20 de febr. 2024

aurora venturini, obra 2

 


El marido de mi madrastra

Aurora Venturini

(cuentos)

Literatura Random House, 2015 (2012)

páginas: 234

Sinopsi:

    Aurora Venturini construye una colección de relatos sobre una galería de personajes extraños y deformes. Gatos volando en medio de tornados. Niñas que nacen con un bulto negro en el cuello. Una maestra que se enamora de un ventrílocuo de circo. Gitanos, niños-monstruos, viejos y mujeres que les pegan a sus hijas.

    Dueña de un estilo excepcional, lírico y sórdido a la vez, Venturini narra las zonas perversas y macabras del mundo, atrapando a estos raros personajes antes de que desaparezcan. Dividida en dos partes, El marido de mi madrastra y Hadas, brujas y señoritas, los relatos se funden y emparientan en una única manera de entender la literatura y la vida: como una sucesión de sombras, que a veces son fantasmas y otras amenazas, interrumpida por breves parpadeos de una luminosidad que lastima.

Fragment:

    "Carbúncula Tartaruga sale al anochecer apoyada en sus gruesos bastones de madera durísima, acaso sea roble. De otra manera, esos soportes se hubieran doblado y hasta se hubieran quebrado, tal la enormidad seudohumana de la usuaria, porque Carbúncula es inmensa. Carbúncula es torpe en su caminar lentísimo. Tan lento…

    Avanza con tal lentitud que se dijera se desliza como los caracoles y las babosas. Deja tras ella un lampo blanquecino y fofo.

    Viene con su resbaloso modo susurrando algo ininteligible. Asegura que reza. No aclara a quién dirige su oración. Carbúncula nunca aclara nada a nadie; es sombra redonda, robusta, olorosa, inquietante de sí misma. Resulta horrenda, pero se acepta, ella lo hace con aparente goce y satisfacción.

    «Porque yo…», comienza sus chácharas feas.

    Digo feas porque son en contra de alguien. Ella, según ella, es perfecta y no habrá juez que se atreva a juzgarla, «porque yo…»; y ahí se saldan la teoría, la tesis y la conclusión.

    Lleva grabadores en todos los bolsillos de sus chaquetas y en su casa los hay hasta en los árboles del parque.

    «Porque yo sé de vos más que vos misma», repite al oído temeroso de aquellas mujeres a las que ella supone amigas.

    Alguna, remisa, intentó zafarla: «Pero yo le hice escuchar una grabación». Siempre procede de tal suerte.

    Se viste con la ropa de hombre que heredó de su papá, un ser tan raro como ella. Aseguran que Carbúncula mató a su mamá.

    En mis momentos de gran melancolía, pienso que tuvo una buena razón para aniquilar a su vieja: el hecho de traerla al mundo."

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