No es economía, es ideología
Economistas Frente a la Crisis
Editorial:
Deusto, 2012
páginas: 272
“Ante la incontenible ola
conservadora que desde Europa impuso al Gobierno español y a las Cortes la
constitucionalización del déficit cero, Economistas
Frente a la Crisis (EFC) inauguró su presencia pública en la prensa el 16
de septiembre de 2011 con un artículo en El
País bajo el nombre de «No es
economía, es ideología».
La economía es compleja y la
crisis se manifiesta en toda su complejidad. Pero desde Leonardo Da Vinci ya es
muy difícil encontrar sabios universales aunque sí especialistas en cada
materia. Pero este libro ha sido escrito por varios miembros de EFC, cada uno
especialista en los temas sobre los que ha escrito. Tiene, el libro, por
consiguiente, un contenido plenamente solvente en todos sus capítulos.
El libro no es un compendio de
artículos cómo tantos que son escritos por varios autores –en este caso, tantos
como 15- sino un libro que presenta un relato homogéneo porque el pensamiento
económico compartido por sus autores, formados en la Universidad, en el
ejercicio profesional y todos -en algún momento- en la política –bien como
ciudadanos o cómo partícipes destacados en la Administración y en el Gobierno-,
suministra unidad y coherencia a todos sus capítulos aunque hayan sido escritos
por distintos economistas.
“Crisis financiera, recortes e ideología”, por Juan Ignacio Bartolomé;
“El mercado de trabajo no tiene la culpa de todo”
por Antonio González;
“El papel de la regulación laboral” por Alfonso Prietro;
“La reforma laboral, la crisis y los salarios” por José Ignacio Pérez Infante;
“Competitividad, productividad laboral y reformas
estructurales” por Mauro Lozano;
“Participación de los trabajadores en las empresas.
¿Por qué no hablamos de ello?” por Ignacio
Muro;
“Por un gobierno corporativo socialmente
responsable” por Mónica Melle;
“Otra fiscalidad es posible” por Alberto del Pozo Sen y Manuel de la Rocha Vázquez;
“Crisis bancaria y financiera” por Julio Rodríguez y José Moisés Martín Carretero;
“El gobierno económico europeo” por Josep Borrell;
“Una reforma para la regulación del sector
eléctrico”, por Natalia Fabra y Jorge Fabra Utray;
“La economía del medio ambiente” por Cristina Narbona;
“Desmontando la política de la intransigencia” por José Moisés Martín Carretero.
Y en todos los capítulos un
hilo conductor. Ese hilo no es la pertenecía de los economistas autores de “No
es economía….” a una u otra escuela o doctrina económica. El hilo conductor que
da unidad a este libro a pesar de tratar temas tan diferentes y por tantos
economistas, es el análisis de la realidad de esta crisis desde los
conocimientos adquiridos –no sin ideología, que la tienen, porque cómo todo
ciudadano… también todos han tomado partido ante las opciones que se les han
presentado y se les presentan…. con ideología pero sin dogmas. Con rigor
científico, pero sin deslizarse por la pendiente de la tecnocracia… porque en
la búsqueda de las soluciones introducen restricciones sociales… todas, sin
excepción, relacionadas con el bienestar de los ciudadanos y el progreso de la
sociedad. Para ello sólo es necesario saber economía y no retirar la mirada de
lo que muestra la realidad y los anhelos de la ciudadanía.
En “No es economía, es
ideología” Economistas Frente a la Crisis denuncia la manipulación de la
economía para justificar políticas que no se compadecen con el interés general,
que sólo sirven como instrumento de un proyecto político liderado por Alemania
que se llama “devaluación interna”, que la realidad refuta cómo solución
solvente para salir de la crisis sin deteriorar el modelo de Estado de
Bienestar que fundamenta la cohesión interna de la Unión Europea y a la Unión
Europea misma.
La ideología impregna todo,
también las posiciones de EFC. Pero su crítica, al decir que las políticas de
falsa austeridad que se están implantando desde Europa y desde el Gobierno
español no son economía sino ideología, quiere poner de manifiesto dos cosas:
primero, que esas políticas incumplen un principio científico incompatible con
la economía como ciencia: la evidencia empírica las está refutando; y, segundo,
que son contrarias a los intereses generales.
Y seguramente estas son las
razones por las que la gente está en la calle preguntándose ¿qué está pasando?
Y cunde la decepción y el desapego en las instituciones. Una deriva en la que
Economistas Frente a la Crisis no quiere caer y quiere combatir. Existen
soluciones, existen alternativas que hay que poner delante de los ciudadanos
para que su derecho a elegir pueda ser ejercido de manera efectiva.”
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada