29 d’ag. 2012

diari de Zlata


Zlata Filipovic, Sarajevo, 3 de desembre de 1980, és l'autora de "El diari de Zlata", un llibre que relata la seva vida durant la guerra de Bosnia (1991 a 1993). Zlata vivia en un cèntric carrer de Sarajevo, i cada dia, entre 1991 i 1993, va ser escrivint les seves vivències i sentiments en "Mimmy", el seu diari persona. El dietari és un testimoni de primera mà de l'horror que viu la ciutat i la seva gent, i, entre ells, els més joves.



5 de abril de 1992:
Trato de concentrarme en hacer los deberes, pero no puedo. Algo está ocurriendo en la ciudad. Se pueden oír disparos desde las colinas. Desde Dobrinja salen columnas de personas. Intentan parar algo, pero ni ellos saben qué. Simplemente uno siente que algo va a suceder, algo muy malo. [...] tengo un nudo en el estómago y ya no me puedo concentrar en mis deberes. ¡¡¡Tengo miedo de la guerra!!!

12 de abril de 1992:
La gente salía para estar junta, nadie quiere la guerra. La gente quiere vivir y disfrutar como antes. Es lo natural, ¿no? ¿A quién le gusta o quiere la guerra, siendo lo peor que hay en el mundo?

20 de abril de 1992:
La guerra no es ninguna broma. Destruye, mata, quema, separa, hace desgraciada a la gente. Hoy han caído unas bombas terribles en Bascarsija, el antiguo centro de la ciudad. Explosiones terribles. Bajamos al sótano, al sótano frío, oscuro y asqueroso. Y el nuestro ni siquiera es muy seguro. Mamá, papá y yo estábamos allí agazapados, abrazados los tres en un rincón que parecía algo más seguro. Cuando estaba en la oscuridad y sentía el calor de los brazos de mis padres, pensé en abandonar Sarajevo. Todos piensan en hacerlo, y yo también. No soportaría irme sola, abandonar a papá y a mamá, a la abuela y al abuelo. Y el irme sola con mamá no arregla las cosas. Lo mejor sería que nos fuésemos los tres. Pero papá no puede irse. Así pues, he decidido que nos quedaremos aquí juntos. Mañana le diré a Keka que una debe ser valiente y permanecer con aquellos a los que quiere y que le quieren.

7 de mayo de 1992:
Querido Mimmy, Estaba casi segura de que la guerra terminaría, pero hoy… Hoy ha caído una bomba en el parque, delante de mi casa, el parque donde iba a jugar con mis amigas. Hubo muchos heridos. (…) Selma ha perdido un riñón, pero no sé cómo se encuentra porque todavía está en el hospital. Y NINA HA MUERTO. Un trozo de metralla se le incrustó en el cerebro y murió. Era una niña tan dulce, tan encantadora. Fuimos juntas a la guardería y jugábamos juntas en el parque. ¿Es posible que nunca más vuelva a ver a Nina?

20 de julio de 1992:
Como me paso todo el tiempo en casa, observo el mundo a través de la ventana. Sólo un pedazo de mundo. Hay un montón de perros de raza vagando por las calles. Probablemente sus dueños tuvieron que abandonarlos porque ya no les podían dar de comer. Qué triste. Ayer vi a un cocker que cruzaba el puente, sin saber qué dirección tomar. Estaba perdido. Quería ir hacia delante, pero luego se detenía, se daba la vuelta y miraba hacia atrás. Seguramente buscaba a su dueño. ¿Quién sabe si su dueño sigue vivo? Aquí incluso sufren los animales.



15 de noviembre de 1992:
Un montón de gente se ha marchado de Sarajevo. Todos ellos conocidos. Mamá ha dicho: «Sarajevo se marcha». Mamá y papá conocen a muchos de los que se han ido. Hablaron con ellos, y cuando se despidieron, todos decían: «Nos volveremos a ver algún día, en algún lugar». Fue triste. Triste y sobrecogedor.

29 de noviembre de 1992:
Hace frío. No tenemos suficiente leña, así que la estamos racionando. Hay leña en el mercado, pero, como todo lo demás, sólo puede comprarse con marcos alemanes, y eso es muy caro. Yo no puedo evitar pensar que quizá los tilos, abedules y plátanos de mi parque estén allí, con toda la otra leña.

6 de enero de 1993:
Está helando. El invierno ha llegado a la ciudad. Antes el invierno me gustaba mucho, pero en el Sarajevo de ahora es un huésped muy desagradable. Las flores se nos han congelado. Estaban en las habitaciones sin calefacción. Ahora vivimos en la cocina. Es la única habitación que calentamos.

26 de enero de 1993:
Me he dado cuenta de que ya no te escribo sobre la guerra ni sobre los tiroteos. Debe de ser porque me he acostumbrado a ello."

Zlata Filipovic
El diari de Zlata

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