mestres republicans, la trobada

 

               

    Ahir ens vam reunir en un aula del col·legi públic Sant Martí per recordar la memòria dels mestres republicans, un dels col·lectius perseguits, eliminats i depurats amb ferotgia pel règim feixista franquista.

    Després de la lectura de fragments de les dues obres que han documentat el tema: “Historia de una maestra”, de Josefina Aldecoa i “Aquel mar que nunca vimos”, de José Antonio Abella, vam visionar un vídeo del cantautor de Cerdanyola del Vallès Ramon Sauló: “Lluny queda el mar”, que forma part de l'àlbum del 2015 “… i el Mar Esperant (a Antoni Benaiges, el Mestre Que Va Prometre el Mar)

i el documental del 2018 “MAESTRA, la depuración de las maestras republicanas ”, dirigit i realitzat per Marta Reig González, sobre la depuració de les mestres republicanes durant el franquisme, singularitzada a la figura de la seva àvia. Asunción Molina Roig, mestra represaliada pel franquisme. A través dels seus diaris i del seu expedient de depuració coneixem les repercussions que va tenir per al col·lectiu la repressió i depuració del cos de mestres.

    A la xerrada posterior, va quedar palesa la importància essencial de la figura del mestre com a referent i acompanyament en el desenvolupament integral de l'individu, especialment en les primeres etapes d'aprenentatge, i els enormes problemes, en el passat i actuals, amb què es troben cada dia per fer la seva tasca.

Antoni Benaiges Nogués

    “Hay que hacer mucho. ¡Mucho! Mi tarea es la Escuela. Vuestra tarea es más ruda: doblar el espinazo y arrancar jugo de la tierra. Pero también esa tarea puede ser grata, si deja de ser esclava. A cambio de sudor tenéis sol, aire y luz. Sobre todo, luz. Horizonte amplio y de rojo intenso. Haceos libres, que es bañar el espíritu en esa luz, y veréis cómo surge lo grato en vosotros. Vuestra tarea tendrá entonces una dignidad que ahora es pisoteada. No seréis gleba. La jornada será intensa, porque intensas deben ser las jornadas en todas las tareas. Pero no será amarga. Hay en la vida libre una ley, la de más categoría humana: la compensación. A un esfuerzo, un placer y una esperanza. El trabajo humano está muy lejos de ser el castigo bíblico. Lo que pasa es que hoy es motivo de riqueza sólo para unos cuantos: no se cumple, pues, la ley de compensación. De ahí que el trabajo sea algo indeseable. Trabajo forzado. De una poderosa fuente de salud, placer y riqueza se hace estigma de desheredado. Vivimos la paradoja. Somos la raza de los términos invertidos ... Hay que aclarar las aguas. Hay que surgir y dispararse hacia la conquista de nuevas formas de vida humana. Vosotros los labradores, que soportáis más peso de injusticia, tenéis más obligación de liberaros. Arar y pensar, para luego armonizarlo con el arar y cantar. Vuestra tarea es la labranza. Mi tarea es la Escuela. La tarea de todos es hacernos hombres.

    ¡Hacernos hombres! La trayectoria que ya venga de lejos. De la infancia. Nosotros ya la hemos pasado y apenas si pudimos vivirla, gustarla. Por eso nos es tan duro el emprender el camino de hombres. Necesitamos vencer el prejuicio, la ñoñez y el servilismo que los ambientes nos fueron infiltrando día tras día, gota tras gota, llegando el momento de dejar de ser niños con un espíritu incapaz de concebir formas de vida libres y bellas y si las concibió, más incapaz aún de plasmarlas en conducta. No nos dejaron ser niños. Quisieron que ya fuésemos hombres para dejar de ser carga. Y nos quisieran ahora niños para que no siguiéramos por el camino de hombres. Paradoja. Paradoja. Mi tarea, la tarea de maestro, se hace carne viva en esa paradoja. Va a impedirla. Los niños no pueden ser lo que uno quiera. No son cosas. Deben ser según son los valores que esconden. Esto es, ellos mismos. Que piensen, que sientan y que quieran. Que elaboren espíritu con su propio espíritu. Dejémosles ser niños. Respetémosles en todos los momentos. Y si se mueven en un ambiente de libertades, sutilidades y camaraderías, cargado de estímulos, provocador, veremos cómo chorrea de la infancia una vida todo hermosuras y promesas. Esto es la Escuela: ambiente y ocio. Libertad y espíritu. Esta es la Escuela que supo concebir y realizar Cossío, el hombre más grande que se nos ha ido. Y yo que concibo esta Escuela, que la sueño, hago por darle contenido en la realidad de todos los momentos, entregándome a ella todo entero, viviéndola en lo más hondo, imponiéndola si es preciso al medio que me circunda, medio hostil a carta cabal por atreverme a ser maestro, a no ser más que maestro, a hacer de sus hijos, paridos estúpidamente porque luego envuelven de miseria y abandono, niños que gocen con lo que produce el gozo y, más tarde, hombres que recuerden por necesidad de revivir, por necesidad de disparar un pasado hacia un futuro, aquel localucho que se llamó Escuela.”

Carta d'Antoni Baneiges dirigida 

al seu cosí Francisco Nogués

i datada el 30 d'octubre del 1935

“Aquel mar que nunca vimos”

José Antonio Abella

Valnera, 2020

Páginas: 399-401