Ojos, círculos, búhos
La primera edición de Fábulas data de 1981. La obra está compuesta de tres partes que fueron apareciendo separadamente en el tiempo. La primera – Ojos, círculos, búhos-, fechada por el autor en 1968, fue publicada por Anagrama ,en 1971, en la colección Serie Informal; Devoraciones, la segunda,- fechada en 1973-, fue publicada en la misma editorial y colección, en 1976. La que cierra el libro, Una sonrisa a través de una lágrima, es de 1978 y se publicó, ya junto con las otras dos, en la fecha indicada.
Ojos, círculos, búhos es el fruto de un encargo. En 1968, el escultor, pintor y amigo de Luís Goytisolo, Xavier Corberó, le pide una colaboración para ilustrar una serie de aguafuertes; nace así Sátiro y sátira, primer texto de la serie. El libro, ilustrado por el dibujante y pintor Joan Ponç, pasó totalmente desapercibido en los medios intelectuales de la época. Editado a dos tintas, fue considerado una rareza bibliográfica y cayo en el olvido, pero el paso del tiempo le ha dado al texto una contemporaneidad que, tal vez, no se pudo o no se supo ver por los lectores de aquellos años. Y es que, Ojos, círculos, búhos, fiel al encargo original, es una sucesión sincopada de impresiones de la realidad que el autor transcribe en el papel; y digo transcribir porque el lenguaje de Fábulas es un lenguaje impersonal, burocrático, de sala de prensa o de Comité. Los textos no tienen autoría, lo que leemos son las consignas o los eslóganes de variopintas subcomisiones, consejos de administración o cámaras oficiales que ordenan, planifican o han “estudiado las medidas más adecuadas para multiplicar por siete la producción prevista, a efectos de una mayor dignificación del hombre” (46)
Goytisolo, en al año del más famoso de los mayos, de la utopía, el amor libre y la imaginación al poder, aguza su mirada sobre aquello que acontece en un y otro lugar de aquel mundo dividido, en apariencia, ideológicamente. Lo examina, lo desmenuza y, fruto de la reflexión, extrae, adornado con grandes dosis de ironía, una serie de conclusiones rabiosamente actuales para nosotros, privilegiados lectores de hoy que gozamos de la ventaja de una mirada en perspectiva:
“¿Objetivo? Una economía sana. Sabemos que el factor económico está en la base de todo…hay que dar prioridad al consumo cuando lo exigen las necesidades de la producción (y, concluye) Que cada cual sea su propia policía. A eso aspiramos” (79) A los que no están de acuerdo con el nuevo mundo que se está construyendo, un nuevo mundo de armonía social, consumo y “lo más hermoso: una familia reunida ante la tele” (52), “sólo podemos decirles que están en su perfecto derecho….He ahí, por ejemplo, los amigos de la flor y de la hierba, de aquí para allá con sus pelos, sus flautas, sus paraísos, tolerados y, hasta, en cierto modo, alentados” (75)
Hemos de reír, gozar de este mundo de progreso y desarrollo ilimitado. “Aposadérese. Satisfacciónese. Todas las cosas tienen un lado bueno, pero el otro lado, téngalo presente, es el que en el fondo le permite hacer de su vida un continuo progreso” (75). Un último consejo: “Construya usted mismo, en su hogar, a ratos libres, cómodamente, su propia jaula” (76)
Continuará
La primera edición de Fábulas data de 1981. La obra está compuesta de tres partes que fueron apareciendo separadamente en el tiempo. La primera – Ojos, círculos, búhos-, fechada por el autor en 1968, fue publicada por Anagrama ,en 1971, en la colección Serie Informal; Devoraciones, la segunda,- fechada en 1973-, fue publicada en la misma editorial y colección, en 1976. La que cierra el libro, Una sonrisa a través de una lágrima, es de 1978 y se publicó, ya junto con las otras dos, en la fecha indicada.
Ojos, círculos, búhos es el fruto de un encargo. En 1968, el escultor, pintor y amigo de Luís Goytisolo, Xavier Corberó, le pide una colaboración para ilustrar una serie de aguafuertes; nace así Sátiro y sátira, primer texto de la serie. El libro, ilustrado por el dibujante y pintor Joan Ponç, pasó totalmente desapercibido en los medios intelectuales de la época. Editado a dos tintas, fue considerado una rareza bibliográfica y cayo en el olvido, pero el paso del tiempo le ha dado al texto una contemporaneidad que, tal vez, no se pudo o no se supo ver por los lectores de aquellos años. Y es que, Ojos, círculos, búhos, fiel al encargo original, es una sucesión sincopada de impresiones de la realidad que el autor transcribe en el papel; y digo transcribir porque el lenguaje de Fábulas es un lenguaje impersonal, burocrático, de sala de prensa o de Comité. Los textos no tienen autoría, lo que leemos son las consignas o los eslóganes de variopintas subcomisiones, consejos de administración o cámaras oficiales que ordenan, planifican o han “estudiado las medidas más adecuadas para multiplicar por siete la producción prevista, a efectos de una mayor dignificación del hombre” (46)
Goytisolo, en al año del más famoso de los mayos, de la utopía, el amor libre y la imaginación al poder, aguza su mirada sobre aquello que acontece en un y otro lugar de aquel mundo dividido, en apariencia, ideológicamente. Lo examina, lo desmenuza y, fruto de la reflexión, extrae, adornado con grandes dosis de ironía, una serie de conclusiones rabiosamente actuales para nosotros, privilegiados lectores de hoy que gozamos de la ventaja de una mirada en perspectiva:
“¿Objetivo? Una economía sana. Sabemos que el factor económico está en la base de todo…hay que dar prioridad al consumo cuando lo exigen las necesidades de la producción (y, concluye) Que cada cual sea su propia policía. A eso aspiramos” (79) A los que no están de acuerdo con el nuevo mundo que se está construyendo, un nuevo mundo de armonía social, consumo y “lo más hermoso: una familia reunida ante la tele” (52), “sólo podemos decirles que están en su perfecto derecho….He ahí, por ejemplo, los amigos de la flor y de la hierba, de aquí para allá con sus pelos, sus flautas, sus paraísos, tolerados y, hasta, en cierto modo, alentados” (75)
Hemos de reír, gozar de este mundo de progreso y desarrollo ilimitado. “Aposadérese. Satisfacciónese. Todas las cosas tienen un lado bueno, pero el otro lado, téngalo presente, es el que en el fondo le permite hacer de su vida un continuo progreso” (75). Un último consejo: “Construya usted mismo, en su hogar, a ratos libres, cómodamente, su propia jaula” (76)
Continuará
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