1 d’oct. 2006

Vespres Literaris en los Escenarios de La Batalla del Ebro

Vespres literaris recorrió ayer los escenarios de La Batalla del Ebro. El itinerario se inició en la población de El Pinell de Brai, donde el grupo recorrió la exposición “Les veus del front”, montaje multimedia sobre los elementos de prensa y propaganda que se manejaban en el frente. La exposición se divide en cinco espacios: los medios de comunicación y propaganda en el frente, entre los frentes, entre éstos y la retaguardia, la retaguardia y la guerra vista desde el extranjero.

Desde El Pinell, fuimos a la Serra de Pàndols, a la cota 705 o Punta Alta, donde se halla el monumento a la Quinta del Biberón. A pesar de que el día amaneció brumoso, pudimos rememorar la dureza y sacrificio que supuso para el ejército republicano mantener esa posición hasta casi el final de la batalla.

Una vez finalizada la visita a la cota, una compañera leyó la última carta, más bien una nota manuscrita escrita en condiciones precarias, que su abuelo escribió antes de ser fusilado.

De la cota, en una bajada de infarto, nos desplazamos a contemplar las trincheras Dels Barrancs, dentro del término municipal de Vilalba dels Arcs. En este lugar se ha recuperado una trinchera de unos 700 metros. La trinchera era la línea defensiva de las tropas republicanas ante el que se preveía seguro ataque de las tropas franquistas tras el derrumbe del frente de Aragón. Como el citado ataque no se produjo, esta línea de frente se mantuvo inactiva. La trinchera es una zanja de unos 160-180 centímetros de profundidad, donde se destacan los puestos avanzados de los tiradores y nidos de ametralladoras; así como, los refugios de los soldados y mandos y las líneas de evacuación. Todos los puntos están protegidos con piedras y sacos terreros conseguidos de la construcción de la misma trinchera.

Las trincheras de Les Devees, en el término municipal de La Fatarella, fueron, en el transcurso de la batalla, una posición de retaguardia y servían para defender la citada población. Se conserva, principalmente, la zona de refugio y descanso de la tropa. A destacar la disposición en zig-zag de las trincheras, lo que facilitaba la defensa y minimizaba el impacto de la artillería enemiga .Esta cota, la 536, concretamente, revistió una importancia crucial a partir del 11 de noviembre de 1.938 porque sirvió para frenar el avance franquista y permitir el repliegue y cruce del río por parte de las tropas republicanas.

Dentro del mismo término municipal de la Fatarella, nos desplazamos al Memorial de Les Camposines, monumento dedicado a la memoria de todos aquellos que murieron en la batalla, sin distinción de ideología, credo o condición. El monumento está situado en una loma, al lado de la antigua ermita de Sant Bartomeu. El punto es una zona de gran valor estratégico, ya que controla un importante nudo de comunicaciones y está concebido en dos ámbitos: uno público, que muestra la historia de diez combatientes, cinco de cada bando. Y un ámbito privado., éste es un osario, donde se conservan y, aún hoy, se siguen depositando los restos de los combatientes hallados en el territorio.

Una vez acabada la visita, un compañero del grupo leyó sendos poemas inspirados en la Guerra Civil.

Después de recuperar fuerzas (comimos muy bien), visitamos el pueblo viejo de Corbera d’Ebre. El pueblo es un testigo del horror de las guerras. Situado en la cima de la loma de la Montera, en 1.938 tenía 2.500 habitantes. Desde el 25 de julio hasta el 4 de septiembre de 1.938 estuvo en manos republicanas y fue objeto de continuos bombardeos aéreos y artilleros de una extrema dureza..
El Parlament de Catalunya ha declarado el pueblo viejo de Corbera d’Ebre “Lloc d’interès històric”
En las calles y en los rincones derruidos de las casas del pueblo, se jalonan las creaciones de lo que ha venido en denominarse “El Abecedario de la Libertad”. A partir de las 28 letras del abecedario, veinticinco artistas han creado, de forma desinteresada, una ruta de amor a la humanidad y en contra de todas las guerras y la barbarie.

En tan singular espacio, algunos miembros del grupo representaron una pequeña obra de teatro en homenaje a todos aquellos que vivieron y murieron en aquella inmensa tragedia.

Con emoción contenida, pusimos término a una nueva visita del grupo a nuestra más reciente historia.

Una crónica de Andrés para Vespres Literaris.

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