15 de maig 2008

LOS OTROS, lecturas en y desde el trastero.

Iniciamos con esta entrada una nueva sección dedicada a los libros no seleccionados en el proceso de confección de nuestros calendarios de lecturas. No tiene, esta nueva sección, la voluntad de reseñar todos los libros que se han quedado en el camino, pero si que anima a tod@s l@s que los hayan leído o deseen leer, nos hagan llegar su opinión, bien en los encuentros o vía correo electrónico.



Portada del libro

Firmin
Aventuras de una alimaña urbana

Firmin:Adventures of a Metropolitan Lowlife (2006)

Sam Savage

Traducción: Ramón Buenaventura

Ilustraciones: Fernando Krahn


Editorial: Seix Barral- Biblioteca Formentor-
Barcelona, (8ª); febrero 2008
222 páginas



Iniciamos la singladura por nuestro trastero con uno de los éxitos editoriales del año pasado. El libro fue la propuesta número trece para la temporada 2008-2009 (quedó en un honroso vigésimo primer lugar) y, casualmente, el protagonista de la fábula (en el sentido clásico del término, Goytisolo dixit) de Sam Savage, Firmin, es la cría número trece en el parto de la oronda y borracha rata Flo.

La Plaza Scolay

Agobiada por los dolores, la rata Flo decide esconderse y esperar el parto en una antigua librería de lance situada en la Plaza Scolay, en la ciudad de Boston. En este mausoleo de los libros, la rata confecciona su nido royendo las páginas de uno enorme. Del parto, caudaloso, nacen trece ciegas ratas que se han de alimentar de los doce pezones de nuestra etílica amiga. Firmin, el pequeño, jamás llega a saborear las mieles de su dormida madre y decide, hambriento como se halla, comerse lo que haya más a boca: los restos del libro. Como a los pocos días del nido nada queda, nuestro protagonista inicia sus correrías por las entrañas de espacio tan singular en busca de más alimento para su estómago; y, así, de tanto trasegar letra impresa, nuestro héroe transforma su necesidad física, en necesidad intelectual o, lo que es lo mismo, pasa de comerse a leerse sin pausa libros y libros de las estanterías.

Este es el argumento inicial de esta pequeña fábula que canta el amor de su autor a los libros, a la amistad o al jazz. El libro está en el trastero esperando ser leído, mientras tanto os dejo con un pequeño fragmento de la obra y a Firmin escuchando la música que tanto le gusta:

“Siempre creo que todo va a durar para siempre, pero nada dura para siempre. De hecho nada existe más allá de un instante, salvo las cosas que retenemos en la memoria” (184)








Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada