"Mi querido hermano:
Gracias por tu buena carta y el billete de 50 francos que
contenía. Ya que esto va bien, que es lo principal, ¿por qué insistiré sobre
cosas de menor importancia? ¡A fe mía!... antes de que haya oportunidad de
hablar de asuntos con la cabeza más reposada, pasará probablemente mucho
tiempo.
Los otros pintores, piensen lo que piensen, instintivamente se
mantienen a distancia de las discusiones sobre el comercio actual.
Porque aunque, la verdad es que sólo podemos hacer que sean
nuestros cuadros los que hablen, mi querido hermano, añado que siempre te he
dicho – y te vuelvo a decir otra vez con toda la gravedad que pueden dar los
esfuerzos del pensamiento asiduamente fijo para tratar de hacer tanto bien como
se pueda - te vuelvo a decir que yo consideraré siempre que tú eres algo más
que un simple marchand de Corot, y que por mediación mía tienes tu parte en la
producción misma de ciertas telas que aun en el desastre guardan su calma.
Porque nosotros estamos aquí y esto es todo o por lo menos lo
principal que puedo tener que decirte en un momento de crisis relativa. En un momento
en que las cosas están muy tirantes entre marchands de cuadros de artistas muertos
y de artistas vivos.
Pues bien, mi trabajo; arriesgo mi vida y mi razón destruida a
medias – bueno - pero tú no estás entre los marchands de hombres, que yo sepa;
y puedes tomar partido, me parece, procediendo realmente con humanidad, pero,
¿qué quieres?"
Carta que
Vincent van Gogh tenía sobre sí,
el 29 de julio, día en que falleció.
Campo de trigo con cuervos óleo sobre tela Auvers-sur-Oise, julio 1890 Museo van Gogh, Amsterdam |
“Para 1914, Jo Bonger (esposa de Theo) ya había vuelto a casarse y
a enviudar por segunda vez. La publicación de las cartas de Vincent y las
grandes ventas de sus obras la convirtieron en centro de atención mundial. Para
compartir esa vindicación con su marido y, sin duda, para borrar los terribles
sucesos acaecidos en París y en Holanda en los seis meses que mediaron entre
las muertes de ambos hermanos, Jo hizo llevar los restos de Theo desde Utrecht
a Francia y los enterró junto a los de Vincent, en la meseta que se eleva sobre
los trigales de Auvers.
Colocó làpidas idénticas sobre ambas tumbas y en ambas
hizo grabar la misma inscripción: ICI REPOSE VINCENT VAN GOGH e
ICI REPOSE THEODORE VAN GOGH.
Vincent había logrado, por fin, su reencuentro en el brezal.”
Van Gogh,la vida
Steven Naifeh y Gregory White Smith
Pág. 831
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