5 de juny 2015

la rosa de foc

“—Deberíamos hablar más. —Rogelio se apoyó en el quicio de la puerta.
—El que nunca está en casa eres tú, hombre misterioso.
—Tengo cosas que hacer.
—Como todos.
—¿Puedo preguntarte algo?
—Adelante.
—¿Qué te motiva a ti?
—No te entiendo. —El cigarrillo volvió a sus labios.
—¿Qué esperas de la vida?
—Pasármelo lo mejor que pueda.
—¿Sólo eso?
—¿Hay más? —Le dio una calada y luego lo apagó en el cenicero, rebosante de colillas.
—¿Has visto el país en que vives?
—El que nos toca.
—¿Y no te preocupa?
—No.
—¿Por qué?
Ginés se cruzó de brazos en medio de la habitación.
—Porque mande quien mande a nosotros nos pasará lo mismo.
—Eso no es verdad.
—Ya me dirás.
—¿Te resignas a lo que haya?
—Soy realista, Rogelio. ¿Y a qué viene esto ahora?
—Sin lucha no hay cambios.
—¿Eres comunista?
—¿Y qué, si así fuera?
—¿Lo eres?
—No.
—El día menos pensado te meterás en líos.
—Y tú un día te casarás, tendrás hijos, y te preguntarán por qué no hiciste nada cuando podías.
—¿De qué estás hablando, por Dios, Rogelio? —Puso cara de fastidio—. En primer lugar, yo no voy a tener hijos. En segundo lugar, hubo una guerra, ¿recuerdas? Ganaron unos y palmaron otros, aunque mi padre jamás hable de ello.
—Por miedo.
—Por lo que sea. —Volvió a escrutar su rostro y frunció el ceño—. No, tú no eres comunista. Tú eres anarquista, de los que ponen bombas y creen que así van a arreglar las cosas o provocar alguna reacción.
—No seas absurdo.
Su voz no sonó demasiado convincente.
—Sí lo eres —asintió Ginés reanudando sus movimientos hasta pasar por su lado para salir de la habitación.
—No debería haber hablado contigo, ya veo —dijo Rogelio—. No entiendes nada.
—A mí déjame en paz. Ya te he dicho que vas a meterte en líos. Mejor no estar a tu lado cuando eso suceda.

Salió al pasillo dando por terminada la conversación y dispuesto a marcharse del piso.”

Sombras en el tiempo
Jordi Sierra i Fabra

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