31 de març 2023

fragmento dos


 Invisible    

Eloy Moreno

Nube de Tinta, 2020

páginas: 136-137


"A partir de aquel día en el que le salvé la vida las cosas fueron a peor: cada vez más empujones por los pasillos, más zancadillas al entrar o salir de clase, más cosas que me metían en la cartera… pero todo lo hacían de una forma tan disimulada que nadie parecía ver nada.

En clase ya me había acostumbrado a que me tiraran de todo en la espalda: al principio solo eran papeles, gomas de borrar, trozos de tiza, escupitajos… pero después fueron tirándome cosas que ya hacían más daño: lápices, bolis, sacapuntas de esos de metal, algún día alguna pequeña piedra… el problema es que yo nunca hacía nada, nunca me rebelaba.

Lo que más le gustaba a MM era hacerme daño delante de gente, para que todos se rieran de mí, para sentirse importante, con poder.

A veces pensaba que me merecía todo lo que me estaba pasando, por ser tan cobarde, por no hacerle frente.

Yo pensaba que si no hacía nada, que si no le plantaba cara, al final se cansaría de mí y me dejaría en paz. Pero eso no sirvió de nada, sino todo lo contrario.

Recuerdo que al principio todo pasaba dentro del instituto: en clase, en los pasillos, en el recreo… nunca me habían hecho nada fuera, en la calle, por eso el día que ocurrió me pilló por sorpresa.

Aquel día aún volvía de clase con Zaro y Kiri. Me despedí primero de ella con un adiós, sin casi mirarnos. Me despedí a los pocos minutos también de Zaro.

La vuelta a casa la hacíamos casi siempre en silencio, nunca hablábamos de lo que me estaba pasando, creo que ellos no se atrevían a sacar el tema por si me hacían daño, por si me sentía mal, y yo prefería no decir nada, como si al no hablar de algo ese algo no existiera. Ya me dolía bastante tener que sufrirlo para después tener que hablar de ello.

Aquel día, en la esquina del supermercado, Zaro se fue hacia su casa y yo hacia la mía, por el parque. Allí fue donde me sorprendieron.

Salieron de detrás de un árbol y me rodearon. No me dio tiempo a reaccionar, me quedé quieto. De pronto me tenían allí, indefenso. Creo que ellos mismos se sorprendieron de lo fácil que había sido cazarme.

MM se colocó delante de mí y comenzó a reírse, a insultarme, a empujarme mientras otro grababa con el móvil. Un empujón, dos, tres, cuatro… hasta que caí al suelo. Me quitaron la mochila y la vaciaron, y risas, y más risas, y nada más. Demasiada gente alrededor.

—Aún tenemos que ajustar cuentas por lo del bocadillo —me dijo MM mientras se marchaban riendo."


30 de març 2023

fragmento uno

 

Invisible    

Eloy Moreno

Nube de Tinta, 2020

páginas: 17-18




"Ya me ha vuelto a pasar lo mismo.

Me acabo de despertar temblando, con el corazón golpeándome las

costillas, como si quisiera escapar del cuerpo, y con la sensación de que un elefante está sentado en mi pecho.

Hay veces que me cuesta tanto respirar que pienso que si no abro mucho la boca me voy a quedar sin aire.

La buena noticia es que ahora ya sé qué hacer. Me lo explicaron el primer día que llegué aquí, bueno, el tercero, porque de los dos primeros días no recuerdo nada.

Tengo que empezar a contar del uno al diez mientras inspiro y espiro lentamente, intentando que, poco a poco, mi cuerpo se calme, el corazón vuelva a su sitio y ese elefante se marche.

Uno, dos, tres… inspiro y espiro.

Cuatro, cinco, seis… inspiro y espiro.

Siete, ocho, nueve y diez, inspiro y espiro…

Y vuelvo a empezar.

También es importante que, al despertar, no me asuste. Me han dicho que intente recordar que estoy en un lugar seguro, que no me ponga nervioso… para evitar que me ocurra como la primera noche que, en cuanto abrí los ojos, me asusté tanto que comencé a gritar.

Y eso hago ahora: intento no asustarme, espero a que en mis ojos vaya entrando la poca luz que hay alrededor, una luz que poco a poco me ayuda a distinguir todo lo que hay alrededor.

Uno, dos, tres, inspiro y espiro…

Cuatro, cinco… inspiro y espiro…

Seis, siete…

Parece que funciona, parece que ya no tiemblo, que mi corazón va más despacio y que ese elefante sentado en mi pecho ya se ha levantado.

Me quedo quieto."


29 de març 2023

invisible y 3



La opinión de "De Lector a Lector"

    "Eloy Moreno está entre esos escritores imprescindibles para mí, entre esos escritores que sé casi a ciencia cierta que me va a gustar lo que voy a leer y no solo eso, sino que me van a dejar huella. Y así llevo cuatro novelas leídas y así me dejó ayer mismo la última, Invisible, con una huella que sé que no se me va a olvidar.

    Todos los libros de Eloy Moreno tienen varios puntos en común: todos te hacen reflexionar, en todos es fácil verte identificado en algún punto y de todos es difícil explicar de qué tratan sin dejarte algún punto importante y es que creo que en cada libro de este autor cada persona puede sacar sus propias enseñanzas. Para mí el punto en común más importante de todos ellos es que todos me han dejado huella, me han calado hasta dejarme unos días pensando en sus personajes, en sus acciones y sobre todo en las reflexiones que nos deja cada historia.

    En este caso Invisible trata de un tema de plena actualidad en nuestros días y lo trata de tal manera que hace lo complejo fácil de entender y todo gracias a que la voz que nos relata la historia es quien lo sufre.

    A través de sus vivencias, de sus pensamientos, de su manera de interpretar todo lo que sucede a su alrededor iremos viendo como lo que inicialmente la mayoría califica de «bromas de niños» se va convirtiendo en un verdadero problema sin que nadie a su alrededor se dé cuenta. Veremos cómo va creciendo y  creciendo la bola, cómo todo se va haciendo cada vez más grande, más importante, va creciendo más en intensidad y también cómo se transforma.

    También se trata de forma muy acertada la manera en la que un hecho sin importancia puede tener un gran impacto en un niño y cómo todos, en nuestra medida, contribuimos a que el problema permanezca y a que esos «agresores» se hagan más fuertes por nuestro mirar hacia otro lado, por las apariencias, por el miedo, porque no nos toque, por el prestigio, porque hay cosas más importantes o por cualquier otra excusa que nos queramos poner. Esta es la enseñanza que me ha dejado este libro, la conclusión con la que me quedo y con la que no puedo estar más de acuerdo y la que una vez más, como en todas sus anteriores novelas, ha conseguido removerme por dentro y hacer de este libro un libro incómodo porque todos nos podemos ver reflejados en alguna ocasión en esos monstruos a los que tanto criticamos.

    También quiero destacar el comportamiento, que nos debe hacer pensar, de todos los compañeros y amigos, del profesorado, de los otros padres, de cualquiera que ve lo que pasa y piensa «mejor que no me meta no sea que me pase a mi también» o que «no es su problema» . Cómo esos comportamientos llevan a la víctima a pensar que tiene superpoderes, que se ha vuelto invisible y esa es la auténtica razón por la que nadie le ayuda. Me ha conmocionado de sobremanera la manera de pensar de este niño que se crea un mecanismo de autodefensa para poder sobrevivir día tras día.

    Y el otro punto importante es el ejecutor, el de cuales son las razones que tiene para haber llegado a ese punto, que algunas veces la raíz no es otra que el mal que crece en él sin motivo aparente pero la gran mayoría el origen está en su propio sufrimiento y en la incapacidad de las personas que lo rodean para hacer de un hecho traumático un aprendizaje y no la raíz de odio, la semilla de querer infligir el mal a otros para sentirte fuerte tú.

    Como ya sucedió en El regalo, también es importante el papel de una profesora para hacernos reflexionar, para no enseñar castigando sino enseñar desde el aprendizaje propio haciéndonos a cada uno mirarnos nuestro ombligo y pensar en qué nos queremos convertir.

    No tengo ni un solo pero con este libro. Eloy Moreno consigue mediante capítulos muy cortos que entremos en una historia que, aunque al principio no comprenderemos del todo, pronto se irá hilando y nos irá devorando de tal forma que no podremos dejar de leer hasta llegar a un final en el que no he podido contener las lágrimas.

    Solo me queda decir, que ojalá este libro se convierta en un imprescindible en el aprendizaje escolar, que ojalá se lea en las aulas y sirva para concienciar desde la reflexión a acosadores, cómplices y acosados y nos sirva a todos para fijarnos un poco más en nuestro alrededor y hacer el mundo un poco mejor. Creo que es un libro necesario para todos y quizá incluso un poco más para todos aquellos que se encargan en las aulas de enseñar a los niños."

28 de març 2023

invisible, 2

 


La opinión de Thersuva, 05/03/2018, en “críticas Regina Irae”

    “Sería difícil comentar Invisible sin hacer referencia a las diferencias entre contenido y continente, sin que el hecho de ir dirigida a un público adolescente (está clasificada como juvenil, y se recomienda la lectura a partir de los 12 años) sirva de excusa para cometer errores de forma fácilmente solucionables con una cuidada revisión.

    Entre los detalles más evidentes resalta la repetición de conceptos, referencias a cosas que se han hecho o dicho, lo que contribuye a dar la impresión de que falta un repaso en profundidad del texto, decidir qué se dice y cuándo, en qué punto hacer las revelaciones importantes, utilizar la sutileza en lugar de incidir tanto en algo que se anula el factor sorpresa, al intuirse algunas cosas casi desde el principio: el motivo de la «invisibilidad» del protagonista se deduce mucho antes del momento adecuado para causar mayor impacto.

    El autor alterna la narración en primera persona de un adolescente, de quien no se dice cómo se llama, con la tercera omnisciente, ambas en presente, párrafos a veces breves, que muestran los puntos de vista de otros personajes, desde familiares a compañeros y profesores del instituto al que asiste, a quienes se refiere con frases descriptivas para acabar, en ocasiones, dotándoles de nombre, sin que tenerlo, o no, parezca deberse a algo concreto, lo que crea cierta confusión.

    Están «La chica de las cien pulseras» (Kiri), «El chico con una cicatriz en la ceja» (Zaro), «Ella» (la psicóloga), aunque los personajes principales, quienes tienen algo que aportar a la historia, además del protagonista, son «El niño de los nueve dedos y medio» (MM), la profesora de literatura (el dragón) y Luna, la hermana de seis años del adolescente, a quien siempre se refiere así, la única persona para quien nunca ha sido invisible, por lo que hubiera sido lógico, para destacarla, que fuera la única con nombre.

    La profesora de literatura (la elección de asignatura no parece hecha al azar), protagoniza varios de los mejores pasajes de la novela, desde algunas «charlas» con su otro yo dragón, las ocasiones que este toma el mando («Lo que aún no sabe es que no es ella quien se está tatuando un dragón en la espalda, sino que es el dragón el que ha encontrado un cuerpo sobre el que poder vivir.») y las decisiones, hasta la intensa escena final en la que se erige como heroína de la historia. Pero, sobre todo, brilla en sus clases, cuando habla del significado de palabras como cobarde o empollón:

«—Pero imaginemos que a ese guerrero, al ver al dragón le entra miedo y sale huyendo de allí, eso sí, como tiene que demostrar su fuerza con alguien, decide pelear con un enemigo más débil, por ejemplo una ardilla. En ese momento se escuchó un «oh» en la clase.—¿Verdad que entonces ya no nos parecería tan valiente?»

«—¿Os imagináis que el doctor que os tiene que operar no estuviera ahí porque de pequeño no paraban de llamarle empollón?, ¿os imagináis que os toca el doctor más vago de su promoción?, o lo que sería ya total, pero que podría pasar algún día… ¿os imagináis que el doctor que os va a salvar es el mismo al que de pequeños vosotros insultabais por estudiar mucho?»

    También es interesante la reflexión del protagonista acerca de la diferencia entre héroes y villanos: «Recuerda una frase de una de sus películas preferidas de Batman: «O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para verte convertido en el villano». Sabe que es un héroe porque ha salvado una vida, pero sabe también que es un villano porque ha estado a punto de acabar con esa misma vida.»

    Relacionado con esto, llama la atención cómo se «analizan» (quizá de forma algo superficial, pero comprensible) las similitudes entre víctima y verdugo, y los motivos que pueden llevar a este último a actuar como lo hace, intentando, de alguna manera, comprender su actitud. Que la obra finalice cuando se conoce el cómo y por qué ha acabado en protagonista en la cama de un hospital, sin plantear algún tipo de solución a lo sucedido, es un acierto.

    En resumen, Invisible es una novela que tiene buenas ideas, sin ser originales, con una parte de misterio que impulsa a seguir leyendo para conocer la resolución de la historia, que envía un mensaje claro y directo, impactante, eficaz, hace reflexionar y hasta emociona en algunos momentos, lastrada por la falta de revisión de un texto que quizá funcionaría mejor si estuviera redactado de forma más «limpia».”

27 de març 2023

invisible, 1

 




La opinión de María José Guillén, en “mis palabras con letras”



    "Empiezo la reseña de «Invisible» comentando que, sin saberlo, ya había leído un libro de su autor, Eloy Moreno, en concreto, «Lo que encontré bajo el sofá».

    Pues bien, al margen de aquella lectura anterior, el libro que nos ocupa no lo había comprado para mí, era para mis hijos porque, un día buscando regalos para mis hijos, llamó mi atención su portada. Esa silueta, esas gotas azules rodeándola… Y, por supuesto, me atraparon esas preguntas que aparecen en su contraportada, sin mucha más información:

¿Quién no ha deseado alguna vez ser invisible? ¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de serlo?

    ¿Qué respuestas me esperaban dentro del libro a esas preguntas? ¿Qué pasaría si me encontraba un libro juvenil que me aburriese o me dejase indiferente? Había que descubrirlo, sin ninguna duda.

“Es entonces cuando se da cuenta de que para ser un monstruo no es necesario hacer algo especial, a veces basta con no hacer absolutamente nada”.

    El libro trata el tema del acoso escolar, pero hay muchas más historias dentro de esa parte central.

“Muchos libros hablan del acoso escolar desde el punto de vista del acosado o del acosador, pero no encontré ninguno que se centrara en toda la gente que hay alrededor, que mira hacia otro lado y no hace nada escudándose en que son cosas de niños. No son cosas de niños, son conductas que hay que atajar cuanto antes”

    Para comprender la mentalidad de los niños, para poder recrear situaciones cotidianas y darles una mayor veracidad, Eloy Moreno se documentó en profundidad con especialistas en psicología infantil para entender mejor su mundo y su comportamiento, para adentrarse con el mayor rigor posible en su forma de ver y afrontar la vida.

    En palabras de su autor, el objetivo de escribir el libro con esta temática era visibilizar un problema cotidiano que a veces se considera tabú, tanto por los compañeros, como los profesores, los padres… incluso para el mismo que lo sufre. Para él, si con esta novela ha conseguido que salgan a la luz situaciones silenciadas en las aulas, habremos dado un paso adelante muy importante.

    Pero también ha dejado claro en numerosas ocasiones que él no es psicólogo, él no es quien para dar consejos de cómo actuar ante una situación así. Él simplemente ha escrito una historia que puede remover conciencias. Y, desde luego, lo hace.

    El libro se divide en varias partes: «Invisible», «Los monstruos», «No», «El chico avispa», «Cobarde», «Empollón» y «Visible».

    A su vez, estas partes se dividen en capítulos breves (algunos con título), que facilitan la lectura.

    «Invisible» es una historia sobre el acoso escolar, pero hay mucho más. No obstante, si quiero destacar que, en mi opinión, la verdadera protagonista del libro es la indiferencia. ¡Vaya palabra! ¡Cuántas veces nos hace cómplices!

    El relato está contado desde la perspectiva de un niño, de un adolescente. Es una historia de invisibilidad narrada desde su perspectiva, en primera persona, aderezada con emociones, sentimientos, pensamientos, miedos… ¡Cuántas veces hemos hecho a alguien invisible!

    Se nota que, para la caracterización del protagonista (y de otros personajes), Eloy Moreno estuvo hablando con varios psicólogos infantiles. Así ha conseguido reflejar de una forma fidedigna cómo se siente un adolescente, cómo se relacionan entre ellos, cómo se expresan, qué vocabulario utilizan. Realmente nos metemos en su piel.

    Los capítulos son cortos, sin excesos innecesarios, muy concisos y concretos, sin elementos superfluos. Además, nos plantean un mismo hecho desde distintos puntos de vista, diferentes prismas que parten de los distintos personajes.

    Y el libro recoge dos planos, uno el real -con toda su crudeza- y otro el imaginado por el protagonista, utilizando símbolos claramente reconocibles.

    Debo tener en cuenta que el autor ha insistido en numerosas ocasiones en no destapar ningún secreto del contenido. Así que voy a ser lo más cuidadosa posible para evitar irme de la lengua. Pero sí voy a subrayar que el libro recoge una historia conmovedora, un relato duro en el que todos podemos vernos reflejados, con situaciones que todos hemos podido vivir en un momento dado.

«Agradecería muchísimo que no se desvelara el núcleo de la novela, pues le quitaría magia al libro y siempre he preferido que los regalos sean sorpresa».

    Tal vez por eso, llega directamente al corazón y es imposible que te deje indiferente. Desde casi el principio, aunque se va acentuando, se pone un nudo en la garganta, que no ayuda a digerir lo que estás leyendo. Es complicado intentar mantenerse al margen, mantenerse fuera de lo que te están contando, de lo que se va sucediendo. Cada detalle es relevante, casi cada frase nos da pistas de la situación.

    Y, en este punto, vamos a hacernos una pregunta importante. Hay personas invisibles en todas partes, en muchos momentos y en numerosas circunstancias de nuestra vida nos encontramos con ellas, incluso nos hemos sentido de ese modo nosotros mismos (o por lo menos yo sí)… Vale, entonces las preguntas son: ¿son invisibles o les hacemos invisibles nosotros? ¿Somos invisibles o nos hacen los demás con sus actitudes?

    Puede que no os haya pasado, lo desconozco (aunque lo podéis comentar, como siempre), pero a mí me ha pasado, yo me he sentido invisible y no ha sido agradable. A lo mejor era merecido, pero es triste que, personas a las que aprecias, miren para otro lado o te eviten. Y, a pesar de eso, te hacen más fuerte. También es cierto que, en otras ocasiones, me hubiese encantado tener ese super-poder y desaparecer, que nadie se fijase en mí.

    ¡Ser o no ser invisible! Hay veces en las que cada persona elige ser o no visible. Sin embargo, hay otras en las que no es así. Son los que nos rodean los que nos hacen desaparecer. Y ahí es donde entran la incertidumbre, la angustia o el dolor. Aparece el miedo, y ese sentimiento nos puede paralizar, nos puede atormentar e incluso nos puede llevar a renunciar a lo que creemos o somos.

    El libro me ha producido un desasosiego enorme. Al principio, durante el primer tercio aproximadamente, no sabía muy bien qué estaba pasando, iba teniendo en cuenta algunas pistas, estaba a la expectativa, intuyendo la razón de lo que se iba planteando, intentando atar cabos sin precipitarme. Pero luego ¡uf! Podría decir que me ha producido tensión, sobre todo emocional.

    He llegado a sufrir y lo te tenido que compartir para desahogarme, lo he hablado con mis hijos y les he preguntado si lo expuesto era real. Y me he cuestionado si esto ha pasado siempre, si no se profundiza en el tema conscientemente, si la sociedad prefiere no saber y no entrar. También si no podemos desterrar definitivamente la frase «son cosas de niños», si todos formamos parte de este importante problema, si no ha llegado la hora de afrontarlo abiertamente.

    Y he llorado, he llorado bastante. Incluso, cuando leía por la noche antes de acostarme, me costaba conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en el libro. Todo el mundo se haría preguntas al leerlo, pero es que soy madre y hay temas que te afectan más directamente. Muchos fragmentos me partían en dos, me desvelaban y me llenaban de preocupaciones.

    Algunos párrafos me han dejado absolutamente descolocada, casi sin capacidad de reacción y, por supuesto, al borde del llanto. Y, sobre todo, he sentido muchísima impotencia, ¿Hasta dónde es capaz de llegar el ser humano? ¿Por qué permitimos determinadas conductas a nuestro alrededor? ¿Por qué la cobardía está tan extendida? ¿Cuál es la razón por la que nos arrastra tanto el grupo?

    Sin duda, es una historia que se puede leer a cualquier edad. Creo que sería muy conveniente que se leyese en los colegios, en los institutos. Y que, después, se comentase en voz alta, en clase, entre todos los alumnos de las aulas. También me gustaría que llegase a muchos padres, especialmente a aquellos que se ríen de algunos bromas o de algunos comportamientos no demasiado acertados.

    Todos hemos escuchado comentarios poco apropiados o hemos asistido a escenas no muy ejemplares. Nos hemos acostumbrado a callar, a no replicar, a ser meros espectadores, aunque nos parezcan fuera de lugar. Preferimos no meternos en líos, no exponer nuestro criterio. Nos dejamos llevar, nos mimetizamos con el entorno. Mejor no hacerse notar.

    Me ha encantado la profesora de lengua, porque ofrece unos argumentos sólidos, porque no impone un criterio, porque busca la reflexión.

«Fue hace mucho tiempo, pero es capaz de sentir el dolor y el miedo cada vez que piensa en ello, no hay forma de borrarlo. Con el paso de los años se ha dado cuenta de que algunos recuerdos duelen igual que si hubieran ocurrido ayer».

    Y me ha gustado saber y profundizar en los distintos puntos de vista de los personajes. Nada justifica determinadas acciones pero las personas no somos planas o lineales, ni buenas o malas sin más. Tenemos un pasado, unas vivencias, unos recuerdos que marcan nuestro carácter. Cada uno arrastra (o arrastramos) sus propios dramas personales, sus conflictos internos, sus quebraderos de cabeza. Y nos marcan, nos condicionan e influyen en nuestras respuestas ante las situaciones.

    Por otra parte, el protagonista me ha metido en su bolsillo, me ha conmovido, me ha emocionado, me ha hecho sufrir un montón. Me hubiese encantado abrazarle, mirarle a los ojos, sentarme a su lado en silencio. A pesar de todo, a veces, me ha dibujado una sonrisa, por su inocencia, por su imaginación, por sus ganas de escapar con recursos inesperados.

    Me ha dado una rabia increíble ver cómo se convierte en su peor enemigo. Me ha emocionado lo sencillo que es quedarnos paralizados. Y me ha producido una enorme ternura comprobar cómo la fantasía se convierte en su compañera más fiel y en su única arma de defensa, me ha desarmado saber cómo lo va llevando de la mano a otros escenarios para permitirle escapar.

    La trama me ha llevado a pensar lo cruel que tiene que ser actualmente el acoso escolar por el uso de las redes. Ahora la difusión es inmediata e implacable, los grupos de Whatsapp aguantan casi todo y cualquier bulo, cualquier tema se difunde como la pólvora. Además, existen los memes. Y los vídeos van que vuelan. Pero si graban hasta las peleas o delitos que cometen.

    Creo que estas herramientas empeoran la situación y la pueden convertir en un infierno constante y demoledor. El problema es el mismo, desde luego. No obstante, se acrecienta en su parte más perversa, en su lado más inhumano. Y, probablemente, aumente el número de cómplices porque el alcance es casi infinito y la rapidez da vértigo.

    Sin ninguna duda, es una amena lectura que hace pensar porque profundiza en un tema actual, el acoso escolar. Es sencillo de leer, aunque a menudo tengas que parar para respirar profundo y pasar el trago, para mirar al horizonte y ponerte en el lugar de esa criatura a la que es imposible no coger cariño. Es una narrativa cercana y adecuada para el tema.

    En conclusión, no miréis para otro lado, adentraros en una historia que parece dedicada a los adolescentes, pero que imprescindible para todos."

25 de març 2023

visita museu picasso barcelona

 



    Dins dels actes que duem a terme d'aproximació a la figura de Picasso, avui hem inaugurat aquests actes amb una visita del grup al Museu Picasso de Barcelona.





    En un recorregut cronològic, vertebrat en la producció vers i per a la ciutat de Barcelona, hem descobert la força d'un creador que, format de nen per ser un pintor acadèmic i de cambra, va transcendir aquesta formació per crear un llenguatge propi i molt personal,  sustentat en les corrents artístiques del seu temps, de les quals ell va ser en alguns casos continuador, altres transformador i, repetides vegades, gènesi d'estils i maneres de ser i fer art al segle XX.





    Dotat d'una gran intuïció, geni i esperit inconformista, la seva pintura, com ell solia dir, era la petjada biogràfica de la seva vida, que, com tota vida, està plena de grans clars i insondables parts fosques.




    El proper acte vers Picasso i el seu món, serà el divendres 14 d'abril (data de gran significat històric i simbòlic), a la sala d'exposicions temporals del Museu de Ca n'Oliver. Allí oferirem un espectacle titulat “Dora Maar, creadora malgrat Picasso. Una aproximació multimèdia a la relació de dos grans creadors del segle XX”. La representació tindrà lloc a les 19hores.




Us hi esperem!!!!!!!

24 de març 2023

dia mundial del teatre

 


Mensaje del Día Mundial del Teatro 2023

La actriz egipcia Samiha Ayoub es la autora del Mensaje del Día Mundial del Teatro 2023.

    El Día Mundial del Teatro fue instituido en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro ITI y se celebra anualmente cada 27 de marzo por los Centros ITI y la comunidad teatral internacional. Entre los actos locales e internacionales que se organiza, destaca la circulación de Mensaje del Día Mundial del Teatro, donde figuras de renombre internacional son invitadas por el ITI para compartir sus pensamientos sobre el teatro y la cultura de paz.

    El primer mensaje del Día mundial del Teatro fue escrito por Jean Cocteau en 1962. El de 2023 ha sido escrito por la actriz egipcia Samiha Ayoub.

    "A todos mis amigos los artistas de teatro de todo el mundo,

    Les escribo este mensaje en el Día Mundial del Teatro, y por más que me inunde la felicidad de estar hablando con ustedes, cada fibra de mi ser tiembla bajo el peso de lo que sufrimos todos —los artistas teatrales y los no teatrales— de las presiones demoledoras y los sentimientos encontrados en medio del estado actual del mundo. La inestabilidad es un resultado directo de lo que está pasando nuestro mundo hoy en día en términos de conflictos, guerras y desastres naturales que han tenido efectos devastadores no solo en nuestro mundo material, sino también en nuestro mundo espiritual y nuestra paz psicológica.

    Les hablo hoy mientras tengo la sensación de que el mundo entero se ha vuelto como islas aisladas, o como barcos que huyen en un horizonte lleno de niebla, cada uno de ellos desplegando sus velas y navegando sin guía, sin ver nada en el horizonte que lo guía y, a pesar de ello, siguen navegando, esperando llegar a un puerto seguro que lo contenga después de su largo andar en medio de un mar embravecido.

    Nuestro mundo nunca ha estado tan estrechamente conectado entre sí como lo está hoy, pero al mismo tiempo nunca ha estado más disonante y más alejado el uno del otro que hoy. He ahí la dramática paradoja que nos impone nuestro mundo contemporáneo. A pesar de lo que todos estamos presenciando en cuanto a la convergencia en la circulación de noticias y comunicaciones modernas que rompió todas las barreras de las fronteras geográficas, los conflictos y tensiones que vive el mundo rebasaron los límites de la percepción lógica y crearon, en medio de esta aparente convergencia, una divergencia fundamental que nos aleja de la verdadera esencia de la humanidad en su forma más simple.

    El teatro en su esencia original es un acto puramente humano basado en la verdadera esencia de la humanidad, que es la vida. En palabras del gran pionero Konstantin Stanislavsky: "Nunca entres al teatro con barro en los pies. Deja el polvo y la suciedad afuera. Deja tus pequeñas preocupaciones, disputas, pequeñas dificultades con tu ropa exterior —todas las cosas que arruinan tu vida y desvía tu atención de tu arte— en la puerta". Cuando subimos al escenario, lo subimos con una sola vida dentro de nosotros para un ser humano, pero esta vida tiene una gran capacidad de dividirse y reproducirse para convertirse en muchas vidas que transmitimos en este mundo para que cobre vida, florezca y esparza su fragancia a los demás. Lo que hacemos en el mundo del teatro como dramaturgos, directores, actores, escenógrafos, poetas, músicos, coreógrafos y técnicos, todos nosotros sin excepción, es un acto de creación de vida que no existía antes de subirnos al escenario. Esta vida merece una mano cariñosa que la sostenga, un pecho amoroso que la abrace, un corazón bondadoso que la simpatice y una mente sobria que le proporcione las razones que necesita para continuar y sobrevivir.

    No exagero cuando digo que lo que hacemos en el escenario es el acto de la vida misma y generarla de la nada, como una brasa ardiente que centellea en la oscuridad, iluminando la oscuridad de la noche y calentando su frialdad. Nosotros somos los que le damos a la vida su esplendor. Somos quienes lo encarnamos.. Somos quienes lo hacemos vibrante y significativo. Y somos nosotros quienes damos las razones para entenderlo. Somos los que usamos la luz del arte para enfrentar la oscuridad de la ignorancia y el extremismo. Somos los que abrazamos la doctrina de la vida, para que la vida se propague en este mundo. Para ello ponemos nuestro esfuerzo, tiempo, sudor, lágrimas, sangre y nervios, todo lo que tenemos que hacer para lograr este noble mensaje, defendiendo los valores de la verdad, el bien y la belleza, y creyendo verdaderamente que la vida merece ser ser vivida.

    Les hablo hoy, no solo para hablar, o incluso para celebrar al padre de todas las artes, el “teatro”, en su día mundial. Más bien, los invito a estar juntos, todos nosotros, de la mano y hombro con hombro, para gritar a todo pulmón, como estamos acostumbrados en los escenarios de nuestros teatros, y dejar que nuestras palabras salgan. para despertar la conciencia del mundo entero, para buscar en nosotros la esencia perdida del hombre. El hombre libre, tolerante, amoroso, simpático, gentil y comprensivo. Y permitirles rechazar esta imagen vil de brutalidad, de racismo, de conflictos sangrientos, de pensamiento unilateral y de extremismo. El hombre ha caminado sobre esta tierra y bajo este cielo durante miles de años, y seguirá caminando. Así que saca sus pies del lodazal de las guerras y de los cruentos conflictos, e invítalo a dejarlos en la puerta del escenario. Quizás nuestra humanidad, que se ha ensombrecido en la duda, vuelva a convertirse en una certeza categórica que nos haga a todos verdaderamente aptos para sentirnos orgullosos de ser humanos y de ser todos hermanos en la humanidad.

    Esta es nuestra misión, nosotros dramaturgos, los portadores de la antorcha de la ilustración, desde la primera aparición del primer actor en el primer escenario, estar al frente para enfrentar todo lo que es feo, sangriento e inhumano. Lo confrontamos con todo lo que es bello, puro y humano. Nosotros, y nadie más, tenemos la capacidad de difundir la vida. Propaguémonos juntos por el bien de un mundo y una humanidad."

 Samiha Ayoub.
Traducido por: Osvaldo R. Salazar S. 

23 de març 2023

trobada vespres 2023: recull d'imatges

 


    Recull d’imatges de la trobada de Vespres Literaris a Rupit els passats 17,18 i 19 de març de 2023, amb el fons de la havanera “Vestida de nit”, cantada per Silvia Pérez Cruz i que Amira va cantar a la trobada.

22 de març 2023

trobada vespres 2023 i tres

 



    El diumenge, l’últim dia d’estada de la nostra trobada, vam fer un recorregut per el poble de Rupit: poble situat al cor del Collsacabra i a l'extrem nordoriental de la comarca d'Osona, Rupit i Pruit està a cavall de les comarques de la Garrotxa i la Selva.




    L'actual municipi data de 1978 quan Pruit s'agrega a Rupit. En èpoques passades ja era un mateix terme municipal, però amb la divisió del marquesat de Rupit (s. XVIII) va quedar com a dues batllies.

    L'origen de la vila de Rupit es troba als voltants de l'any 1000, any que fou construït els Castell de Rupit, que va substituir el Castell de Fàbregues (castell habitat pel vescomte d'Osona abans de traslladar-se a Cardona). Sembla ser que la roca (en llatí “rupes”) on s'assenta el Castell és la que dona nom al poble.




    Sant Miquel és l'església parroquial actual. Encara que d'origen romànic segle XIII, a causa de l'augment de població entre els segles XVI i XVII, es va construir l'actual església d'estil barroc on encara es poden observar elements de l'antiga construcció romànica; edifici barroc amb elements neoclàssics, té una nau amb capelles laterals i un creuer acabat al cimbori. Des del campanar, construït entre 1786-1869, es gaudeix d´una magnífica vista de la població i els seus voltants. El retaule major barroc que presideix l'església, obra del 1633, fou venerat a Olot fins al 1832, i per això està dedicat a Sant Esteve, patró d'aquesta ciutat.







21 de març 2023

trobada vespres 2023, dos

 


    Dissabte, després d'esmorzar, teníem programades dues visites. La primera al Santuari de la Mare de Déu del Far. El santuari està situat a 1.112 metres d’altura, amb vistes sobre el pantà de Susqueda, els cingles de Tavertet, Les Guilleries i El Montseny, quedant el poble de Sant Martí Sacalm als seus peus. Situat a la punta d’una gran cinglera, amb vistes vers totes direccions, d’on li prové sens dubte el nom.




    En la segona, vam visitar el proper Santuari de la Salut, situat a la serralada del Collsacabra, a 1050 metres. Des de la balconada podem contemplar una gran vista panoràmica: les Gavarres, Girona, el Montgrí, Rocacorba, el golf de Roses, Finestres, el santuari del Mont, el Bassegoda, el Canigó, el Comanegra, el Puigmal… i els pobles veïns de les Planes d’Hostoles, Sant Feliu de Pallarols i Sant Esteve d’en Bas entre altres. 


    Des de el santuari, iniciem una ruta circular a Les roques encantades (o roques encadenades), un conjunt de roques que hi ha dins d’una fageda prop de la carretera que porta al Far. El nom del conjunt de roques ve de la llegenda que diu:

    "El Dimoni, que vivia per aquelles contrades quan estava de mala lluna passava l'estona fent rodar algun dels grans rocs muntanya avall per veure com s'espaterraven sobre les cases de Sant Feliu de Pallerols (que és el poble que es troba a sota mateix del lloc), la gent esporuguida i tipa dels afers del Dimoni pregà a Déu que els hi donés un cop de mà. Llavors un bon dia va baixar un àngel del cel i va lligar les roques amb unes cadenes tan fortes que el Dimoni no va poder bellugar-les mai més. Fastiguejat el Dimoni va anar a buscar raons cap a un altre lloc, deixant així en pau als habitants del poble."




    Desprès de dinar i recuperar forces, va tenir lloc l’acte central de la trobada: la presentació i defensa de les propostes de la propera temporada, de les quals hem de triar deu títols:





    Després de sopar, recuperem la “nostra gran nit de les trobades”, una festa on la poesia, la música i les ganes de ballar omplen l’espai. Enguany ens han visitat Mercedes Sosa, de la ma de Cesa; 


Jorge Cafrune, recitat pel Jesús


un Toto Cutugno magistral pel Carlos


un Nacho Vegas passat pel sedàs de l’Andrés




els records de la pandèmia de l’Amira, amb una picada d'ullet a la Celia Pérez Cruz 


i una versió molt particular i divertida del “Vamos a la cama”, de les companyes Loles, Mari, Pilar, Amalia, Emi i Amparo



Sense oblidar el nostre conductor, discjòquei i animador Joan Francesc, al costat del nostre tècnic de capçalera Xavier.   Gràcies pel vostre treball.


Una nit divertidíssima!!!!!

20 de març 2023

trobada vespres 2023, u

 



    Després d'una aturada sanitaria de tres anys, reprenem les nostres tradicionals trobades on exposem, glosem y defensem les propostes de lectura per a la propera temporada.

    En aquesta, la nostra XVIII trobada anual, hem escollit un lloc francament acollidor a la comarca d’Osona; La Devesa és un hostal rural, prop de Rupit,  on hem compartit, molts, molts bons moments, hem jugat, vist cinema, cantat, ens hem abraçat, rigut i plorat amb ganes.




    Arribem a la casa el divendres disset, al capvespre. Distribuïdes les habitacions, triats els espais comuns de les nostres activitats i sopat, realitzem la primera activitat de la trobada: la peli d’un llibre que hem llegit aquesta temporada: “Nada”, de Carmen Laforet.

    La pel·lícula, una coproducció italo-espanyola de l’any 1947, està dirigida per Edgar Neville, amb guió de Conchita Montes i el mateix director.




    La música va a càrrec de José Muñoz Molleda i la fotografia de Manuel Berenguer y Tonino Delli Colli

    Al repartiment, trobem: Conchita Montes, Rafael Bardem, Tomás Blanco, Julia Caba Alba, entre d’altres.