13 d’oct. 2018

realismo socialista

En los campos de paz
Andrey Mylnikov, 1950

“¿Qué es el realismo socialista? ¿Qué significa esta expresión extraña que a uno le hace daño en los oídos? ¿Se puede hablar en verdad de un realismo socialista, o capitalista o cristiano, o mahometano? ¿Expresa este concepto irracional algo real? ¿0 quizá no existe? ¿Quizás es sólo un sueño, la pesadilla de un intelectual angustiado en la oscura, fantástica dictadura staliniana? ¿Quizá no es más que la grosera demagogia de CHDANOV, o un capricho senil de GORKI, una ficción, un mito, un invento de la propaganda?

En el bloque occidental según hemos oído decir, estas preguntas continúan repitiéndose,  en Polonia se discuten apasionadamente,  entre nosotros se plantean y levantan vehementes sentimientos que acaban en las herejías de la duda y del criticismo.

Y al mismo tiempo la literatura y la pintura, el teatro y el cine soviéticos hacen los mayores esfuerzos para demostrar su existencia. Los productos del realismo socialista llenan millones de páginas impresas,  kilómetros de película, siglos de horas de audición. Miles de críticos, teorizadores y pedagogos se exprimen la cabeza y hablan sin parar, para fundamentar, aclarar e interpretar el carácter materialista y la naturaleza dialéctica del realismo socialista. Y el propio jefe del estado, el primer secretario del Comité Central, abandona cuestiones económicas urgentes para pronunciar graves palabras sobre los problemas estéticos del país.

La definición más exacta del realismo socialista se encuentra en los estatutos de la Unión Soviética de Escritores. "El realismo socialista es el método fundamental de la Literatura y de la crítica literaria soviética. Exige del artista una interpretación verdadera y concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario. Y tiene por objetivo el colaborar a la transformación ideológica de los trabajadores educándolos en el espíritu del socialismo."  [Primer Congreso Soviético de Escritores, Moscú, 1934]

Esta fórmula inocua sirve de fundamento a todo el edificio del realismo socialista. Define la conexión del realismo socialista con el del pasado y también lo que le separa de éste.  La relación con el realismo del pasado consiste en la fidelidad a la realidad de la interpretación, la diferencia en el intento de agregar el desarrollo revolucionario y de educar a los lectores y espectadores de este desarrollo en el espíritu del socialismo.

Los realistas antiguos, o críticos como a menudo se les llama porque criticaban la sociedad burguesa - BALZAC, TOLSTOI, CHÉJOV - han descrito la vida tal como la veían. Pero no conocían la genial doctrina de MARX, no podían prever la futura victoria del socialismo, y no tenían por supuesto ninguna idea sobre los caminos reales y concretos para alcanzar esta victoria. Esta es su tragedia,  su "limitación histórica".

El realista socialista en cambio, está armado con la doctrina de MARX, posee una rica experiencia de luchas y de victorias y recibe además la inspiración de un amigo y maestro extraordinariamente alerta - el partido comunista. Cuando describe el presente,  escucha el paso de la historia y tiende una mirada hacia el futuro.  Contempla los "rasgos visibles del comunismo"  que un ojo ordinario no puede ver.  Comparado con el arte de los tiempos pasados es un paso hacia adelante, la cúspide del desarrollo artístico de la Humanidad,  el más realista de los realismos.

Tal es, en pocas palabras, el esquema general de nuestro arte,  un esquema asombrosamente simple y al mismo tiempo elástico,  en el que caben GORKI y MAIAKOVSKI, FADÉIEV,  ARAGON,  EHRENBURG y cientos de otros realistas socialistas mayores y menores.  Pero no podemos comprender este esquema si nos quedamos en la superficie de las fórmulas y no intentamos penetrar en su significado profundo y oculto.  El fundamento de estas fórmulas - la interpretación verdadera, histórica y concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario - es la idea de la finalidad,  el ideal universal al que la realidad fielmente descrita en su irresistible desarrollo revolucionario aspira.  Inculcar en el lector la aspiración a una finalidad, ayudarle a acercarse a ella modificando su mentalidad,  tal es el sentido del realismo socialista, que es mucho más consciente de una finalidad que ninguna otra tendencia artística de nuestro tiempo.

La finalidad es el Comunismo,  que en su etapa juvenil se conoce con el nombre de Socialismo. El poeta no escribe simplemente versos,  sino que ayuda con sus versos a la construcción del Comunismo. Esto se da por supuesto. Igual como se da por supuesto que hacen lo mismo los pintores,  los músicos,  los agricultores,  los ingenieros, los abogados,  los millonarios,  los trabajadores y todas las demás personas así como todas las máquinas,  los cañones, los teatros o los periódicos.

Nuestro arte, igual que toda nuestra cultura y que nuestro sistema,  es completamente teleológico.  Está sometido a la finalidad suprema y con ello ennoblecido. E n último término sólo vivimos para acelerar la llegada del Comunismo.”

¿Qué es el realismo soviético?
Abraham Terz
 (Abraham Terz es el seudónimo utilizado por el escritor ruso Andrej M. Sinjawskij para publicar algunos escritos fuera de su país.)
traducción Neus Planelles

1 comentari:

  1. Luis Manteiga Pousa22:14

    O realismo é unha corrente tan válida coma calquera outra sempre que teña calidade.

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