31 de març 2022

propostes curs 2022-2023, 12

 

La rueda de la vida

Elisabeth Kübler-Ross


título original: The Wheel of Life. A Memoir of Living and Dying

368 páginas

propone: Fina Guasch



Elisabeth Kübler-Ross nació en Zúrich el 8 de julio de 1926 y falleció en Arizona el 24 de agosto de 2004.

Emprendió los estudios de medicina con la esperanza de poder ir a la India como misionera laica, tal y como había hecho Albert Schweitzer yendo a África. Pero el destino la llevó a Nueva York, dónde empezó a trabajar con enfermos mentales, a pesar de tener pocos conocimientos teóricos de la rama de psiquiatría. A base de escucharlos y de estar con ellos, al cabo de 4 años la mayoría había vuelto ya a emprender una vida autónoma, aceptando sus responsabilidades y sin depender de otros para ello.

Más adelante emprendió su labor como acompañante a enfermos terminales, tanto personas mayores como niños pequeños. Siguiendo el mismo proceso, de escuchar y estar abierta a todo lo que estas personas querían comunicarle, empezó a elaborar un esquema de las fases por las que pasa una persona que se enfrenta a la muerte, o a la pérdida de un ser querido. Dolor, rechazo a la situación, enfado, negociación, proceso de aceptación... Estos trabajos le valieron el reconocimiento internacional en el incipiente campo de estudio de la tanatología: el proceso de morir.

Al entrar en contacto con miembros de la recientemente inaugurada psicología transpersonal, Kübler-Ross pudo vivir una serie de experiencias extracorporales y transcendentes que le validaron y confirmaron que lo que le habían dicho muchos de sus pacientes, acerca de seres y visiones que acontecían justo antes del momento de la muerte, eran algo verídico y que cabía tener en consideración, como uno de las etapas de mayor importancia en este proceso.

A partir de allí sus conferencias se abrieron al objetivo de exponer que, además de la inexcusable importancia del acompañar al enfermo terminal, la posibilidad de la supervivencia de la consciencia-aceptación, reconciliación con el después de la muerte era un ámbito de estudio que requería la atención de todos —sobre todo de los anonadados miembros de esta sociedad mecanicista occidental en la que vivimos—. El deceso no sólo era un hecho que requería aceptación, sino que además era un proceso que había de ser afrontado sin miedo.

Después de años de un relativo rechazo por parte de la comunidad científica —quizá por ser una «vocera» del movimiento «espiritual»—, el reconocimiento llegó en forma de numerosas entregas de títulos honoris causa, concedidos por diversas universidades de todo el mundo. Admirada y respetada, no hay seguramente en el mundo una personalidad científica a quien se le hayan otorgado tantos títulos (28 en total) “Doctor Honoris Causa”

HECHOS DESTACABLES

• En su libro Sobre la muerte y los moribundos (1969) expone su conocido modelo de Kübler-Ross por primera vez. En esa y otras doce obras, sentó las bases de los modernos cuidados paliativos, cuyo objetivo es que la persona enferma afronte la muerte con serenidad y hasta con alegría.

• Describió las cinco etapas de duelo. negación, ira, negociación, depresión y aceptación, se utilizan para afrontar situaciones muy difíciles como mecanismo de defensa ante el problema

• Expuso de forma científica los veinte mil casos estudiados, a través del mundo entero, de personas que habían sido declaradas clínicamente muertas y que fueron llamadas de nuevo a la vida. Algunas se despertaron naturalmente, otras sólo después de una reanimación

MOTIVACIÓN PERSONAL

He escogido este libro porque personalmente me aporto una visión tranquilizadora sobre la muerte. Si hay algo seguro en esta vida es que un día moriremos. A lo largo de nuestra vida nos hemos ido preparado para casi todas las etapas que estaban por llegar, hemos estudiado para tener una formación con la que poder ganarnos la vida, nos hemos preparado para constituir una familia, para intentar ser buenos padres, hijos, abuelos... pero sin embargo estamos muy poco preparados para aceptar la muerte. La vemos como algo lejano y que en muchas ocasiones nos produce miedo, miedo a dejar de existir, al vacío que pueda haber tras ella... Había oído hablar de las “experiencias cercanas a la muerte” pero siempre me habían parecido “habladurías de charlatanes”, sin embargo al leer este libro autobiográfico y ver cómo Elisabeth aplica el método científico para describir sus innumerables experiencias con personas moribundas, entendí que estas experiencias no eran historias fantásticas, sino que contenían una gran veracidad. Es por esto que este libro me ha impactado mucho y a la vez me ha tranquilizado mucho y creo que independientemente de que sea un libro votado o no por Vespres merece la pena que si sentís un mínimo de inquietud por estos temas, le dediquéis un tiempo de lectura. Estoy segura de que no os defraudará.

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