1 de febr. 2020

el puerto del incienso




El nombre Hong Kong es en realidad una traducción fonética del nombre cantonés de la ciudad ( heung gong ), que literalmente significa "puerto fragante". Con los años, a Hong Kong se le han dado varios apodos. Ha tratado de renombrarse como la Ciudad Mundial de Asia. También se le ha llamado la ciudad vertical, por su densidad de rascacielos, pero el nombre que se mantuvo y ha persistido durante siglos es el de " Puerto Fragante”.

Los historiadores creen que "Fragrant  Harbour" fue un nombre inspirado en la importancia, en el pasado, de la ciudad como puerto comercial del incienso, en especial el obtenido de  la madera de agar,  conocida como "Rey del incienso".

Durante la dinastía Ming (1368–1644) y la primera parte de la dinastía Qing (1636–1912), las aldeas que rodeaban Hong Kong, ahora conocidas como Nuevos Territorios, se destacaron por la producción de incienso. La madera de agar fue enviada por barco desde el puerto de Hong Kong a las provincias de China, Asia e incluso hasta Arabia.

Debido a esta exportación, el puerto de Hong Kong fue llamado "el puerto del incienso" o "puerto fragante".  La historia cuenta que cuando los colonos británicos llegaron en la década de 1840 pudieron oler la maravillosa fragancia y el nombre se aplicó a toda la isla.

Antes de que los británicos invadieran Hong Kong en el siglo XIX, el área contaba con unos 7.500 habitantes. Estos aldeanos locales comenzaron a plantar árboles alrededor de Hong Kong, conocido como Aquilaria sinensis,  creyendo que estos árboles tenían un buen feng shui. Hasta el día de hoy, los practicantes de feng shui creen que la madera que se forma en estos árboles, la madera de agar, contiene energía especial y beneficiosa, que puede mejorar la suerte, la salud y el medio ambiente, especialmente cuando se quema como incienso para liberar su aroma purificador y su energía espiritual.

Los aldeanos descubrieron que cuando los insectos o el clima extremo atacaban los árboles, se podían proteger y curar con la oscura resina obtenida de la madera de agar, conocida como Cham Heong. Desde que en la isla existen árboles de madera de agar ha habido taladores furtivos de los mismos. Éstos llaman a la resina de estos árboles el “'oro negro del bosque” Los árboles de incienso también se han utilizado durante mucho tiempo en Hong Kong para rituales budistas y taoístas. Los fieles creen que la fragancia de la madera de agar puede inducir claridad, tranquilidad y evitar la mala suerte. Se usa para ofrendas, en meditación, escritura, canto y en otras ceremonias.

 Hoy en día, la resina a menudo se destila para crear aceite de oud, un aceite que se ha convertido en un ingrediente básico para perfumes de la gama alta. Sin embargo, debido a la deforestación y la tala furtiva, los árboles de madera de agar han disminuido considerablemente en número, especialmente en Hong Kong, restando casi extintos; quedan menos de 300 árboles en Hong Kong.


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