9 d’ag. 2015

lectura del mes, 7

Gervasio Sánchez
“Se había celebrado el referéndum por la independencia de Bosnia, las calles estaban empapeladas de manifiestos nacionalistas. Las madres de los soldados alistados en el ejército federal se manifestaban con pancartas pegadas al cuerpo para que les devolvieran a sus hijos. Empezaban a llegar noticies alarmantes, y algunos decían incluso que durante la preparación de las Olimpiadas de invierno, mientras se nivelaban las pistas, ya se pensaba en las trincheras para la guerra que iba a estallar…
Gojko decía que eso no era más que una muestra de estúpido alarmismo.
-La propaganda encuentra prosélitos en el campo; es fácil convencer a un campesino de que tu vecino es un turco que quiere robarte la tierra y degollarte… Pero aquí no hay turcos, ni chétniks, ni ustasha. Aquí solo somos sarajevitas…
Pero Diego conocía el lenguaje de los hinchas. Karadzic había sido el psicólogo del equipo de fútbol de Sarajevo; Arkan, el jefe de los ultras del Estrella Roja de Belgrado…
—Las guerras empiezan en tiempo de paz, en la periferia de las ciudades, mientras vosotros os pasáis el día en vuestros círculos culturales, hablando de poesía…”

La palabra más hermosa
Margaret Mazzantini
Lumen, 2009
pág.263-264

Nens jugant durant el setge. Sarajevo, novembre de 1993. Foto: Gervasio Sánchez

El periodista i fotògraf Gervasio Sánchez,  (Córdoba, 1959), ha cobert la major part dels conflictes armats d'Amèrica Llatina i la Guerra del Golf des de 1984 fins a 1992, any a partir del qual va passar a cobrir la Guerra de Bòsnia i la resta de conflictes derivats de la desfragmentació de l'antiga Iugoslàvia.

Gervasio Sánchez parla del seu treball: 

“El periodismo debe servir para mostrar y documentar las historias más escondidas y en realidad lo que yo hago es periodismo. Lo que si es verdad es que al estar en una zona de conflicto tienes muchas posibilidades de ser superado por los acontecimientos o de ser engañado porque la verdad es la primera víctima de la guerra. La manipulación está siempre presente, cada uno de los bandos quiere contar la historia a su manera y al final he ido descubriendo que la única verdad incuestionable son las víctimas. A lo largo de mi vida he llegado a la conclusión de que la única verdad incuestionable de un conflicto son las víctimas y cuanto más cerca estás de las víctimas más cerca estás de la verdad.”

Nenes darrere de vidre a Sarajevo, 1994. Foto: Gervasio Sánchez 
La família Dzuheric s’il·lumina amb espelmes durant el setge. Sarajevo, desembre de 1993. 
Foto: Gervasio Sánchez.
Un nen mira per una finestra.
Sarajevo, octubre de 1993.
Foto: Gervasio Sánchez.








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