PREGUNTA: — ¿Quién le enseñó a luchar contra la injusticia en la sociedad? ¿Hubo algún suceso en su infancia que determinó su posterior compromiso?
RESPUESTA: —Mis padres, especialmente mi madre me influyó desde que era muy joven. No solo hubo un suceso, fueron muchos.
P: —¿De dónde procede su fuerza para afrontar las adversidades?¿Dónde deposita su esperanza?
R: —Mi fuerza interna procede de la confianza en mí misma.
P: —No entiendo muy bien por qué Fouada (protagonista de La mujer que buscaba) no logra avanzar. Se hace demasiadas preguntas que la llevan a deprimirse.
R: —Fouada era una mujer joven rebelándose contra un sistema opresivo. Ella buscaba la libertad y realizarse como persona, no estaba deprimida.
P: —¿Qué buscaba Fouada? ¿El amor, romper las reglas…?
R: —Buscaba su verdad a través del amor y a través de la rebeldía contra todos los obstáculos que se le ponían delante.
P: —¿El enfado ha sido un motor para su creatividad o en su vida? ¿Por qué decidió ser escritora?
R: —No solo la ira. La ira por sí sola no es suficiente. Me hice escritora porque me encantaba, me producía un gran placer escribir.
P: —¿En qué punto nos encontramos ahora en la situación de la mujer?
R: —Se está avanzando, a pesar de las recaídas y retrocesos.
Esta eterna inconformista, que de pequeña le escribió una carta a Dios porque su hermano, por haber nacido varón, no tenía la obligación de ayudar en casa ni ser buen estudiante, suele decir que es revolucionaria y feminista desde que se percató de eso. En esa carta le reprochaba a Dios por qué no la quería a ella igual que a su hermano, por qué tal injusticia. Todos los personajes de Nawal son ella misma. A sus 86 años, Nawal no teme a la muerte, ni a lo desconocido. Independiente, audaz, valiente, alegre. Sigue usando su mejor arma, la palabra (“cuando uno es creativo, mata con su lápiz”), en la tenaz búsqueda de la justicia. La mujer que quiso ser bailarina, música, pianista ha puesto su máximo empeño en buscar un todo, un solo mundo. Unos derechos humanos para la humanidad en su integridad. “Unir la fuerza de cuerpo, mente y espíritu”. Nawal dijo que “el esplendor se da cuando esos tres van juntos. Lo que los separa es la religión”. Como Fardous, la protagonista de Mujer en punto cero, es libre:
Nada espero.
Nada deseo.
Nada temo.
Soy libre.”
por Susana Rizo
Zenda Libros
24/11/2017
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