Toledo |
Fragment de l'entrevista a l’Inma Chacón amb motiu d'haver quedat finalista del premi Planeta
amb el seu llibre "Tiempo de arena”. L'entrevista va ser
publicada a la revista "culturamas.es"el 23 de desembre de 2011 per Benito Garrido.
"¿Qué te impulsó a escribir esta
colección de historias entrelazadas, de personajes cuyas vidas están ubicadas
en una época que parece no les debería haber tocado vivir?
Por un lado, me atraía el siglo XIX que es un
momento histórico bastante desconocido, incluso en las clases de historia se
pasa muy por encima. Y por otro lado,
estaba interesada en cómo habían vivido los españoles emigrados a
Filipinas. Un tatarabuelo mío fue uno de
los que se trasladaron allí con su familia.
Allí nació mi abuela. Quería
saber qué buscaban y por qué en un sitio tan lejano y recóndito. Y a partir de ahí, ya empiezo a encontrarme
muchos temas como la independencia de las colonias: realmente los filipinos no
se querían independizar, solo reclamaban tener los mismos derechos que los españoles,
ser una provincia española más. Los
criollos eran ciudadanos de segunda: no podían tener tierras, ni trabajo en la
administración… Tenían muchas
limitaciones en los derechos civiles respecto a los españoles nacidos en la
península. Como eso no les era
concedido, surgió en ellos la necesidad de tener una identidad propia. Me parecía algo fascinante, igual que los
movimientos independentistas que fueron surgiendo entonces. Movimientos en los que estaban muy metidos
los masones, otro tema realmente interesante.
De hecho, los grandes próceres de las revoluciones anticolonialistas
eran casi todos masones. Descubrí en mis
investigaciones que la masonería es una sociedad que lo que busca es la
libertad, la igualdad y la fraternidad (lemas de la revolución francesa), el
perfeccionamiento del hombre y el acceso al conocimiento, y la independencia
del hombre. Y eso, en el fondo, es lo
mismo que buscan los independentistas.
Todos estos temas me engancharon para escribir mi libro. (…)
Tiempo de arena es una novela comprometida con
unos ideales de libertad, de lucha por los derechos básicos. ¿La escritora también es así?
Yo soy una persona muy comprometida. Y ese compromiso lo llevo también a lo que
escribo. No es que piense que toda la
literatura debe ser comprometida. Lo que
quiero comunicar en mis textos es lo que siento y lo que pienso, y para ello
utilizo personajes de ficción. Y las
ideas que defiendo están también en mi literatura. Así, como en el caso de Tiempo de arena, si una mujer demanda el derecho a una educación
superior, eso es algo que siento y demando yo también. En el siglo XIX las mujeres no podían ir a la
universidad, no tenían independencia económica del marido, no podían hacer nada
por sí mismas, siempre estaban tuteladas (marido, padre o tutor). La única mujer independiente era la viuda,
precisamente por eso, y siempre que no se volviese a casar. En aquella época, el hombre que podía
permitírselo, tenía su amante (la barragana) reconocida por todos, incluso
tenía hijos con ella, y presumía de ella y de las joyas que le regalaba. En mi novela, una de las mujeres
protagonistas reclama que si un hombre puede tener dos mujeres, por qué una
mujer no puede disfrutar de tener dos hombres.
No es cuestión de defender la bigamia pero sí es algo que se vivía y
respiraba en ese momento. (…)
Otros temas clave en tu novela
son el universo femenino y la familia.
¿No teme llegar a mostrar demasiado de su interior?
Mis personajes son ficción. Otra cosa es que mucha gente, cuando lee mis
novelas, identifica a los personajes con alguien de mi entorno. Algo curioso que yo no he tenido en cuenta al
escribir esta novela.
¿Cómo se plantea el desarrollo
de unos personajes tan vitales y profundos?
Antes de comenzarla, yo ya sabía los
personajes que iban a aparecer y las características que tendría cada uno:
Mariana, como una mujer dura y controladora que no expresa sentimientos; Munda
que iba a ser una mujer independiente, masona, que lucha por la libertad y la
igualdad; y Alejandra que adapta los postulados de Munda pues va creciendo
siempre a su lado, pero que también quiere mucho a Mariana. Alejandra es la que va a querer ir a la
universidad y va a cumplir las utopías de Munda. En principio, estos tres personajes los tenía
muy claros y definidos. “
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