La diseñadora en 1937 |
La modista, figurinista y diseñadora
Elsa Schiaparelli nació en Roma en 1890 en el seno de una familia culta y bien
situada. Estudió Filosofía y Letras. Se marchó a París y allí se casó, a los 18 años, con el conde William de Wendt
de Kelor, con quien se instaló en Nueva
York en 1921 (empapándose, de paso, de toda la modernidad de esa ciudad en
plena ebullición) hasta que nació su
hija. Al poco de nacer ésta, las abandonó a los dos y Elsa se instaló en París
sin trabajo y con una niña que mantener.
Su carrera de diseñadora se inició al
conocer al modisto francés Paul Poiret. Su primer encuentro ha pasado ya a la
historia: Elsa asistió a un desfile del creador y, tras el pase fue sorprendida
por Poiret probándose un abrigo de terciopelo negro y forro de seda azul.
"¿Por qué no se lo compra?", preguntó el maestro. Ella le respondió
que no podía permitírselo y, además, que no tendría oportunidad de lucirlo.
Poiret le dijo: "Una mujer como usted puede llevar cualquier cosa en
cualquier ocasión. Y deje de preocuparse por el dinero". Aquel fue el
primer regalo que Poiret le hizo.
Diseño Schiaparelli |
Schiaparelli, desde su primera
tienda en la Rue de la Paix, quiso vestir a la mujer moderna con prendas
sueltas y funcionales combinables entre sí. En 1933 diseñó su primer vestido largo en
crespón de China blanco combinado con una chaqueta de frac. Un éxito clamoroso
que fue copiado en todo el mundo. La prensa se deshacía en elogios sobre su
originalidad y los artistas se dejaban cautivar por su magia y por su uso de
los principios surrealistas: el zapato sombrero, los guantes con uñas doradas
incorporadas, el vestido "andrajoso" o el bolso de terciopelo negro
con forma de teléfono. (Tanto en el vestido "andrajoso" como en el
bolso-teléfono colaboró con Dalí)
Elsa se superaba en sus diseños, presentaciones y desfiles, que se convertían en
verdaderos espectáculos teatrales. Su máxima aspiración era causar sensación,
por lo que su última colección se llamó “Sorprendente Elegancia”.
Figurines en un espacio "daliniano" |
Se abrió
camino en el universo de la moda siendo pionera en tender lazos entre el arte y
el diseño, creando una nueva y atrevida elegancia inspirada en el arte que
tenía mucho de teatral y cinematográfico. Fue audaz y a través de su moda creó
la imagen de una mujer llamativa y sexy, con grandes dosis de transgresión. Sus
diseños formaron parte de la interrelación de su talento y su genio con los
célebres del surrealismo como Dalí, pero también con los movimientos de los
pintores cubistas y toda la vanguardia parisina. Fue una diseñadora anti
convencional que supo encontrar en el universo onírico del repertorio
surrealista imágenes para ser aplicadas en sus diseños
Durante la guerra, la diseñadora
se hundió en serios problemas económicos, sus modelos no eran los más adecuados
para aquellos tiempos de postguerra. Hasta su muerte, en 1973, vivió de los
ingresos derivados de sus perfumes.
El "sombrero-zapato" |
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