12 de jul. 2021

poemes d'estiu i 12

 





Clavell i gerani
velluten la porpra
de les roses. Besen
un migdia jove.
L'estiu ple de sedes
corona la pompa
de l'espai. Esclata
sal i bronze, roca

Sumptuós, l'oratge
l'esquinça, l'isola...
I dins el jardí,
el mata d'aroma.

Flaires blaves, branques
roses, malves, cauen.
Torna el carro. Porta
raïms i magranes.

I la nit et toca,
humida i amarga,
mort, amb herbes, rius,
a les cames nues.

Bartomeu Rosselló-Pórcel

11 de jul. 2021

poemes d’estiu, 11

 

















Recuerdo de una tarde de verano

Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje
rozado por la yema de los dedos,
son el mejor recuerdo de unos días
conocidos sin prisa, sin hacerse notar,
igual que amigos tímidos.

Fue la tarde anterior a la tormenta,
con truenos en el cielo.
Tú apareciste en el jardín, secreta,
vestida de otro tiempo,
con una extravagante manera de quererme,
jugando a ser el viento de un armario,
la luz en seda negra
y medias de cristal,
tan abrazadas
a tus muslos con fuerza,
con esa oscura fuerza que tuvieron
sus dueños en la vida.

Bajo el color confuso de las flores salvajes,
inesperadamente me ofrecías
tu memoria de labios entreabiertos,
unas ropas difíciles, y el rayo
apenas vislumbrado de la carne,
como fuego lunático,
como llama de almendro donde puse
la mano sin dudarlo.
Por el jardín, el ruido de los últimos pájaros,
de las primeras gotas en los árboles.

Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje, de vello traspasado,
su resistencia elástica
vencida con el paso de los años,
vuelven a ser verdad, oleaje en el tacto,
arena humedecida entre las manos,
cuando otra vez, aquí, de pensamiento,
me abandono en la dura solución de tus ingles
y dejo de escribir
para llamarte.



Luis García Montero

10 de jul. 2021

poemes d’estiu, 10

 














¿A un día de verano habré de compararte?
Tú eres más dulce y temperado, un ramalazo
de viento los capullos de mayo desparte,
y el préstamo de estío vence a corto plazo;
tal vez de sobra el ojo de los cielos arde,
tal vez su tez de oro borrones empañan,
y toda gracia gracia pierde pronto o tarde,
que ya accidente o cambio natural la dañan.

Mas tu verano eterno ni jamás se agosta
o pierde prenda de esa gracia en que floreces,
ni Muerte ha de ufanarse que a su negra costa
vagues, que cara al tiempo en línea eterna creces.

En tanto aliente un hombre o ver el ojo pida,
vivo estará este verso, y te dará a ti vida.



William Shakespeare

 


9 de jul. 2021

poemes d’estiu, 9

 















Junta tu roja boca con la mía,
¡oh Estrella la gitana!
Bajo el oro solar del mediodía
morderá la manzana.

En el verde olivar de la colina
hay una torre mora,
del color de tu carne campesina
que sabe a miel y aurora.

Me ofreces en tu cuerpo requemado
el divino alimento
que da flores al cauce sosegado
y luceros al viento.

¿Cómo a mí te entregaste, luz morena?
¿Por qué me diste llenos
de amor tu sexo de azucena
y el rumor de tus senos?

¿No fue por mi figura entristecida?
(¡Oh mis torpes andares!)
¿Te dio lástima acaso de mi vida,
marchita de cantares?

¿Cómo no has preferido a mis lamentos
los muslos sudorosos
de un San Cristóbal campesino, lentos
en el amor y hermosos?

Danaide del placer eres conmigo.
Femenino Silvano.
Huelen tus besos como huele el trigo
reseco del verano.

Entúrbiame los ojos con tu canto.
Deja tu cabellera
extendida y solemne como un manto
de sombra en la pradera.

Píntame con tu boca ensangrentada
un cielo del amor,
en un fondo de carne la morada
estrella de dolor.

Mi pegaso andaluz está cautivo
de tus ojos abiertos;
volará desolado y pensativo
cuando los vea muertos.

Y aunque no me quisieras te querría
por tu mirar sombrío,
como quiere la alondra al nuevo día,
sólo por el rocío.

Junta tu roja boca con la mía,
¡oh Estrella la gitana!
Déjame bajo el claro mediodía
consumir la manzana.

Federico García Lorca




8 de jul. 2021

poemes d’estiu, 8

 













Los veranos

¡Fueron largos y ardientes los veranos!
Estábamos desnudos junto al mar,
y el mar aún más desnudo. Con los ojos,
y en unos cuerpos ágiles, hacíamos
la más dichosa posesión del mundo.

Nos sonaban las voces encendidas de luna,
y era la vida cálida y violenta,
ingratos con el sueño transcurríamos.
El ritmo tan oscuro de las olas
nos abrasaba eternos, y éramos solo tiempo.

Se borraban los astros en el amanecer
y, con la luz que fría regresaba,
furioso y delicado se iniciaba el amor.

Hoy parece un engaño que fuésemos felices
al modo inmerecido de los dioses.
¡Qué extraña y breve fue la juventud!



Francisco Brines

7 de jul. 2021

poemes d’estiu, 7

 

















Por fin llegará el verano.
Señoras con sombrillas,
señores que pasean con bastones
y niñas con muñeca
colorearán el pálido paisaje
como si fueran un ramillete brillante.
Tras espesuras de blanco intenso
yace hoy el pueblo.
Las lilas se balancearán con su carga púrpura,
inclinadas por los muchos años.
Las abejas no desdeñarán la canción
que zumbaron sus antepasados.
La rosa silvestre que se abre en el pantano
y el aster de la colina
despliegan sus eternas formas.
Y las firmes gencianas se agitan.

Hasta que el verano guarde su milagro,
como las mujeres guardan su vestido
o como los sacerdotes recogen los ornamentos
una vez que el Sacramento ha concluido.



Emily Dickinson

6 de jul. 2021

poemes d’estiu, 6

 
























Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.

En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.

En el cénit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.

Antonio Machado

5 de jul. 2021

poemes d’estiu, 5

 













Madrid quedó vacía
sólo estamos los otros
y por eso
se siente la presencia de las plazas
los jardines y fuentes
los parques y glorietas
como siempre en verano
Madrid se ha convertido
en una calma unánime
pero agradece nuestra permanencia
a contrapelo de los más
es un agosto de eclosión privada
sin mercaderes ni paraguas
sin comitivas ni mítines
en ningún otro mes del larguísimo año
existe enlace tan sutil
entre la poderosa
metrópoli
y nosotros pecadores afortunadamente
los árboles han vuelto a ser
protagonistas del aire gratuito
como antes
cuando los ecologistas
no eran todavía imprescindibles
también los pájaros disfrutan
ala batiente de una urbe
que inesperadamente se transforma
en vivible y volable
los madrileños han huido
a la montaña y a Marbella
a Ciudadela y Benidorm
a Formentor y Tenerife
y nos entregan sin malicia
a los otros que ahora
por fin somos nosotros
un Madrid sorprendente
casi vacante despejado
limpio de hollín y disponible
en él andamos como dueños
tercermundistas del arrobo
en solidarias pulcras avenidas
sudando con unción la gota gorda
el verano no es tiempo de fragor
sino de verde tregua
empalagados del rencor insomne
estamos como nunca
dispuestos a la paz
en el rato estival
la historia se detiene
y todos descubrimos una vida postiza
pero cuando el asueto se termine
volverán a sonar
las bocinas los gritos las sirenas los mueras y los vivas
bombas y zambombazos
y las dulces metódicas campanas
durante tres fecundas estaciones
nadie se acordará
de pájaros y árboles

Mario Benedetti

4 de jul. 2021

xerrada amb Theodor Kallifatides

 


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poemes d’estiu, 4

 











Cuando me extiendo junto al mar,
existe el agua y su palpitación
y un cielo azul cuya profundidad
es demasiado grande para mí.

Sentir el mar, su lentitud viviente,
es la magnificencia y el olvido,
pero sentir la vida de los camaradas
en ser el camarada de uno mismo.

El cielo inmóvil tiene su razón, lo sé,
pero la razón que hay en nosotros
existirá aún cuando este cielo
haya sido borrado por el viento y el frío.

Antonio Gamoneda

3 de jul. 2021

poemes d’estiu, 3

 




De pronto, de todo el verde del parque
se ha retirado un algo, no se sabe qué:
se le siente acercarse más a las ventanas
y estar callado. Tan sólo, fervoroso y fuerte,
suena desde el ramaje el pájaro chorlito;
se piensa en un San Jerónimo:
tanto se elevan la soledad y el ardor
de esta única voz a quien el aguacero
escuchará. Las paredes de la sala
se nos han alejado, con sus cuadros,
como si no debieran oír lo que decimos.
Refleja el desteñido empapelado
la luz incierta de las tardes
en que, de niño, se tenía miedo.

Rainer María Rilke

XXXVIII Mostra Internacional de Dansa Popular

 




Nou i deu de juliol 2021

2 de jul. 2021

poemes d’estiu, 2

 











Ara és el temps d'estimar pels camins,
a la vora del riu on l'herba és blana i acollidora
i a l'ombra dels vells arbres,
a les fonts mig perdudes,
allí on el bosc és més íntim.

Ara és el temps de seure pels carrers
a parlar de futbol i de dones,
havent sopat,
formant grup a l'escassa voravia
i veure com les noies
travessen el carrer abans d'arribar
i passen i s'allunyen
una mica porugues.

Ara és el temps dels fusters i dels paletes,
temps de cantar tot treballant
a ple sol,
oblidant el risc de les bastides,
oblidant l'esforç
i la monotonia de la feina i del viure.

Ara és el temps de passejar amb les nenes
i la senyora que porta guants blancs
per amagar els estralls del lleixiu,
a la tarda del diumenge,
per l'ampla carretera vorejada de plàtans
dient adéu-siau a tothom
amb un gran gest del cap
i envejant la muller dels que passen.

Ara és el temps de les dones que cusen
a la penombra de les entrades
i s'adormen sovint damunt la feina,
i és el temps dels homes que fan la sesta
al racó més fosc de la casa
a les tardes de sol,
quan als carrers hi ha un silenci feixuc
i fa una calor despòtica.

Ara és l'estiu,
l'estiu massís i una mica absurd
però intensament bell,
que arriba sobtadament
una nit qualsevol de principis de juny
i que se'n va, també sobtadament,
una nit qualsevol de finals de setembre.

Miquel Martí i Pol

1 de jul. 2021

poemes d’estiu, 1

 

baladre















Passà l’estiu, els estendards cremants,
dies de llum i coronats de fulles,
passà l’estiu, els tancats de baladres,
els cap-al-tards.

Sols reste jo, i contemple la platja
i veig la mar, ritual i solemne,
humitejant, en joc altern, la sorra,
retrocedint.

Passà l’estiu amb els melons encesos
amb un llum dins, fulgor d’una infantesa,
tot ha passat, com passen certes coses,
amb peus lleugers.

Vicent Andrés Estellés