19 de febr. 2014

Artemisa

Artemisa
Rembrandt  (1606-1669)
Óleo sobre lienzo. 142 x 153 cm
Museo del Prado (Madrid)
<< “Pero hombre, Mateu, ¿tan poco le gusta?”

“Estoy harto de esa gorda”, contesto Mateu.  Mateu no aguantaba a Sofonisba. “No me gusta esa gorda con perlas”, insistió  (y es verdad que Artemisa está gorda y lleva perlas al cuello y sobre la frente en el Rembrandt). “Parece más guapa la criadita que le sirve la copa,  pero no hay manera de verle bien la cara.”

Mi padre no pudo evitar dar una respuesta burlona, es decir, sorprendida y lógica:

“Ya”, dijo, “fue pintado así, claro, la gorda de frente y la sirvienta de espaldas.”

El pirómano Mateu apagaba de vez en cuando el mechero durante unos segundos, pero no lo apartaba del lienzo, y al cabo de esos segundos volvía a encenderlo y a calentar el Rembrandt.  A Ranz no lo miraba.


“Eso es lo malo”, dijo, “que fue pintado así para siempre y ahora nos quedamos sin saber lo que pasa, ve usted, señor Ranz,  no hay forma de verle la cara a la chica ni de saber qué pinta la vieja del fondo,  lo único que se ve es a la gorda con sus dos collares que no acaba nunca de coger la copa. A ver si se la bebe de una puta vez y puedo ver a la chica si se da la vuelta”>>

Corazón tan blanco
Javier Marías

“Artemisa” es el único lienzo cuya autoría se atribuye a Rembrandt con total seguridad  que posee el Museo del Prado,  y uno de los pocos ejemplos de pintura holandesa que se exponen en él.  El cuadro fue adquirido en 1769 por Carlos III, con la intervención del pintor de origen bohemio  Anton Rafael Mengs, en la venta de los bienes del Marqués de la Ensenada.

El asunto representado por Rembrandt ha suscitado dudas. Se cree que la figura del cuadro sería Artemisa, reina de Caria -territorio situado en Asia Menor, en la actual Turquía- que vivió en el siglo IV a.C. Artemisa fue célebre en su tiempo por el dolor que experimentó tras la muerte de Mausolo,  su marido y  hermano, en el año 352  a.c., en cuya memoria ordenó erigir un monumento en Halicarnaso, capital del reino, que fue citado en la Antigüedad como una de las siete maravillas del mundo.  Por extensión, se dio el nombre de Mausoleo a toda construcción funeraria suntuosa.

De tratarse de Artemisa, el cuadro de Rembrandt representaría el momento en que toma de manos de una sirvienta una copa conteniendo una infusión con las cenizas de su esposo. 

Se ha pensado que también podría representar el instante en que Sofonisba, la hija del general cartaginés Asdrúbal -distinguida en su tiempo por su belleza y coraje- está a punto de tomar el veneno que le manda beber su esposo Masinisa, prisionero, para evitar que cayera en manos de Escipión, su mortal enemigo.

La obra está firmada en el brazo del sillón: "Rembrandt, f. 1634", año del matrimonio del pintor con Saskia van Uylenborch. La fecha y los rasgos de la dama  señalan que utilizó a su  esposa como modelo.

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