, Carmen, Juan, Montse y Joan) nos obsequiaron con unos deliciosos manjares de temporada, adquiridos en el mercado de Vic.

Os transcribo el menú que degustamos:

Cena del sábado:
1er plato
Amanida de temporada amb formatge de cabra.
2o plato
Saltejat de bolets amb butifarres de la Plana.
Postre
Delicies de codony amb formatge fresc.


Comida del domingo:
1er plato
Crema de carabassa amb crostonets.
20 plato
Galtes de porc amb puré de castanyes i puding de arrós.
Postre
Pa de pessic amb ratafia i music.

El encuentro literario-gastronómico se desarrollo bajo los auspicios que nos dedicó el equipo de cocina:


Del cor dels Vespres Literaris
sortirà un gran espetec
que farà ressons de culleres
a les parets del Collsacabra



Un éxito total que tendrá su segunda edición en febrero por tierras tarraconenses en el encuentro "Hivern 2006-2007". ¡Hasta entonces!






16 de nov. 2006

La primera novela Okupa

Lola Lafon

Una fiebre ingobernable
Anagrama
Panorama de narrativas
Barcelona, 2.005
314 páginas

Todos nosotros hemos leído, visto o escuchado en prensa, televisión y radios de la existencia de grupos radicales que producen destrozos en el corazón de Barcelona. Para unos son grupos antisistema, otros los engloban en los colectivos de Okupas y antiglobalización. La característica común a todos ellos es que han elegido la vía de la acción directa, que no es nueva en la ciudad, para hacer oír sus reivindicaciones.

La obra de Lola Lafon narra, desde la vida interior de estos grupos, el ideario, los métodos y las consignas de lucha de los mismos. Landra, la protagonista de esta novela-diario, ha sufrido una violación a manos de “un hombre por encima de toda sospecha”, en palabras de la protagonista. La rabia, el miedo y el convencimiento de que esta agresión ha roto toda relación afectiva con la vida que había llevado hasta ahora, le impele a acudir, por casualidad, a una manifestación del grupo de extrema izquierda Estrella Negra Express (en unos carteles que el grupo ha repartido por la ciudad, convocan un acto reivindicativo bajo el lema “La resignación es un suicidio cotidiano”. De esta manera, Landra, durante cuatro años, inicia una vida de “vértigo”, de una “fiebre ingobernable”, donde tratará de ocultar su dolor, borrar el pasado bajo el “ruido” de los encuentros “altermundistas”, de la okupación de inmuebles y la acción en el seno de los grupos de extrema izquierda europeos.

La novela es una biografía, más o menos fiel, de la vida de la autora (en entrevistas concedidas por Lafon, afirma que las palabras y los hechos narrados en la novela pertenecen al mundo de la ficción), joven cantante, escritora y artista de origen rumano y afincada en Francia. A lo largo de sus páginas hay una palabra que se repite machaconamente: MIEDO. Por ello, para mi, la novela es la narración de la lucha constante de Landra para enfrentarse al mismo, para hacerle frente “de pie” al abuso, la humillación, la prepotencia que le produjo ese hombre, que la puso “de rodillas”, y que se transmuta en una lucha colectiva contra los abusos, las humillaciones y las imposiciones de este mundo “globalizado”, necio e insolidario.


“Día tras día, del orden del mundo se derivan diferentes tipos de violencia. Pobreza, hambre, exclusiones, la muerte de millones de personas, la destrucción de espacios vivos, los árboles, los océanos. Eso es precisamente lo que rechazamos.

Romper los escaparates de los bancos y de las multinacionales es un acto simbólico.

¿Nos acusan de violencia?

Sólo destruimos objetos inanimados, pero los campesinos brasileños, los rebeldes mexicanos, los niños de siete años que trabajan, los mares del mundo entero están vivos y bien vivos y sus sufrimientos son muy reales.

Lloráis si vibran unos cristales.

Y no decís nada cuando mueren personas

(la cursiva es mía)

(páginas 56-57)

Una novela escrita con el corazón abierto.




Publicar es fácil


Se va convirtiendo en una costumbre las miradas de esta bitácora a la relación entre literatura e internet.

Hoy presentamos al grupo una página que nos promete publicar y vender nuestra creación (ya sea una novela, un relato corto, una recopilación de cuentos, un libro de poemas o una obra de teatro. También se puede publicar una canción, un reportaje fotográfico o un estudio o ensayo); todo ello en cuestión de¡ mínutos!. Además no hay costos iniciales, ni tiradas mínimas y, ¡eureka!, se tiene el control absoluto de los derechos de autor y, ¡sí, hay más!, nosotros fijamos el precio de nuestra creación.

El mecanismo es sencillo y rápido. El creador "cuelga" en la página su creación después de elegir el tipo de encuadernación, de papel, de letra, etcétera y fijar el precio por su obra. Los potenciales compradores visitan la página y encargan el producto; con lo que las tiradas se ajustan a la demanda real. Los autores del invento aseguran que de esta forma el autor, que controla la autoría de su obra, pasa a cobrar del 10% de derechos de autor que ofrecen las editoriales tradicionales al 80 % de los mismos gracias al sistema de compra bajo pedido.

Podeís visitar la página.

13 de nov. 2006

La vejez, otra visión





Pep, un compañero del grupo, no pudo asistir a la última lectura sobre el tema de la vejez pero nos ha hecho llegar una reseña sobre otro libro que también versa sobre dicho tema y que reproducimos a continuación:





LA PUERTA
Magda Szabo
Editorial Mondadori

El llibre està escrit en primera persona, i basat en fets reals. Magda, l’autora, busca algú que l’ajudi a portar la casa on viu amb el seu marit, i contracten els serveis d’Emerenc una dona gran que serà la protagonista d’aquesta novel·la. L’acció transcorre a Budapest cap a la dècada dels setanta-vuitanta del segle passat.
La forta personalitat d’Emerenc, marca la relació amb cada un dels personatges que l’envolten. En un primer moment Magda es troba cohibida davant d’aquesta dona que viu en un mon tant hermètic, que fins hi tot no permet que entri ningú a casa seva, un espai privat que guarda zelosament dels atacs del exterior. En aquest cas la porta no tants sols és un instrument per guardar la intimitat, sinó que té una funció de control fronterer entre dos móns diferents, el públic i el privat. Aquest país interior no emet passaports, per tant ningú està autoritzat a creuar aquesta línia. De mica en mica, però, la relació d’aquests dos personatges va entrant en una dinàmica d’enteniment i estimació mútua, sempre sense cap mena de reconeixement ni concessions per part d’Emerenc.
Recorda aquesta relació la que s’establia entre la Janna y la Maudie a “Diario de una buena vecina”, de Doris Lessing, on la Maudie està desitjant que la Janna vingui a veure-la però en canvi quan la te davant li fa mala cara.
Emerenc, com un Peter Pan adult es nega a fer-se vella i ocupa totes les hores del dia i de la nit per fer coses, ajuda a la Magda a casa, te cura d’escombrar el carrer - de fulles a la tardor i de neu a l’hivern – es preocupa per les seves amigues, i manté el contacte amb un nebot, que és tota la família que li queda. El llibre tracta un univers totalment femení, els personatges masculins, el marit, el nebot i un capellà hi apareixen puntualment com a contrapartida d’aquesta realitat femenina, on fins i tot els gats – un altre paral·lelisme amb l’obra de la Lessing - i tenen un paper més transcendental.

Així com “Diario de una buena vecina” vaig trobar que era un llibre ple de tòpics i escrit amb un llenguatge una mica arcaic, aquest m’ha semblat viu, molt més actual i escrit amb una prosa d’aquella que, si bé per una banda vols anar avançant en la seva lectura per un altre voldries que no s’acabes, i és que realment és un plaer llegir-ho.

L’argument del llibre, no és l’únic paral·lelisme amb l’autora del Diario de una buena vecina, Magda Szabó neix a Hungria el 1917, Doris Lessing a l’actual Iran dos anys després, el 1919. El Diario... es pública per primera vegada el 1983 i La Puerta és d’aquesta mateixa dècada del 1987 – si bé no ha estat traduïda al castellà fins el 2005 -.
Magda Szabó neix com hem dit el 1917, filla d’una família burgesa, publica les seves primeres obres a finals de la Segona Guerra Mundial, i poc després quan els comunistes arriben al poder l’autora desapareix de l’escena literària i es dedica a la traducció i l’ensenyança. Cap els seixanta comença de nou la seva tasca literària i comença a publicar novelles, poesia i assaig, obtenint varis i prestigiosos premis literaris, La Puerta va rebre fa poc a França el premí Femina a la millor novel·la estrangera.

Com a conclusió només puc afegir que dinou euros, és un preu irrisori per gaudir d’aquest llibre a la prestatgeria de casa i poder-lo deixar a aquells amics que estimem ( i que sabem que ens el tornaran).

Josep Navarro

8 de nov. 2006

Evolución y mestizaje



En el mes de octubre la tertulía giró entorno a la obra de Jean M. Auel El clan del oso cavernario (ver artículo relacionado). En el debate surgió la pregunta de si nuestros "primos" neandertales se mezclaron, de alguna manera con nosotros.

Pues bien, un investigador de la universidad de Chicago, el señor Bruce Lahn, [ver El País de hoy] lleva investigando desde hace años el gen microcephalin y su vecindad cromosómica haplotipo D. Dicho así no nos dice gran cosa, pero se ha de tener en cuenta que este gen es el que, activado, desarrolla el encéfalo y , desactivado, nos remite a nuestra abuela Lucy. El profesor Lahn ha reseguido las variaciones de dicho gen a lo largo de los siglos y de las cadenas de homínidos, llegando a la conclusión que la última variación de dicho gen se produjo en Eurasia hace unos 37.000 años, a las puertas, por así decirlo, de la gran revolución del Paleolítico Superior y del triunfo del homo sapiens sapiens.

Lo más curioso del caso es que el haplotipo D es totalmente distinto a los 85 haplotipos restantes que todos tenemos, por lo que, concluye el investigador, ha de pertenecer a una especie distinta a la nuestra que se separó de nuestro linaje, por lo menos, hace un millón de años.

Queridos vesprestinos ,¿a quién puede corresponder el honor de habernos transmitido el haplotipo D, ese que nos vitaminó el cerebro? ¡ Correcto, habeís acertado! . Para el profesor Lahn no puede ser otra especie que el hombre de neandertal, que en un arrebato amoroso nos cedió gentilmente sus genes antes de hacer mutis por el foro.

Así, podemos sonreir con Ayla porque, a la postre, su hijo habita en todos nosotros.

7 de nov. 2006

Italo Calvino o un viaje a la literatura experimental



Como indicamos en el artículo dedicado al autor del mes, Italo Calvino ,en sus inicios literarios, se ha de encuadrar en la corriente neorrealista italiana de los años finales de los cuarenta y primeros años cincuenta del siglo pasado. Después de la etapa fantástica, en los años sesenta inicia el camino de la experimentación literaria con su acercamiento al movimiento OuLiPo francés.

Pero, ¿qué significa experimentación, OuLipo, estructura, semiótica, en el mundo literario de aquellos años? Veámoslo.

En 1.948 se creo el Colegio de la Patafísica, “Sociedad de Investigaciones Sabias e Inútiles”. El escritor Raymond Queneau y un grupo de amigos se unieron para reivindicar la figura del autor francés Alfred Jarry, el cual en 1.898 había escrito la novela neocientífica Hechos y dichos del doctor Faustroll, patatísico . Amen de reivindicar la obra de Jarry, se propusieron desmitificar la literatura, adoptando una actitud provocativa y bromista hacia el hecho literario. En septiembre de 1.960, durante el primer congreso dedicado a Raymond Queneau, algunos asistentes crearon un grupo de experimentación literaria que, en principio, se llamó “Seminario de Literatura Experimental” (Sélitex) y estaba formado por 10 personas entorno a Raymond Queneau y François le Lionnais. En noviembre de ese mismo año, el Sélitex se refunda en el denominado Ouvroir de Littérature Potentielle (OuLiPo) o Taller de Literatura Potencial, taller que pasó a formar parte del Colegio de la Patafísica.

El grupo reivindica una literatura que prosiga la búsqueda de formas nuevas que puedan ser utilizadas por los escritores como les parezca. Una literatura que tenga la “potencialidad” de ser utilizada por cualquiera escritor desde el cultivo no del azar, como el dadaísmo, o la escritura automática, como el surrealismo; sino desde el respeto a las reglas de dos disciplinas aparentemente dispares: las matemáticas y la literatura: la semántica, el algoritmo, la combinatoria, la fonética o los fractales, se utilizan para, recombinadas, dar lugar a nuevas obras. Como dice Marcel Bénabou, miembro del grupo: “Se trata de obtener a partir de un número muy reducido de elementos un conjunto muy amplio. Se puede por ejemplo, partiendo de 10 sonetos, crear la potencialidad de los "Cien mil millares de poemas", tal y como demostró Raymond Queneau.


En el viaje literario de nuestro autor, no debían faltar tampoco dos conceptos claves de aquellos años: estructuralismo y semiótica. El estudio profundo de las estructuras del lenguaje así como el significado de los símbolos que, en definitiva, constituyen la estructura profunda del lenguaje, se desarrollo de forma exponencial desde los trabajos de Claude Lévi-Strauss, en el campo de la etnología con la publicación del la obra Las estructuras elementales del parentesco (1.949). Los estudios de la aplicación del estructuralismo a la literatura de Roland Barthes o la obra de Michel Foucault Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas (1.966).
En el próximo artículo analizaremos la utilización de todo este bagaje intelectual en la creación de la obra que discutiremos en diciembre: Si una noche de invierno un viajero... (1.979)

6 de nov. 2006

Una lectura de Italo Calvino

El barón rampante

Italo Calvino
Siruela
Madrid, 1.989
273 páginas


Argumento:

Cossimo Piovasco di Rondò, es un niño de doce años, heredero de la baronía de Rondò, un territorio imaginario en la Liguria de finales del siglo XVIII. Un buen día, harto de los caracoles y de su familia, decide encaramarse a los árboles y no bajar nunca más de ellos. A partir de ese día, Cosimo vive en su ciudad y con sus conciudadanos pero encaramado a los árboles hasta el final de sus días.

La obra:
En el artículo anterior ya hacíamos mención al cambio de registro de Italo Calvino a partir de los años cincuenta del siglo XX. Desde los recursos de la novela fantástica e, incluso, en algunos pasajes, la utilización de un, podríamos decir, "realismo mágico" , el autor utiliza la parábola del rebelde Cosimo para reivindicar valores como la solidaridad, la lucha por los semejantes y el altruismo. Porque Cosimo no es un buen salvaje rousseauniano que se aleja de su comunidad, sino que desde la atalaya de los árboles participa de la vida social, ayuda a sus semejantes y participa de los cambios que se operan en la misma; delicioso es el pasaje de la lucha al lado de los ejércitos napoleónicos contra los austriacos.

El narrador de la historia es el hermano de Cosimo, admirador de las hazañas del hermano pero perfectamente integrado en su papel de noble “aburguesado”. La narración, como es norma en Italo Calvino, es de una gran claridad formal. El lenguaje es sencillo y los párrafos marcan un ritmo de narración armónico. A pesar de lo fantástico del suceso, vemos del todo natural el discurrir de la vida de Cosimo sobre los árboles, sus actividades cotidianas nos parecen perfectamente “realizables” gracias a la maestría narrativa de Calvino.

Un divertimento altamente recomendable.

El autor del mes de diciembre

Italo Calvino nació en 1.923 en Santiago de las Vegas, provincia de La Habana (Cuba), de padres italianos. Su padre, Mario, dirigía una estación experimental de agronomía en dicha localidad. En 1.925, la familia vuelve a Italia, y se instalan en San Remo. Su formación fue laica y librepensadora. Pocos años antes del estallido de la Segunda Guerra mundial se matriculó en la universidad de Turín, en la facultad de agronomía, donde su padre impartía clases de agricultura tropical. Con el estallido de la guerra, Calvino interrumpe sus estudios y es llamado a filas en 1.943. Desertó en el acto, uniéndose a la resistencia en las Brigadas Partisanas Garibaldi. Al finalizar el conflicto, vuelve a Turín pero se matricula en la facultad de Letras, donde se licencia y entabla contactos con el escritor Cesare Pavese, mentor y maestro de nuestro autor que le introduce en la editorial Einaudi, donde empieza a trabajar. Se afilia al PCI., desde donde participa en el debate político y cultural de forma activa.


Sus primeros pasos en la narrativa se enmarcan dentro de la escuela neorrealista. En 1.947 publica El sendero de los nidos de araña, obra que narra los años de lucha antifascista desde la experiencia personal del autor. A partir de la década de los cincuenta del siglo pasado, el autor se decanta por el cultivo del género fantástico y el de la fábula. Su trilogía Nuestros antepasados: El vizconde demediado (1.952), El barón rampante (1.957) y El caballero inexistente (1.959), marca una tendencia a la simplificación formal de la narración pero plena de simbología y giros alegóricos que esconden un paulatino alejamiento del compromiso político en favor de un análisis intelectual de la realidad alejada de dogmatismos. En 1.956 rompe con el PCI en protesta por la invasión soviética de Hungría.


En 1.964 se traslada a Paris, donde entra en contacto con el grupo Oulipo (Taller de literatura potencial) y recibe las influencias del estructuralismo y la semiótica, conceptos que marcan el debate intelectual de aquellos años. Este período, que algunos denominan combinatorio, se caracteriza por un intento de hacer visible al lector la estructura narrativa de las obras mostrando los diversos elementos con los que trabaja un autor a la hora de construir una narración, pero sin renunciar nunca a su utilización de un lenguaje sencillo y a la fluidez de la narración. Uno de los ejemplos más acabado de este período de experimentación es la lectura de este mes Si una noche de invierno un viajero (1.979).

Murió en 1.985 en Castiglione Della Pescaia.

Selección de obras:

Por último, el cuervo (1.949)
Tiempo cero (1.967)
Las ciudades invisibles (1.972)
Palomar (1.983)
Seis propuestas para un nuevo milenio (1.985)

5 de nov. 2006

Elogio de la escritura



El próximo 18 de noviembre se leerán los relatos que han preparado l@s companer@os . Os animo a tod@s a participar del placer de la escritura y la lectura.

El curso pasado, concretamente en diciembre 2.005, se hizo un intento de presentación de relatos partiendo de una frase o incipit, que diera pie a un relato. Desgraciadamente se leyó únicamente el de este cronista. Como aperitivo para aquellos que no estuvieron aquel día ahi va el relato. ¡Ánimo y a escribir!.

UN PUÑADO DE SAL


Es de noche y, sin embargo, llueve ( éste era el incipit) pesadamente como en los amaneceres plomizos de marzo que canturrean la promesa de la primavera enfundados en el tupido vestido del invierno. Ernest Llivia camina acompasando sus pasos al lento tamborilear de las gotas; el día ha sido duro, muy duro, se siente triste, cansado y el frío de la noche le penetra hasta unos huesos maltratados por una vida ambulante. No ha podido trabajar en "su lugar", un resguardado rincón de la catedral, al abrigo de brisas asesinas y patrullas más asesinas.


-¡ Malditos mozalbetes!, masculla, con rabia


Al final, harto de luchar, ha tenido que recorrer media ciudad para encontrar un lugar decente donde montar lo que él llama su "paradeta". La misma se compone de un destartalado carro de compra "continente" que contiene un sinfín de cosas, aparentemente inútiles a nuestros ojos apresurados, pero que, para él, son hitos, faros que marcan los sucesivos naufragios por los que ha pasado su vida de vagabundeo; un perro más viejo que el anciano Ernest, llamado Ulises y una manta raída por las mil y una esquinas de la ciudad. Remata la "paradeta" un sobado cartón que formó parte, en su día, del embalaje de un ultramoderno 486, en el que se puede leer una escueta leyenda: "ayúdenme". Completada la escena, Ernest y Ulises acomodan sus miserias a la vista de los transeúntes.


- Después de todo, algo cae y el día no ha estado del todo mal, se engaña el trotamundos.


El final de la jornada le ha dejado agotado. Al deambular por la soledad de la calle mojada, los vapores húmedos de la lluvia le envuelven en la añoranza de un lejano pasado, cuando era un niño alegre que saltaba sobre todos los charcos sin que sus huesos chillaran de espanto. Recuerda los primeros días del curso escolar, cuando el olor del alcanfor pegado a los chaquetones impregnaba las aulas de un suave aroma a reencuentro; la rabia que le producía a él y a sus compañeros llevar el uniforme escolar; la admiración bobalicona que sentían por las audacias de los mayores; el tedio de las lecciones cantadas una y otra vez y, sobre todo, el insondable misterio de las aulas de las niñas que había frente a las suyas. Ernest sonríe al evocar los recreos de su niñez; el patio minado de los agujeros para las canicas, las marcas caprichosas que delataban el paso de las peonzas, el dolor persistente que le dejaba en la espalda el juego del "cavall fort"...


Todo tiempo pasado fue mejor, reza la sentencia para los que la realidad diaria les es demasiado huidiza y arisca; en su caso la puta realidad es rocosa y con cortantes aristas. Sin darse cuenta la niñez se le escapó de entre las manos, la juventud fue un viajar sin brújula y, ya adulto...,
- ¿Qué pasó cuando me hice mayor?, se pregunta. Viejo Llivia, creo que desde que dejaste tú juventud siempre has sido un viejo sin pasado ni futuro, solo este presente imperfecto, se responde al tiempo que entra a buscar unos cartones secos en el almacén de El Corte Inglés.
Mientras revuelve en el trastero de la ciudad, retorna a sus ensoñaciones. ¿Hay algo mejor que se pueda hacer entre tanta inmundicia?.


Vuelven a su memoria los cálidos olores de la infancia: a pan recién hecho en el horno donde compraba el desayuno camino del colegio, embriagador el de las traviesas del tren donde jugaba con sus amigos.; las tardes de verano, dilatadas, perezosas, con olor a aventura sin fin. La lluvia y el recuerdo de aquellos veranos producen en él un efecto de honda melancolía., de desasosiego y pérdida, porque en su familia se vivían con gran excitación las tormentas del final del verano. La abuela vivía todavía con ellos, era una mujer pequeña, enjuta, de ojos penetrantes y un luto que se perdía en la noche de los tiempos. La mujer, al oir el estruendo del primer rayo, corría con gesto decidido, impensable para su edad, hacia el patio trasero de la casa con una bolsa de sal en la mano; a continuación, como en un ritual antiguo y esotérico, esparcía una cruz de sal sobre el suelo del patio, Ernest no recuerda la salmodia que recitaba pero cree que lo hacía con el propósito de proteger la casa y a sus moradores. Cumplido el ritual, los pequeños de la casa se quedaban quietos , muy quietos , tras los cristales observando como se iba deshaciendo rápidamente la cruz de sal. Pasada la tormenta, todos reían aliviados porque nada malo les había pasado.

Ernest ha tenido suerte, su fiel Corte Inglés le ha proporcionado unos cartones amplios, limpios y, sobre todo, secos. Con ellos a cuestas se dirige a su "pensión" habitual, un cajero de "la Caixa" apartado del centro. Normalmente no aparece nadie por la noche y, lo más importante, es una pensión con un solo inquilino, él. Tal y como era de esperar, no hay nadie en el cajero. Colocado el carrito en un rincón, inicia el ritual de cada noche: uno de los cartones lo coloca en el suelo a modo de colchón, sobre el mismo se acomodarán él y Ulises, la manta les cubrirá y el resto de cartones los ocultará de las miradas indiscretas.
- Es un buen sitio este cajero, piensa Ernest, mientras ambos toman su cena. La suculenta comida se compone de unos huesos de pollo para Ulises que le ha dado l'' Enríc, un conocido que trabaja en el restaurante que hay en la plaza de la Catedral, y , para él , un bocadillo despistado por Enríc de la cocina.
En la calle continua lloviendo de forma machacona. Siempre le ha gustado la lluvia, su efecto hipnotizador, nostálgico. Poco a poco, Ernest se va durmiendo y en su sueño habita la abuela, la casa, la tormenta. En susurros siente a la abuela que le va diciendo, al tiempo que lanza un puñado de sal a su lado:
- Duerme, duerme, mi niño, no tengas miedo, ya no hay hombres malos. Duerme,duerme, corazón, yo estoy a tu lado. Duerme.
En Ernest se ha dibujado una amplia sonrisa.


Vespres literaris Diciembre 2005

La senda de los cátaros


Debido a la distancia y el número de lugares a visitar, proponemos un viaje de 3 días, con 2 noches de alojamiento.

Posibles fechas:

28-29 y 30 de abril de 2.007
5-6 y 7 de mayo 2.007

En el encuentro de diciembre se decidirá la fecha y el tema del alojamiento. Pensar que para un grupo numeroso la reserva se ha de hacer con mucha antelación.

Y para preparar el viaje ahí va un adelanto.


Los cátaros (del griego katharos, que significa "puro'" y también conocidos por los términos albigenses y hombre buenos) eran seguidores del sistema maniqueísta dualístico, que durante siglos floreció en la zona del Mediterráneo. Los dualistas creían en la existencia independiente y separada de dos dioses: un dios del bien y otro del mal. Aparecieron por primera vez en el norte de Francia y en los Países Bajos a finales del siglo XI y principios del XII. Perseguidos y expulsados del norte, se trasladaron hacia el sur, logrando tener una gran aceptación en el Languedoc y las áreas próximas.

La Iglesia cristiana, de la mano del papa Inocencio III, lanzó una Cruzada en el período 1209-1229 que reprimió a los seguidores de este movimiento de una forma brutal, asolando gran parte del sur de Francia. Sólo pequeños grupos de sobrevivieron en zonas muy desoladas, aunque luego fueron perseguidos por la Inquisición hasta finales del siglo XIV.

Para conocer más sobre el tema, ahí va una lista de libros que podéis encontrar en la Biblioteca Ca N’Altimira proporcionada por la compañera Carme Guil que está preparando la salida.

Historia del movimiento:

Adroer i Tasis, A.M. Càtars i catarisme a Catalunya
Atles dels Cátars
Bastart, J. Aude, país cátaro
Dalmau, Antoni Els cátars.
Duvernoy, J. La captura del cátaro Bélibaste
Mestre i Godes, J. Els càtars explicats als meus néts
Els càtars: problema religiós, pretext polític.
Contra els càtars: la implacable repressió de l’Esglèsia.
Viatge al país dels càtars.
Nit de càtars


Novelas:


Dalmau, Antoni Terra d’oblit: el vell camí dels càtars
Irisarri, A. La cajita de lágrimas
Köster, K Hakima
Palomeras, D El temps feliç
Racionero, Luís Cercamón
L’últim càtar
Teixidor, E. L’ocell de foc