18 d’oct. 2014

entrevista a l'autora del mes

Toledo
Fragment de l'entrevista a l’Inma Chacón amb motiu d'haver quedat finalista del premi Planeta amb el seu llibre "Tiempo de arena”. L'entrevista va ser publicada a la revista "culturamas.es"el 23 de desembre de 2011 per Benito Garrido.



"¿Qué te impulsó a escribir esta colección de historias entrelazadas, de personajes cuyas vidas están ubicadas en una época que parece no les debería haber tocado vivir?

Por un lado, me atraía el siglo XIX que es un momento histórico bastante desconocido, incluso en las clases de historia se pasa muy por encima.  Y por otro lado, estaba interesada en cómo habían vivido los españoles emigrados a Filipinas.  Un tatarabuelo mío fue uno de los que se trasladaron allí con su familia.  Allí nació mi abuela.  Quería saber qué buscaban y por qué en un sitio tan lejano y recóndito.  Y a partir de ahí, ya empiezo a encontrarme muchos temas como la independencia de las colonias: realmente los filipinos no se querían independizar, solo reclamaban tener los mismos derechos que los españoles, ser una provincia española más.  Los criollos eran ciudadanos de segunda: no podían tener tierras, ni trabajo en la administración…  Tenían muchas limitaciones en los derechos civiles respecto a los españoles nacidos en la península.  Como eso no les era concedido, surgió en ellos la necesidad de tener una identidad propia.  Me parecía algo fascinante, igual que los movimientos independentistas que fueron surgiendo entonces.  Movimientos en los que estaban muy metidos los masones, otro tema realmente interesante.  De hecho, los grandes próceres de las revoluciones anticolonialistas eran casi todos masones.  Descubrí en mis investigaciones que la masonería es una sociedad que lo que busca es la libertad, la igualdad y la fraternidad (lemas de la revolución francesa), el perfeccionamiento del hombre y el acceso al conocimiento, y la independencia del hombre.  Y eso, en el fondo, es lo mismo que buscan los independentistas.  Todos estos temas me engancharon para escribir mi libro. (…)

Tiempo de arena es una novela comprometida con unos ideales de libertad, de lucha por los derechos básicos.  ¿La escritora también es así?

Yo soy una persona muy comprometida.  Y ese compromiso lo llevo también a lo que escribo.  No es que piense que toda la literatura debe ser comprometida.  Lo que quiero comunicar en mis textos es lo que siento y lo que pienso, y para ello utilizo personajes de ficción.  Y las ideas que defiendo están también en mi literatura.  Así, como en el caso de Tiempo de arena, si una mujer demanda el derecho a una educación superior, eso es algo que siento y demando yo también.  En el siglo XIX las mujeres no podían ir a la universidad, no tenían independencia económica del marido, no podían hacer nada por sí mismas, siempre estaban tuteladas (marido, padre o tutor).  La única mujer independiente era la viuda, precisamente por eso, y siempre que no se volviese a casar.  En aquella época, el hombre que podía permitírselo, tenía su amante (la barragana) reconocida por todos, incluso tenía hijos con ella, y presumía de ella y de las joyas que le regalaba.  En mi novela, una de las mujeres protagonistas reclama que si un hombre puede tener dos mujeres, por qué una mujer no puede disfrutar de tener dos hombres.  No es cuestión de defender la bigamia pero sí es algo que se vivía y respiraba en ese momento. (…)

Otros temas clave en tu novela son el universo femenino y la familia.  ¿No teme llegar a mostrar demasiado de su interior?

Mis personajes son ficción.  Otra cosa es que mucha gente, cuando lee mis novelas, identifica a los personajes con alguien de mi entorno.  Algo curioso que yo no he tenido en cuenta al escribir esta novela. 

¿Cómo se plantea el desarrollo de unos personajes tan vitales y profundos?

Antes de comenzarla, yo ya sabía los personajes que iban a aparecer y las características que tendría cada uno: Mariana, como una mujer dura y controladora que no expresa sentimientos; Munda que iba a ser una mujer independiente, masona, que lucha por la libertad y la igualdad; y Alejandra que adapta los postulados de Munda pues va creciendo siempre a su lado, pero que también quiere mucho a Mariana.  Alejandra es la que va a querer ir a la universidad y va a cumplir las utopías de Munda.  En principio, estos tres personajes los tenía muy claros y definidos. “




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