El nostre company i amic Joan Francesc va participar fa uns
dies a la ruta Le Chemin de la Liberté. Aquesta és la seva crònica de
l'experiència.
“Del 6 al 9 de julio del 2017, se celebró la 24ª edición
de Le
Chemin de la Liberté, que parte de la ciudad de Saint-Girons (Ariège), Francia
hasta la localidad catalana de Esterri d’Àneu.
Le Chemin de la Liberté
Tenemos que remontarnos a 1940 durante la Segunda Guerra
Mundial, cuando las tropas Alemanas invadieron Francia y tras la firma del
armisticio crearon una zona en el sur de Francia denominada la Francia de Vichy
o Francia libre, en esta zona, propiciado por los Nazis se instauró una
gobierno totalitario, a pesar de ello, fue un espacio donde inicialmente miles
de personas se refugiaron huyendo de la barbarie, entre estas personas habían
presos evadidos, pilotos abatidos, insumisos, victimas de discriminaciones, judíos,
resistentes desenmascarados o delatados.
Pero en 1942, a partir del desembarco aliado en el norte
de África, las tropas Nazis intensificaron la presión sobre la zona libre, con
guardias fronterizos esencialmente austriacos que controlaban la cadena
montañosa cerrando las fronteras con España y estableciendo una zona prohibida
de 20 km, a partir de ese momento, el denominador común de todos los
perseguidos era la necesidad vital de irse de Francia, atravesando para ello los
Pirineos y alcanzar España.
Para facilitar la huida, se creo una verdadera red de
pasadores, personas altruistas que conocían las montañas; pastores,
contrabandistas y guías, que arriesgando sus vidas acompañaban a los perseguidos
por recónditos caminos, bosques, collados y valles. De los aproximadamente 2.000
guías conocidos, cerca de la mitad fueron ejecutados o muertos en deportaciones,
sin embargo, gracias a ellos unos 33.000 evadidos pudieron cumplir su sueño, a
pesar, de no ser recibidos con mucha amabilidad por las autoridades españolas, aunque
el dictador Franco era aliado de Hitler, tenia acuerdos económicos secretos con
los gobiernos aliados que posibilitaba la salida de los presos después de meses
del éxodo y penoso cautiverio por cárceles españolas.
¿Qué es Le Chemin de la Liberté?
Es uno de los recorridos de evasión, que a través de Couserans
(pequeña provincia histórica de los Pirineos dentro de la parte occidental del
departamento de l’Ariège), fue uno de los caminos más largos y difíciles, pero
también uno de los más usados por los guías, a causa de la complejidad y
dificultad del terreno, paradoxalmente las tropas ocupantes, en contra de su
voluntad, descuidaron su vigilancia.
La Association Chemin de la Libertè en 1994 balizó el recorrido y creo un escenario de
sentimiento, recuerdo y memoria histórica de lo sucedido durante la ocupación
Nazi, solidarizándose con las miles de
personas perseguidas y recordando a aquellos que perdieron o pusieron su vida en
peligro por la libertad..
El recorrido, empieza en Saint-Girons a 391m. de altitud,
durante cuatro días se recorren caminos y sendas de alta montaña de una belleza
extraordinaria, donde se leen textos en lugares emblemáticos, palabras de
recuerdo, rememorando hechos, canciones e himnos, se cruza por ríos, lagos,
bosques, collados, rocas y nieve, asistidos en todo momento por los excelentes
guías de la organización, con avituallamiento y soporte logístico, un recorrido
de aproximadamente unos 70km. y 4.000m. de desnivel acumulado, se acampa en un
prado a 1500m (cabaña de Subera), se pasa una noche en el refugio de Estagnous
a 2.245m., las cotas máximas son en el collado de Pécouch (2494m) y el collado
de Claouère (2.500m), este último antes de empezar la larga bajada hasta el
Noguera Pallaresa y se finaliza en Alos
de Izil (1.200m) antes de desplazarnos a Esterri d’Àneu.
He participado dos años consecutivos en Le Chemin
de la Libertè, para mí ha supuesto un espacio de reflexión y
concienciación, lamentablemente la historia se sigue repitiendo sin cesar,
cambian los pueblos y los escenarios, pero las guerras y la codicia humana
continúan desplazando a millones de personas que lo han perdido todo,
convirtiéndose en parias sin hogar, en un sin sentido, que a la industria de la
guerra, a los gobiernos y religiones no les interesa parar.
Cada cual tiene un motivo para hacer el camino, pero para
mí, lo mejor es el compañerismo y solidaridad que se genera, he hecho grandes
amigas y amigos entre las personas que participan, de múltiples edades,
procedencias y nacionalidades, cada cual con su motivación pero con el objetivo
común de homenajear y rememorar la gesta de los partisanos y pasadores,
refrescando cada año con la participación y con la difusión que humildemente
cada uno de nosotros podamos hacer para que se mantenga vivo el recuerdo de la
historia.
Para finalizar, extraigo un pequeño fragmento de un
folleto de la organización:
“Ojalá, pueda cada participante, cualquiera que
sea, sentir una emoción intensa, insostenible mezcla de admiración y de
compasión cuando ponga sus propios pasos en las huellas de estos hombres,
mujeres y niños, algunos muy jóvenes y otros muy mayores, que tomaron valientemente en condiciones
mucho más difíciles en aquella época, esta senda peligrosa de la esperanza:
este es el profundo deseo de todos los miembros de la Asociación. Además, se
debe recordar, que durante la trágica retirada, apenas tres o cuatro años
antes, muchos republicanos españoles perseguidos con ferocidad por Franco, se
refugiaron también el Francia por Couserans, cogiendo en sentido
contrario, itinerarios de evasión a veces idénticos, en condiciones dramáticas
y precarias”.
Podéis recabar más información y ver el itinerario
detallado por días en la página web de la Asociación http://www.chemindelaliberte.fr, o bien os podéis contactar conmigo.
Para que nunca más vuelva a suceder, nos vemos el próximo
año en la 25ª edición de Le Chemin de la
Liberté."
Salud y libertad.
Joan Francesc
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