6 d’abr. 2019

los hijos de los días, final




Diciembre
31

El viaje de la palabra


En el año 208,  Serenus Sammonicus escribió en Roma un libro,  Asuntos secretos, donde revelaba sus descubrimientos en el arte de la sanación.

Este médico de dos emperadores,  poeta,  dueño de la mejor biblioteca de su tiempo, proponía,  entre otros remedios,  un infalible método para evitar la fiebre terciana y espantar la muerte: había que colgarse al pecho una palabra y protegerse con ella noche y día.

Era la palabra Abracadabra, que en hebreo antiguo quería decir, y sigue diciendo:

Envía tu fuego hasta el final.

Los hijos de los días
Eduardo Galeano
Siglo XXI, 2012
pág: 409






Y los días se echaron a caminar.
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros,
los hijos de los días,
los averiguadores,
los buscadores de la vida


El Génesis, según los mayas


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