26 d’oct. 2010

Cuento hernandiano desde la cárcel

Miguel Hernández no cultivo con especial dedicación la narrativa, pero, ya en la cárcel, escribió unos pocos cuentos para su hijo Manuel.  El año pasado se descubrió un pequeño cuaderno que contenía dos cuentos: "El potro obscuro" y "El Conejito"- adaptaciones de cuentos clásicos europeos-, escritos en tiras de papel higiénico e ilustrados por el mismo Hernández con ceras y acuarelas. El pequeño librito, encuadernado por el poeta, lleva por título "Dos cuentos para Manolillo (para cuando sepa leer)". A lo largo de nuestro  viaje a Orihuela podremos hablar un poco de esta tan poco conocida faceta de Miguel Hernández. Mientras tanto, ahí va otro breve cuento de Miguel: la historia del pájaro Pio-Pa

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