26 de set. 2011

El tiempo entre costuras, 3

Tetuán, “La Paloma Blanca”, ha estado poblada desde tiempos prehistóricos. Los romanos edificaron la ciudad de Tamuda, muy cercana a la actual Tetuán; aunque también existen restos de una ciudad prerromana situados junto al río Martil que, al ser navegable, servía de acceso al Mediterráneo. El nombre de la ciudad proviene de la palabra bereber "Titauin" (fuentes de agua), que hace referencia a los numerosos manantiales de la ciudad. En tiempos del Califato de Córdoba adquirió la categoría de ciudad, aunque ya en el año 828 de la era cristiana y 213 de la Hégira aparece la palabra Titauiun en el libro Al Kirtas escrito por Abdellah Mohamed. Durante años Tetuán fue una ciudad fronteriza; fue plaza fuerte utilizada por Sulaiman I para atacar Ceuta; atacada por Enrique III de Castilla para proteger sus barcos de los piratas y corsarios que habían hecho de ella su refugio; finalmente fue arrasada por los portugueses en 1437. En 1483-84 llegan los primeros andalusíes al mando del capitán y alcalde granadino Sidi Al Mandari. Se reconstruye y fortifica la ciudad y se inicia un periodo de gran esplendor. El siglo XVI se caracteriza por una serie de luchas internas por el poder y la gran afluencia de moriscos (últimos musulmanes refugiados en las Alpujarras y expulsados por Felipe II). Durante gran parte del siglo XVI Tetuán está gobernada por la familia de los Al-Naqsis, que luchan por la independencia de Tetuán respecto al poder central, hasta que Ahmed Al Naqsis es ejecutado por orden del sultán Mulay Ismail. En el siglo XVIII destaca la figura del Kaid Ahmed, gran impulsor de la ciudad, con el que Tetuán vivió otro momento de gran esplendor. Tras su muerte la confusión reinó en Tetuán. En 1860 y debido a un incidente fronterizo, España y Marruecos entraron en guerra. Duró un año y los españoles tomaron la ciudad. En 1912, en el marco de la Conferencia de Algeciras, los países europeos se repartieron África. España y Francia ocuparon Marruecos bajo el nombre de Protectorado. España permaneció más de 40 años en el norte de Marruecos. Tetuán fue la capital y llegó a ser una de las ciudades más prósperas de todo el país. El año 1956, siendo sultán de Marruecos Mohamed V, se proclamó la independencia de Marruecos, lo que significó el fin del Protectorado.


 

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