29 d’abr. 2013

las "familias" franquistas

toma de  posesión de un nuevo gobierno franquista,
octubre 1969

“…Rosa no desentono en aquel ambiente algo elitista, sofisticado y de abierta oposición al Régimen para el cual ella trabajaba. También era cierto que aquellos contertulios no eran exactamente unos radicales; hacían críticas inteligentes y salpicadas de sentido del humor.
No dudaban en reconocer las cosas que salían bien, como el milagro económico, pero se mostraban muy críticos con otras carencias de aquella sociedad, como la falta de libertades, la hipocresía y la ausencia de elecciones libres o partidos políticos. Intento clasificar ideológicamente a los presentes en función de las cosas que decían: el juez, Senillosa, bien podia ser socialista; el cura era un comunista convencido; el poeta, Arturo Díaz, parecía monárquico, y su esposa, probablemente fuera anarquista por como hablaba de Bakunin. Guillermo Yesqueros, el jefe de la Brigada de Homicidios, era más moderado. No supo dónde encuadrar a su amigo Joaquín, que, como siempre, nadaba con habilidad entre aguas, mientras que Blas Armiñana se definió a sí mismo como un bon vivant. Todos pensaban de manera diferente, pero tenían algo en común, un nexo que los unía, y era una voluntad de cambio inequívoca, una indudable ansia de libertad que la mayor parte de la población, acomodada, feliz con su seiscientos, su televisor y sus excursiones de domingueros, no sentían. Estaban abotargados. Exactamente como había estado él durante años. Hablaron de las noticias, las pocas que les llegaban. Al parecer, la prensa decía que se había suspendido la actividad académica en Barcelona porque el rector y un grupo de profesores fueron acorralados por un grupo de alumnos (probablemente comunistas) en el despacho rectoral.
1969
Jerónimo Tristante
Pág. 204-205



"Con el transcurso de los años sesenta, se produjo la marginación o el pase a la oposición de fracciones de las familias franquistas tradicionales. Esto ocurrió sobre todo en el caso de los monárquicos y los carlistas pero incluso entre los falangistas y los católicos hubo una división respecto a su posición en el seno del régimen franquista. Mientras que algunos monárquicos constituían la opositora y juanista Unión Española, parte de los nacional-católicos se sumaba a las nuevas formaciones democristianas y los tradicionalistas constituían un renovado partido carlista, e incluso los falangistas radicales creaban grupos antirrégimen como Falange auténtica o un Frente Sindicalista.


La división de las familias franquistas y los nuevos alineamientos tuvieron que ver con la existencia de diversas tentativas de institucionalización del régimen de Franco. Se trataba de organizar una especie de pluralismo limitado en el seno del régimen. Esta prospectiva política, unida a las perspectivas de la sucesión en la jefatura del Estado, llevó a un juego aperturista de intentar definir una izquierda y una derecha del Movimiento. Por un lado, un sector de los falangistas, vinculado sobre todo a Sindicatos, se autodefinía como la izquierda nacional con evidentes modulaciones populistas mientras que el sector tecnócrata, de los que muchos de sus miembros pertenecían al Opus Dei, tenía un proyecto de desarrollo económico y de configuración de un Estado social de Derecho sin democracia."

por Abdón Mateos y Alvaro Soto

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