7 de nov. 2006

Italo Calvino o un viaje a la literatura experimental



Como indicamos en el artículo dedicado al autor del mes, Italo Calvino ,en sus inicios literarios, se ha de encuadrar en la corriente neorrealista italiana de los años finales de los cuarenta y primeros años cincuenta del siglo pasado. Después de la etapa fantástica, en los años sesenta inicia el camino de la experimentación literaria con su acercamiento al movimiento OuLiPo francés.

Pero, ¿qué significa experimentación, OuLipo, estructura, semiótica, en el mundo literario de aquellos años? Veámoslo.

En 1.948 se creo el Colegio de la Patafísica, “Sociedad de Investigaciones Sabias e Inútiles”. El escritor Raymond Queneau y un grupo de amigos se unieron para reivindicar la figura del autor francés Alfred Jarry, el cual en 1.898 había escrito la novela neocientífica Hechos y dichos del doctor Faustroll, patatísico . Amen de reivindicar la obra de Jarry, se propusieron desmitificar la literatura, adoptando una actitud provocativa y bromista hacia el hecho literario. En septiembre de 1.960, durante el primer congreso dedicado a Raymond Queneau, algunos asistentes crearon un grupo de experimentación literaria que, en principio, se llamó “Seminario de Literatura Experimental” (Sélitex) y estaba formado por 10 personas entorno a Raymond Queneau y François le Lionnais. En noviembre de ese mismo año, el Sélitex se refunda en el denominado Ouvroir de Littérature Potentielle (OuLiPo) o Taller de Literatura Potencial, taller que pasó a formar parte del Colegio de la Patafísica.

El grupo reivindica una literatura que prosiga la búsqueda de formas nuevas que puedan ser utilizadas por los escritores como les parezca. Una literatura que tenga la “potencialidad” de ser utilizada por cualquiera escritor desde el cultivo no del azar, como el dadaísmo, o la escritura automática, como el surrealismo; sino desde el respeto a las reglas de dos disciplinas aparentemente dispares: las matemáticas y la literatura: la semántica, el algoritmo, la combinatoria, la fonética o los fractales, se utilizan para, recombinadas, dar lugar a nuevas obras. Como dice Marcel Bénabou, miembro del grupo: “Se trata de obtener a partir de un número muy reducido de elementos un conjunto muy amplio. Se puede por ejemplo, partiendo de 10 sonetos, crear la potencialidad de los "Cien mil millares de poemas", tal y como demostró Raymond Queneau.


En el viaje literario de nuestro autor, no debían faltar tampoco dos conceptos claves de aquellos años: estructuralismo y semiótica. El estudio profundo de las estructuras del lenguaje así como el significado de los símbolos que, en definitiva, constituyen la estructura profunda del lenguaje, se desarrollo de forma exponencial desde los trabajos de Claude Lévi-Strauss, en el campo de la etnología con la publicación del la obra Las estructuras elementales del parentesco (1.949). Los estudios de la aplicación del estructuralismo a la literatura de Roland Barthes o la obra de Michel Foucault Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas (1.966).
En el próximo artículo analizaremos la utilización de todo este bagaje intelectual en la creación de la obra que discutiremos en diciembre: Si una noche de invierno un viajero... (1.979)

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