Valentina. Crónica del alba. 1ª Parte
Fitxa tècnica:
Any: 1982
Durada: 86 min.
Direcció: Antonio Betancor
Guió: Antonio Betancor, Lautaro Murúa, Carlos Escobedo, Javier Moro.
Novel·la: Ramón J. Sender
Repartiment: Jorge Sanz, Paloma Gómez, Anthony Quinn, Marisa de Leza, Saturno Cerra, Concha Leza, Alfredo Luchetti, Eusebio Poncela, Luis Ciges, Concha Hidalgo, María Rubio, Emilio Fornet, Antonio Canal.
Música: Riz Ortolani
Fotografia: Juan Ruiz Anchía
Muntatge: Eduardo Biurrun
Producció: Ofelia Films y Kartus P.C
Apunte de un amor frustrado
por Diego Galán
El País
13/11/1982
“Bajo el seudónimo de Valentina se oculta la primera parte de la versión de Crónica del alba, la novela que Ramón J. Sender escribió con nostalgia en 1942. Desde las perspectiva del exilio, el autor aragonés reconstruyó la biografía de su imaginado José Garcés, niño valiente y soñador que muere, ya adulto, tras la guerra civil, en un campo de concentración. Dicen sus estudiosos que Sender volcó en Crónica del alba gran parte de sus propios recuerdos y emociones. La película recoge la primera parte de la novela, la que precisamente se llama Crónica del alba: narración del despertar amoroso de un chico poeta y aventurero que arriesga su seguridad por vivir junto a Valentina, niña rubia, ingenua y rebelde, que comparte ese amor.
Antonio Betancor ha dirigido la película con sensibilidad, cuidando la planificación, los ambientes y los actores con un mimo inteligente que hay que aplaudir. Cuenta con un guion que hereda la poética de Sender, aunque se escape con frecuencia por senderos muertos que alargan innecesariamente la brevedad de la anécdota.
Las peripecias infantiles de Pepe Garcés no se limitan al campo amoroso. La vida familiar le condiciona, le atormenta, le reprime. Una familia española, ultramontana y estéril, que Sender sitúa en 1911, pero que prolonga su mentalidad hasta nuestros días. Y el cura, profesor del protagonista -sin que el guion explique por qué- y único que entiende que tras su vehemencia se esconde el talante de una persona impar. Impar para ser héroe, santo o poeta, las tres únicas ramas que su mentalidad de cura acepta. El niño Garcés, sin embargo, accede a una visión surreal en la que los santos, poetas y héroes del pasado se definen como pobres hombres.
Jorge Sanz interpreta al niño protagonista. Es un actor eficaz, convincente, brillante, como ya ha demostrado en varias películas anteriores. Su capacidad de comunicación supera a la de los adultos que le acompañan en el reparto, aunque ninguno de ellos resuelva mal su cometido. La niña Paloma Gómez, nueva en el cine, tiene encanto y naturalidad. La segunda parte ya no contará con sus presencias. El niño Garcés se habrá convertido en un adolescente que debe interpretar otro actor.
¿Para cuándo esa segunda parte? Quizá los productores no han acertado al dividir en el cine lo que sólo es divisible entre división. Entre otras cosas, porque se arriesgan a una explotación muy breve de Valentina, que, estrenada ahora, probablemente no esté en cartel más que el tiempo que nos separa de los días de Navidad. Algo común a casi todo el cine español: las multinacionales tienen organizados ya sus estrenos navideños y sólo en los casos en que los productores españoles tengan suficiente fuerza para discutir se logrará mantener nuestro cine en cartel. Las demás películas desaparecerán, tengan la carrera comercial que tengan. Conviene, pues, que el espectador lo sepa, porque debe apresurarse a ver las películas españolas que le interesen; casi todas tienen los días contados: lo han decidido así desde los despachos de Londres y Los Ángeles.”
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