Los tratados
de San Ildefonso y de El Prado, de 1778, establecían la cesión a España de la
isla portuguesa de Fernando Poo y otras cercanas, así como los derechos a la
trata de esclavos en las costas continentales, pero el dominio efectivo no se
produjo hasta el 1858, cuando se estableció el primer gobernador. Hasta 1926 el
régimen colonial era una especie de protectorado donde los líderes locales
gestionaban los asuntos de los nativos.
En la década
de 1940 la política económica del franquismo, que primaba el consumo de bienes
producidos en el propio país, incentivó la explotación de los recursos de la
colonia, como el café o el cacao, y por tanto la llegada de colonos para administrar
estos negocios. Estos nuevos habitantes, muchos de origen catalán, no sólo
trabajaban, y desarrollaron toda una sociedad colonial de ocio, entretenimiento
y también de descubrimiento de aquel territorio.
Uno de estos
colonos era Jordi Sabater Pi, que había llegado en 1940 para ejercer como
capataz y administrador de diferentes plantaciones agrícolas. De manera
autodidacta empezó a interesarse por los pueblos y la fauna locales, sobre los
que llegaría a ser un gran experto. En 1948 se convertía el anfitrión de la
primera expedición etnográfica del futuro Museo Etnológico, encabezada por
Augusto Panyella. También durante la misma época entró en contacto con Antonio
Jonch, entonces director del Museo de Granollers.
En 1957, el
Museo Etnológico, ya establecido en Montjuïc, realizaba una nueva expedición en
Guinea, pero esta vez el objetivo no era sólo la recolección de objetos y el
trabajo de campo. Antoni Jonch se había convertido en director del Zoo de
Barcelona y, junto con Panyella, tuvieron la iniciativa de fundar una
instalación permanente dedicada al estudio científico de aquellos territorios
africanos.
Durante la
década siguiente, hasta la independencia de Guinea Ecuatorial, este centro,
instalado a pocos kilómetros de Bata, la capital del territorio continental, y
dirigido por el mismo Sabater Pi, proveyó las colecciones zoológicas,
botánicas, etnológicas y arqueológicas de diferentes instituciones vinculadas
al Ayuntamiento de Barcelona. A su entrada, bajo el escudo de la ciudad, se
leía "Ayuntamiento
de Barcelona. Centro de Ikunde".
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada