24 de des. 2014

tierra blanca donde no existe el tiempo


“Su mente estaba clara como un día de invierno, un día tan silencioso y sin sombras como cuando acaba de caer la nieve. Penetraban en ella ruidos estridentes, estrépito de cacharros y gritos. Y esto la asustaba. Era como el llanto de la cama contigua, que rasgaba la blancura.
Eran muchos los que lloraban donde estaba ella.
Hacía cuatro años que había perdido la memoria  Y apenas unos años que había perdido las palabras. Y ahora veía y oía, pero sin poner nombres a las cosas ni a las personas, con lo cual éstas y aquéllas perdían sentido.
Acababa de llegar a la tierra blanca donde no existe el tiempo. No sabía dónde estaba su cama o cuantos años tenía. Pero encontró una manera nueva de comportarse y de apelar a la compasión con humildes sonrisas. Como una niña. Y, también como los niños, era muy sensible a los sentimientos, a todo cuanto vibra sin palabras entre las personas.
Se daba perfecta cuenta de que iba a morir. Y esto era en ella una consciencia, no una idea.
Eran sus parientes quienes la sostenían.
Su marido venía a verla a diario. Y, con él, su falta de palabras no le impedía establecer contacte. Su marido tenía más de noventa años, de modo que también él estaba llegando al límite. Pero él no quería, no quería morir, ni pensarlo. Como siempre había sabido ejercer un firme dominio de su propia vida y de la de ella, libraba ahora una dura lucha contra lo inevitable. Le daba masaje en la espalda, le doblaba y estiraba las rodillas, le leía en voz alta el periódico del día. Y ella no tenía nada que oponer. Su relación había sido larga y compleja.
Lo peor, sin embargo, era cuando iba a verla su hija, la que vivía lejos, en otra ciudad. La vieja, que no tenía idea del tiempo y la distancia, se llenaba de desasosiego en vísperas de esa visita. Era como si, al amanecer, al despertar, presintiera la llegada del coche que se comía los kilómetros, y de la mujer que iba al volante y abrigaba una absurda esperanza.”

Las hijas de Hanna

Marianne Fredriksson

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada