16 de nov. 2018

el hombre que no fue jueves


El hombre que no fue Jueves

Juan Esteban Constaín

Random House, 2015

184 páginas

“Muchas novelas retratan lo real. Y muchas otras hallan en lo real una novela.  A esta segunda categoría pertenece el nuevo libro de Juan Esteban Constaín (Colombia, 1979), El hombre que no fue Jueves. Leí del escritor colombiano ¡Calcio! (2012) y me confundió entonces esa mezcla de realidad y ficción,  que nunca terminé de entender. De dicha novela me quedó la idea contradictoria de un libro muy bien escrito y a la vez muy fallido como artefacto de ficción. Ahora Constaín nos trae una historia absolutamente real,  la muy poco difundida pretensión del papa Pío XI de convertir en santo a G. K. Chesterton,  por un secretísimo servicio prestado a la Iglesia. Pero además de una novela hallada en lo real,  el libro de Constaín es un velado ensayo sobre el creador del célebre padre Brown. Y  también una defensa, literaria y moral.

El hombre que no fue Jueves está narrado en primera persona por un experto en lengua anglosajona.  Por tanto, la persona ideal para adentrarse en unos misteriosos textos escritos en aquella lengua. Todo comienza cuando nuestro privilegiado experto tiene que acudir a la sede papal, con el Papa en persona atendiéndolo, para recibir unos documentos y traducir parte de ellos. De lo que se trata es de los documentos que datan de 1929 y que Benedicto XVI desempolva. Al final se descubre que se trata de la orden de santificación de G. K. Chesterton por parte del papa Pío VI.

Con esta materia documental,  en la cual el principal protagonista es el mismo Chesterton, Juan Esteban Constaín urde una madeja ensayística, biográfica e intrahistórica.  El resultado no decepcionará a quienes gusten de las hipótesis literarias. Tampoco a los amantes de los hilos argumentales funcionando como digresiones o como relatos sueltos.  Cito por ejemplo el relato de la fuga de Casanova de la cárcel de Venecia,  una historia que Constaín nos cuela como quien no quiere la cosa,  resultando que,  a pesar de su arbitraria aparición (o tal vez a causa de ella),  el cuento adquiere un pleno sentido. Pero,  por sobre otras consideraciones literarias,  el libro de Constaín es una defensa de la figura de Chesterton.  Invita no solo a releer al autor de infinitas paradojas que conocemos,  al católico piadoso que se esconde detrás del padre Brown,  sino a releerlo en un contexto histórico,  filosófico y teológico.  El autor colombiano nos guía en la lectura de libros de Chesterton.  En la Autobiografía. Tal vez tenga razón cuando le pone reparos a La resurrección de Roma.  Pero no olvido que en ese libro de Chesterton hay esas misteriosas,  diría mejor mistéricas,  palabras: “La frase más importante es la frase que una generación entera se ha olvidado de decir, o que ha sentido que es inútil decir”. Invito a esta lectura. Es de las que colaboran a deshacer malentendidos. Y la obra y la vida de Chesterton están, injustamente,  llenos de ellos.”


J. Ernesto Ayala
El País
11 agosto 2015

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