30 de maig 2021

lectura del mes, 1

 



“Yo voy, tú vas, él va”, el muro que nunca cayó

por Mercedes Monmany

ABC, 07/09/2018

“Una de las mejores autoras en lengua alemana actuales, Jenny Erpenbeck (Berlín, 1967), con tres novelas publicadas y dos libros de cuentos, se ha dedicado sobre todo al teatro, llevando a cabo numerosas producciones operísticas y trabajando con grandes autores como Heiner Müller. Nieta de una conocida escritora y periodista, Hedda Zinner, fundadora de cabarets en los años 30 del siglo pasado,  Erpenbeck creció en la República Democrática Alemana.  Galardonada con numerosos premios, entre ellos el Strega Europeo de 2017, su nueva novela, Yo voy, tú vas, él va, fue nominada para el Man Booker Internacional de este año. Avalada de forma unánime por la crítica tanto anglosajona como alemana, la suya se trata de una excelente y casi se podría decir que muy necesaria obra. Una novela que toca uno de los principales temas y encrucijadas morales -por no decir el principal- de nuestros días. Una catástrofe humanitaria que muchos aún no quieren asumir. Se trata de la llegada -desde Ghana, Níger, Libia...- imparable, desesperada, de miles de emigrantes y refugiados a una Europa bloqueada tanto físicamente, en cuanto a sus fronteras, como mentalmente.

Un drama que desde los comienzos de la humanidad jamás se ha interrumpido, como se nos recuerda sin cesar en esta novela protagonizada por un antiguo profesor de literaturas clásicas. Paradójicamente, se trata de un tema que ha dejado hasta el momento escasos rastros literarios -mencionables por su calidad- aparte de una gran profusión de estudios y artículos de carácter sociológico y político. Si el recurso a provocar emociones y reflexiones viscerales, en el caso de Houellebecq y su libro Sumisión, apuntaba sobre todo a la paranoia y el pánico, en el caso de la excelente, precisa, a ratos poética, documentada y nada manipuladora prosa y tapiz de historias encadenadas con numerosos protagonistas en cada una de ellas de Erpenbeck, apunta a la responsabilidad y la conciencia.

En ningún momento se banaliza ni se amañan artísticamente supuestas y fáciles conclusiones. Por el contrario, el tema central de la migración de seres humanos en nuestra época va tomando cuerpo vigorosamente, desde numerosas perspectivas, incluso la de lecturas de clásicos, conforme avanza el relato. Un relato que adquiere el tono emocionante de un bildungsroma, la novela de aprendizaje de un personaje cuyo crecimiento corre paralelo a las acciones que se narran.

Lo que aborda en esta nada usual novela es la capacidad de apertura al conocimiento y a la comprensión. La posibilidad de adquisición de nuevas perspectivas e ideas sobre la realidad conocida. Actitudes morales y éticas responsables, se trate de la edad que se trate. Como se apunta en la obra: «La comprensión no es un camino, más bien un estado».”


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