10 de febr. 2012

Vespres Literaris opina



Ayer se dio a conocer la sentencia por la cual el Tribunal Supremo inhabilita durante 11 años  al  juez Baltasar Garzón. En la práctica,  la sala de lo penal ha apartado al juez de la carrera judicial.

Todas y todos los compañeras/os de Vespres Literaris asistimos, desde hace unas semanas,  incrédulos y con creciente estupefacción a las noticias que los medios difunden sobre los juicios abiertos al citado juez.
No somos expertos juristas pero, en este caso,  queremos “opinar”:

No entendemos una condena que deja fuera de juego para siempre a un juez que investiga una de las  mayores redes de corrupción sobre los bienes públicos.

No entendemos una condena que deja fuera de juego para siempre a un juez que investiga la complicidad de la clase política con una red dedicada a la tarea de “vaciar” las arcas públicas y al “apalancamiento” del dinero de todos.

No entendemos una condena que deja fuera de juego para siempre a un juez que, con sus investigaciones, ha sacado a la luz una practica, al parecer, común: la concesión graciosa e indiscriminada de dinero público, de todos, para los bolsillos de unos pocos.

No entendemos  una condena que deja fuera de juego para siempre a un juez que investiga el genocidio franquista.

No entendemos  una condena que deja fuera de juego para siempre a un juez que investiga para dar nombre y devolver a sus familias los miles y miles de cuerpos que aún pueblan tantas cunetas de nuestra tierra.

Sin duda, las y los  compañeras/os de Vespres Literaris….no,…no entendemos esta justicia.

2 comentaris:

  1. Somos muchos los que no entendemos!!

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  2. Fermin20:28

    La guinda es el sobreseimiento del caso de los cobros de sus cursos en Nueva York. El juez afirma en su auto que de los documentos aportados se deduce claramente que Garzon es culpable, pero modifica hábilmente los delitos imputables para dejar sólo el que ya ha prescrito y así no llegar a juicio, donde Garzón podría defenderse y dejarlo en evidencia. Siempre contra el dictamen del fiscal que, con los mismos documentos, no aprecia delito alguno. Creo que a eso se le llama calumniar... sin posibilidad alguna de defensa.

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