En los campos de paz Andrey Mylnikov, 1950 |
“¿Qué
es el realismo socialista? ¿Qué significa esta expresión extraña que a uno le
hace daño en los oídos? ¿Se puede hablar en verdad de un realismo socialista, o
capitalista o cristiano, o mahometano? ¿Expresa este concepto irracional algo
real? ¿0 quizá no existe? ¿Quizás es sólo un sueño, la pesadilla de un
intelectual angustiado en la oscura, fantástica dictadura staliniana? ¿Quizá no
es más que la grosera demagogia de CHDANOV, o un capricho senil de GORKI, una
ficción, un mito, un invento de la propaganda?
En
el bloque occidental según hemos oído decir, estas preguntas continúan repitiéndose,
en Polonia se discuten apasionadamente, entre nosotros se plantean y levantan
vehementes sentimientos que acaban en las herejías de la duda y del criticismo.
Y
al mismo tiempo la literatura y la pintura, el teatro y el cine soviéticos hacen
los mayores esfuerzos para demostrar su existencia. Los productos del realismo
socialista llenan millones de páginas impresas, kilómetros de película, siglos de horas de
audición. Miles de críticos, teorizadores y pedagogos se exprimen la cabeza y
hablan sin parar, para fundamentar, aclarar e interpretar el carácter
materialista y la naturaleza dialéctica del realismo socialista. Y el propio
jefe del estado, el primer secretario del Comité Central, abandona cuestiones
económicas urgentes para pronunciar graves palabras sobre los problemas
estéticos del país.
La
definición más exacta del realismo socialista se encuentra en los estatutos de
la Unión Soviética de Escritores. "El realismo socialista es el método fundamental
de la Literatura y de la crítica literaria soviética. Exige del artista una
interpretación verdadera y concreta de la realidad en su desarrollo
revolucionario. Y tiene por objetivo el colaborar a la transformación ideológica
de los trabajadores educándolos en el espíritu del socialismo." [Primer Congreso Soviético
de Escritores, Moscú, 1934]
Esta
fórmula inocua sirve de fundamento a todo el edificio del realismo socialista.
Define la conexión del realismo socialista con el del pasado y también lo que
le separa de éste. La relación con el
realismo del pasado consiste en la fidelidad
a la realidad de la interpretación, la diferencia en el intento de agregar
el desarrollo revolucionario y de
educar a los lectores y espectadores de este desarrollo en el espíritu del socialismo.
Los
realistas antiguos, o críticos como a menudo se les llama porque criticaban la
sociedad burguesa - BALZAC, TOLSTOI, CHÉJOV - han descrito la vida tal como la
veían. Pero no conocían la genial doctrina de MARX, no podían prever la futura
victoria del socialismo, y no tenían por supuesto ninguna idea sobre los
caminos reales y concretos para alcanzar esta victoria. Esta es su tragedia, su "limitación histórica".
El
realista socialista en cambio, está armado con la doctrina de MARX, posee una
rica experiencia de luchas y de victorias y recibe además la inspiración de un
amigo y maestro extraordinariamente alerta - el partido comunista. Cuando describe
el presente, escucha el paso de la
historia y tiende una mirada hacia el futuro. Contempla los "rasgos visibles del comunismo"
que un ojo ordinario no puede ver. Comparado con el arte de los tiempos pasados
es un paso hacia adelante, la cúspide del desarrollo artístico de la Humanidad,
el más realista de los realismos.
Tal
es, en pocas palabras, el esquema general de nuestro arte, un esquema asombrosamente simple y al mismo
tiempo elástico, en el que caben GORKI y
MAIAKOVSKI, FADÉIEV, ARAGON, EHRENBURG y cientos de otros realistas
socialistas mayores y menores. Pero no
podemos comprender este esquema si nos quedamos en la superficie de las
fórmulas y no intentamos penetrar en su significado profundo y oculto. El fundamento de estas fórmulas - la interpretación
verdadera, histórica y concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario
- es la idea de la finalidad, el ideal
universal al que la realidad fielmente descrita en su irresistible desarrollo
revolucionario aspira. Inculcar en el
lector la aspiración a una finalidad, ayudarle a acercarse a ella modificando
su mentalidad, tal es el sentido del
realismo socialista, que es mucho más consciente de una finalidad que ninguna
otra tendencia artística de nuestro tiempo.
La
finalidad es el Comunismo, que en su
etapa juvenil se conoce con el nombre de Socialismo. El poeta no escribe
simplemente versos, sino que ayuda con
sus versos a la construcción del Comunismo. Esto se da por supuesto. Igual como
se da por supuesto que hacen lo mismo los pintores, los músicos, los agricultores, los ingenieros, los abogados, los millonarios, los trabajadores y todas las demás personas
así como todas las máquinas, los cañones,
los teatros o los periódicos.
Nuestro
arte, igual que toda nuestra cultura y que nuestro sistema, es completamente teleológico. Está sometido a la finalidad suprema y con
ello ennoblecido. E n último término sólo vivimos para acelerar la llegada del Comunismo.”
¿Qué es el realismo soviético?
Abraham Terz
(Abraham Terz es el
seudónimo utilizado por el escritor ruso Andrej M. Sinjawskij para publicar
algunos escritos fuera de su país.)
traducción Neus Planelles
O realismo é unha corrente tan válida coma calquera outra sempre que teña calidade.
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