Artemisa
Rembrandt
(1606-1669)
Óleo
sobre lienzo. 142 x 153 cm
Museo
del Prado (Madrid)
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<< “Pero hombre, Mateu, ¿tan poco
le gusta?”
“Estoy harto de esa gorda”,
contesto Mateu. Mateu no aguantaba a
Sofonisba. “No me gusta esa gorda con perlas”, insistió (y es verdad que Artemisa está gorda y lleva
perlas al cuello y sobre la frente en el Rembrandt). “Parece más guapa la criadita
que le sirve la copa, pero no hay manera
de verle bien la cara.”
Mi padre no pudo evitar dar una
respuesta burlona, es decir, sorprendida y lógica:
“Ya”, dijo, “fue pintado así,
claro, la gorda de frente y la sirvienta de espaldas.”
El pirómano Mateu apagaba de vez
en cuando el mechero durante unos segundos, pero no lo apartaba del lienzo, y
al cabo de esos segundos volvía a encenderlo y a calentar el Rembrandt. A Ranz no lo miraba.
“Eso es lo malo”, dijo, “que fue
pintado así para siempre y ahora nos quedamos sin saber lo que pasa, ve usted, señor
Ranz, no hay forma de verle la cara a la
chica ni de saber qué pinta la vieja del fondo, lo único que se ve es a la gorda con sus dos
collares que no acaba nunca de coger la copa. A ver si se la bebe de una puta
vez y puedo ver a la chica si se da la vuelta”>>
Corazón tan blanco
Javier Marías
“Artemisa” es el único lienzo cuya autoría se atribuye a Rembrandt con total seguridad que posee el Museo del Prado, y uno de los pocos
ejemplos de pintura holandesa que se exponen en él. El cuadro fue adquirido en 1769 por Carlos
III, con la intervención del pintor de origen bohemio Anton Rafael Mengs, en la venta de los bienes
del Marqués de la Ensenada.
El asunto representado por
Rembrandt ha suscitado dudas. Se cree que la figura del cuadro sería Artemisa,
reina de Caria -territorio situado en Asia Menor, en la actual Turquía- que
vivió en el siglo IV a.C. Artemisa fue célebre en su tiempo por el dolor que
experimentó tras la muerte de Mausolo, su
marido y hermano, en el año 352 a.c., en cuya memoria ordenó erigir un
monumento en Halicarnaso, capital del reino, que fue citado en la Antigüedad
como una de las siete maravillas del mundo. Por extensión, se dio el nombre de
Mausoleo a toda construcción funeraria suntuosa.
De tratarse de Artemisa, el
cuadro de Rembrandt representaría el momento en que toma de manos de una
sirvienta una copa conteniendo una infusión con las cenizas de su esposo.
Se ha pensado que también podría
representar el instante en que Sofonisba, la hija del general cartaginés Asdrúbal
-distinguida en su tiempo por su belleza y coraje- está a punto de tomar el
veneno que le manda beber su esposo Masinisa, prisionero, para evitar que
cayera en manos de Escipión, su mortal enemigo.
La obra está firmada en el brazo
del sillón: "Rembrandt, f. 1634", año del matrimonio del pintor con
Saskia van Uylenborch. La fecha y los rasgos de la dama señalan que utilizó a su esposa como modelo.
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