Companys de Vespres Literaris |
POEMAS
EL ENCUENTRO
El viento en el número negro la lluvia en el mármol
El predestinado cambio de jornadas anuales de la bondadosa primavera a la primavera benévola
A través de días, años y siglos marchamos tras el sol alto por las rocas, bosques de aquellos montes gelidos
Con un peso molesto sobre el pecho, con el alba en los ojos nos lanzamos temerarios al mar
amargamente azul oscuro
Y las trampas seductoras en los signos celestes en los musgos calientes y la brasa amarillenta del pan
Así nombramos cosas que nos rodean para que sean testigos de nuestros pasos en los límites de
esta realidad aguda
Que a la calurosa confianza responden enmudeciendo impasibles revelando
Nombrando preguntamos plantas preguntamos los pájaros ardientes llamamos las fieras de antaño
Y n esa fe con ese derecho fijamente los miramos a todos a la cara
Los paisajes del horizonte infinito rogamos suplicamos despertar del gelido silencio
Me sumerjo hasta llegar a los secretos de la corriente oscura del pasado.
Ebrios de la incertidumbre del porvenir de lo que pasará mañana
Llamamos ese estado de formas definidas a medias incluso a nuestro propio ser
Y solo en sueños vemos aquellas hojas nuestras doradas
Buscamos el tiempo y él sabe de nosotros como si no supiese nada
El tiempo que no se fija en ti en el precipicio sin fondo
En este cuerpo de voces el silencio a su pesar reina en el mundo
Vamos a dirigirnos con esa flor de silencio.
Vislumbrando el silencio de orígenes enmudeciendo
Definitivamente destruidas en la ciudad verde en medio de estas tierras
Apresados en nuestros propios huesos huéspedes de la tierra natal
Nos lanzamos a sus brazos con pasión amargados por su dulzura
Y no nos juntaremos nunca con la esperanza de nuestra ciudad.
Ya ninguna voz no se oía por el silencio impuesto en los orígenes
Solo la campana del sigilo de mi interior
Limpio del fuego vetusto con el peso del nuevo sentido
Como el viento a través del bosque de pinos oscuros
Como la lluvia atravesando los mármoles de la muerte
Y del cielo entreabierto ante nosotros
Con el eco hasta las estrellas
CON LA MANO EN ALTO
Con la mano en alto hasta lo infinito del cielo
Hablo por medio de los signos grandes
Todas las letras necesarias guardadas unidas hasta la tumba.
Que me detuvo en el movimiento doloroso
Para aumentar mi dolor
En el camino hacia Él
Parate
Dije al sol
Que me estaba quemando la nuca
Crece firmemente a la tierra.
Dije al día que se iba de nuevo
Dije firmamento a la tierra inmemorial burlona
morir al sabio
que arde en su llama
en su caminar a menudo
hacia mis brazos
todava sin pensar acordándose
decía sin pararme
a mi alrededor todo hervia
igual en su movimiento
no gira tras sí hacia Ti durando igual
de hecho todos encuentra su modo vano
y la palabra
dicha en este desierto
muda y hermética se marchita
solo mi grito perdura
fuerte como esta piedra, estable y duradera
EL JUSTO
Yendo por la tierra
Por noches y por días
Ha visto la envidia
Ha visto la enfermedad
Ha visto las heridas
Y pronunció la letra
Volviendo la cabeza hacia el cielo
Preguntando sobre el secreto
En el camino a la tumba
Preguntando sobre el secreto
Sobre el cielo
Y la pena de plomo
Y su habla han oído
Los que no tienen alma
Traducción: Dragan Becirovic
KOLO (círculo)
Mano a mano
puerto a puerto.
De la mano
dolor en el dolor.
La tierra se aprieta
cielo alto.
Oh, si yo fuera un pájaro
que soy un halcón.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada