18 d’ag. 2022

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Hechos y cifras: Poner fin a la violencia contra las mujeres

en ONU mujeres

"La disponibilidad de datos sobre la violencia contra las mujeres y las niñas ha aumentado de manera significativa en los últimos años. En la actualidad existen datos disponibles sobre la incidencia de la violencia de pareja para, al menos, 106 países. Visite nuestra página de investigaciones y datos para obtener más información sobre las razones por las que los datos son cruciales para la labor que realiza ONU Mujeres para prevenir y responder a la Violence contra las mujeres y niñas. 

Prevalencia de la violencia contra las mujeres y las niñas

A nivel global, se estima que 736 millones de mujeres -alrededor de una de cada tres- ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja (el 30% de las mujeres de 15 años o más).Estos datos no incluyen el acoso sexual y algunos estudios nacionales muestran que la proporción puede llegar al 70 por ciento de las mujeres. Las tasas de depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no planeados, infecciones de transmisión sexual e infección por VIH son más altas en las mujeres que han experimentado este tipo de violencia en comparación con las que no la han sufrido, así como muchos otros problemas de salud que pueden durar incluso después de que la violencia haya terminado.

La mayor parte de la violencia contra las mujeres es perpetrada por sus maridos o parejas íntimas o por parte de sus ex-maridos-parejas. Más de 640 millones de mujeres de 15 años o más han sido objeto de violencia de pareja (el 26% de las mujeres de 15 años o más).

De las que han mantenido una relación, casi una de cada cuatro adolescentes de 15 a 19 años (24%) ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja o marido. El 16% de las jóvenes de 15 a 24 años han experimentado esta violencia en los últimos 12 meses.

En 2018, se estima que una de cada siete mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja o marido en los últimos 12 meses (el 13% de las mujeres de 15 a 49 años). Estas cifras no reflejan el impacto de la pandemia de COVID-19, que ha aumentado los factores de riesgo de violencia contra las mujeres.

A nivel mundial, la violencia contra las mujeres afecta de forma desproporcionada a los países y regiones de ingresos bajos y medios bajos. El 37% de las mujeres de entre 15 y 49 años que viven en países clasificados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible como "menos desarrollados" han sido objeto de violencia física y/o sexual por parte de su pareja en su vida. El 22% de las mujeres que viven en los "países menos desarrollados" han sido objeto de violencia de pareja intima en los últimos 12 meses, un porcentaje sustancialmente superior a la media mundial del 13%.

A nivel global, alrededor de 81.000 mujeres y niñas fueron asesinadas en el 2020, unas 47.000 de ellas, (es decir, el 58%), a manos de sus parejas o familiares. Esto equivale a una mujer o niña asesinada cada 11 minutos por personas que conocen. En el 58% de todos los homicidios cometidos por las parejas intimas y/o en el contexto familiar, la víctima fue una mujer o niña.

Efecto del COVID-19 sobre la violencia contra las mujeres y las niñas

Existen los primeros indicios de la intensificación de la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. Los informes derivados de los datos sobre el uso de servicios en distintos países han demostrado un aumento considerable de denuncias de casos de violencia en el ámbito doméstico, vinculado al COVID-19, a las líneas de apoyo, a los refugios o albergues para mujeres y a la policía. En algunos países, las llamadas a las líneas de apoyo se han quintuplicado. Sin embargo, en otros países, se ha observado un descenso en el número de denuncias de casos de violencia en el ámbito doméstico, lo que pone el foco en los retos de disponibilidad y accesibilidad que han surgido durante los confinamientos y como consecuencia de otras medidas de distanciamiento social.

Los datos emergentes recopilados por ONU-Mujeres a través de las evaluaciones rápidas de género sobre el impacto del COVID-19 en la violencia contra las mujeres confirman la existencia de una pandemia en la sombra. El informe "Measuring the shadow pandemic: Violence against women during COVID-19" (Medir la pandemia invisible: violencia contra las mujeres en el contexto del COVID-19) (no disponible en castellano) presenta el primer conjunto de datos fibles, de distintos países y representativos a nivel nacional sobre temas relacionados con la violencia contra las mujeres, la seguridad de las mujeres en el hogar y en los espacios públicos en el contexto del COVID-19, así como el acceso a recursos y servicios, entre otros.

Hasta octubre de 2021, 52 países habían integrado la prevención y atención a la violencia contra las mujeres y niñas en sus planes de respuesta al COVID-19, y 150 países habían adoptado medidas para fortalecer los servicios prestados a las mujeres sobrevivientes de violencia durante la crisis global. Sin embargo, es urgente intensificar los esfuerzos. Se necesitan esfuerzos continuos para garantizar que las respuestas orientadas a la recuperación integren en su totalidad medidas que aborden la eliminación de la violencia contra las mujeres para construir un mundo más igualitario tras la pandemia.

Los análisis de big data de ocho países asiáticos muestran que las búsquedas en Internet relacionadas con la violencia contra las mujeres y la búsqueda de ayuda aumentaron considerablemente durante los confinamientos por el COVID-19. Las búsquedas relacionadas con la violencia física, incluyendo palabras clave como «señales de abuso físico», «relación violenta» o «tapar moretones en el rostro» aumentaron un 47 % en Malasia, un 63 % en Filipinas y un 55 % en Nepal entre octubre de 2019 y septiembre de 2020. Las búsquedas que hacían uso de palabras clave relacionadas con pedir ayuda, como «teléfono de asistencia contra la violencia doméstica», aumentaron en casi todos los países, incluyendo un aumento en Malasia del 70 %.

Denuncia de la violencia contra las mujeres

Menos del 40 por ciento de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. En la mayoría de los países para los que existen datos disponibles sobre esta cuestión se constata que, entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades. Muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud. Menos del 10 por ciento de quienes buscan ayuda acuden a la policía.

Legislación sobre la violencia contra las mujeres y las niñas

Al menos 158 países han aprobado leyes sobre la violencia en el ámbito doméstico, y 141 cuentan con legislación sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo. Sin embargo, aun en los países en los que existen leyes de este tipo, no siempre son harmonizadas con las normas y recomendaciones internacionales, y tampoco se aplican y hacen cumplir. En 2020, Kuwait y Madagascar adoptaron por primera vez leyes específicas e integrales en materia de violencia en el ámbito doméstico. 

Factores de riesgo de la violencia contra las mujeres y las niñas

Un análisis regional de Women’s Health Surveys (Encuestas de salud de las mujeres) llevado a cabo entre 2016 y 2019 en cinco Estados miembros de la Comunidad del Caribe (Granada, Guyana, Jamaica, Suriname y Trinidad y Tobago) encontró que era más probable que las mujeres de entre 15 y 64 años que han tenido alguna vez pareja y que estaban en relaciones con hombres que mostraban actitudes y comportamientos que refuerzan la posición dominante del hombre sobre la mujer y que perpetúan la desigualdad de género hayan experimentado violencia de pareja íntima actualmente o en algún momento de su vida. Los comportamientos dirigidos a controlar el cuerpo de las mujeres, su autonomía o su contacto con otras personas también guardan una fuerte correlación con un aumento en la experiencia de la violencia de la pareja íntima.

Costos económicos de la violencia contra las mujeres y las niñas

La violencia contra las mujeres puede conllevar costos económicos considerables para el Estado, las víctimas-sobrevivientes y a la comunidad en su conjunto. Los costos son directos e indirectos y tangibles e intangibles. Por ejemplo, los costos de los salarios del personal que trabaja en los refugios son costos directos tangibles. Todas las personas asumen estos costos, incluidas las víctimas/-sobre vivientes individuales, los perpetradores, los gobiernos y la sociedad en general.

En Vietnam, los gastos directos y las ganancias perdidas representan casi el 1,41 % del PIB. Más importante aún, los resultados de la regresión sobre la estimación de pérdidas de productividad muestran que las mujeres que experimentan violencia ganan un 35 % menos que aquellas que no sufren abusos, lo que supone una pérdida considerable para la economía nacional. En Egipto, se estima que cada año se pierden 500.000 días laborables debido a la violencia marital y que el sector sanitario emplea más de 14 millones de dólares en dar servicio solo a 600.000 sobrevivientes, un cuarto del total. En Marruecos, el costo total de la violencia física y sexual contra las mujeres se estima en 2.850 millones de dirhams al año, (lo que equivaldría a 308 millones de dólares). En 2021, el costo de la violencia de género en la Unión Europea se estimó en 366.000 millones de euros al año. La violencia contra las mujeres constituye el 79 % de este costo, lo que asciende a 289.000 millones de euros.

Violencia sexual contra las mujeres y las niñas

En todo el mundo, el 6% de las mujeres declaran haber sido objeto de violencia sexual por parte de alguien que no es su marido o pareja. Sin embargo, es probable que la verdadera prevalencia de la violencia sexual fuera de la pareja sea mucho mayor, teniendo en cuenta el estigma particular relacionado con esta forma de violencia.

Quince millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas (violaciones u otros actos sexuales forzados) en todo el mundo. En la inmensa mayoría de los países, las adolescentes son el grupo con mayor riesgo de violaciones (u otro tipo de abusos sexuales) por parte de su esposo, pareja o novio actual o anterior. De acuerdo con los datos disponibles de 30 países, tan sólo un 1 por ciento de ellas ha pedido alguna vez ayuda profesional.

En el Medio Oriente y en África del Norte, entre el 40% y el 60% de las mujeres han experimentado acoso sexual en la calle. En el estudio multi país, las mujeres afirmaron que el acoso consistía principalmente en comentarios sexuales, persecución o seguimiento, o miradas fijas o morbosas. Entre el 31 y el 64 por ciento de los hombres dijeron haber realizado tales actos. Los hombres más jóvenes, los hombres con más estudios y los hombres que experimentaron violencia en su infancia eran más propensos a participar en el acoso sexual callejero.

Trata de mujeres

En 2018, de cada diez víctimas de trata de personas que se detectaron a nivel mundial aproximadamente cinco eran mujeres adultas y, en torno a dos eran, niñas. La mayoría de las víctimas de trata con fines de explotación sexual que se detectaron (el 92 %), eran mujeres. Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, la situación ha afectado de forma desproporcionada a las mujeres, a quienes se ha reclutado, a menudo en persona o en línea, con fines de explotación sexual, especialmente de explotación en apartamentos privados.

Violencia contra las niñas

Durante la última década, la tasa de matrimonios infantiles a nivel mundial se ha reducido. Asimismo, la proporción mundial de mujeres jóvenes de entre 20 y 24 años que se han casado antes de tener 18 años ha caído en un 15 %; de casi una de cada cuatro, cifra de 2010, a una de cada cinco en 2020. Como resultado de este avance, se han evitado los matrimonios infantiles de alrededor de 25 millones de niñas. Sin embargo, los profundos efectos de la pandemia suponen una amenaza para este avance. Debido a la pandemia, durante la próxima década hasta 10 millones adicionales de niñas podrían estar a riesgo de matrimonio infantil.

América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde no hay evidencia de progreso, los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años. La proporción de mujeres de entre 20 y 24 años que estaban casadas o mantenían una unión estable antes de cumplir los 18 años, en la región ALC alcanza a una de cuatro mujeres (25%). Esta prevalencia es superior a la tasa mundial, pero inferior a la de África Subsahariana y Asia Meridional.

La violencia de género en el ámbito escolar es un obstáculo muy importante para la escolarización universal y el derecho de las niñas a la educación. A escala mundial, 1 de cada 3 estudiantes de 11 a 15 años han experimentado acoso escolar por parte de sus compañeros o compañeras en al menos una ocasión durante el último mes. Las niñas y los niños tienen la misma probabilidad de experimentar acoso escolar. Si bien los niños tienen mayor probabilidad que las niñas de experimentar acoso físico, las niñas tienen mayor riesgo de experimentar acoso psicológico y reportan con más frecuencia que los niños, acoso por su rostro o su aspecto físico.

Mutilación genital femenina

Al menos 200 millones de mujeres y niñas, de entre 15 y 49 años, han sido sometidas a la mutilación genital femenina en 31 países donde se concentra esta práctica. La mitad de estos países están en África Occidental. Todavía hay países donde la mutilación genital femenina es casi universal; donde al menos 9 de cada 10 niñas y mujeres, de entre 15 y 49 años, han sido cortadas.

Violencia contra las mujeres y niñas en línea

Una de cada 10 mujeres de la Unión Europea afirma haber experimentado ciberacoso desde los 15 años. Esto incluye haber recibido correos electrónicos o mensajes SMS sexualmente explícitos no deseados y/u ofensivos, o insinuaciones ofensivas e inapropiadas en las redes sociales. El riesgo es mayor entre las mujeres jóvenes de 18 a 29 años.  Aunque esta es la mejor información de la que disponemos hasta el momento, es muy probable que el creciente alcance de Internet, la rápida difusión de la información por móvil y el uso generalizado de las redes sociales, especialmente desde el inicio de la pandemia de COVID-19, junto con la prevalencia ya existente de la violencia contra las mujeres y las niñas, hayan supuesto un mayor impacto en la prevalencia de las tasas de violencia contra las mujeres y las niñas motivada por las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).

En EE. UU., dos de cada diez mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años han experimentado acoso sexual en línea y una de cada dos ha recibido imágenes explícitas improcedentes. En Pakistán, el 40 % de las mujeres ha experimentado distintas formas de acoso por Internet. Durante la pandemia, las mujeres y las niñas han usado Internet con mayor frecuencia, si bien existe una brecha digital de género. Además, cuando las mujeres y las niñas tienen acceso a Internet, experimentan violencia en línea con más frecuencia que los hombres.

Violencia contra las mujeres en la política

En cinco regiones, el 82 por ciento de las parlamentarias reportó haber experimentado algún tipo de violencia psicológica durante su mandato. Esto incluye comentarios, gestos e imágenes de naturaleza sexista o sexualmente humillante, amenazas y acoso laboral. Las mujeres citaron que el canal más habitual por el que experimentaban este tipo de violencia eran los medios sociales, y cerca de la mitad (el 44 por ciento) reportaron haber recibido amenazas de muerte, violación, agresión o secuestro dirigidas contra ellas o sus familias. El 65 por ciento había sido objeto de comentarios sexistas, principalmente por parte de colegas hombres en parlamentos.

Pueden consultarse datos actualizados en la base de datos mundial de ONU Mujeres sobre la violencia contra la mujer de ONU Mujeres y el concentrador de datos “Women Count”."

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