6 de juny 2020

la retornada, 8



“Me falta la costumbre de volver a casa de quienes he dejado.


La Retornada
Donatella di Pietrantonio
Editorial Duomo, 2018
Pág. 114


La Retornada, de Donatella Di Pietrantonio

por  M.C. Mendoza

Hay novelas que pese a no ser de temáticas de tu gusto, no contener una trama especialmente absorbente o espectacular, pese a estar redactadas en una prosa sencilla (que no simple), logran captar tu atención sin que sepas explicar muy bien por qué. Eso me ha ocurrido con este libro.

La historia de la joven retornada me ha parecido bastante bien escrita. Ambientada en los años setenta en Italia, desprende un aura intimista y costumbrista, una muy lograda sinceridad, que calan enseguida en el lector. Hay algunas cosas previsibles, como la atracción entre dos de los personajes, aunque el desenlace de este conato de amorío no me lo esperaba. Pero en general, lees con interés de saber qué pasará. Es como si la escritura de la autora te atrapara en su sencillez y te obligara a seguir leyendo.

Entre los puntos que considero positivos, el hecho de narrar sin aspavientos ni exageraciones dramáticas una historia dura que se hubiera prestado a todo tipo de desgarros emocionales. Se explica muy bien el desconcierto de la joven al ser trasladada de lo que consideraba su familia a su verdadera familia, su incapacidad de entender qué ocurre. Así como las interacciones con sus numerosos hermanos, en especial las que implican a Vincenzo y a Adriana.

El libro te hace pensar sobre los vínculos familiares, los adquiridos socialmente y los biológicos, y cómo los segundos no significan nada cuando te has criado con otros padres. También pone en entredicho el vínculo paternofilial, tanto con el ejemplo de la madre que cede su hija a una pariente para que la críe, como el de esta otra, que se deshace de la niña cuando cambian sus intereses. Y sin embargo, ninguno de estos personajes se muestran como monstruos, sino que se nos ofrece cierta explicación a sus acciones (con las que podemos estar de acuerdo o no). No es un libro de buenos y villanos, sino de personas reales con sus circunstancias.

Me ha gustado sobre todo el final, con la solidaridad de la hermana retornada hacia la pequeña, que rubrica la ruptura con su “familia adoptiva”. La novela también habla, en cierto modo, como se ve en estas últimas escenas, de clasismo.

En resumen, una novela costumbrista que narra un tema duro y algo escabroso pero con contención y sentimiento. Días después de leerla, aún pienso en ella, lo cual no sucede con frecuencia, no al menos para bien.”


Críticas Literarias Regina Irae
15 octubre 2018


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