ruta poética antonio machado, 1

fotografia de la família Machado
que va protagonitzar La Retirada

     Dissabte passat, 5 d'octubre, vam realitzar la tradicional ruta poètica que obre l'inici del curs. Aquest any, coincidint amb el nostre vintè aniversari, hem triat el poeta Antonio Machado i hem dividit la ruta en dues parts, realitzant el dissabte la primera d'elles.

    Abans d'encetar la crònica de la ruta, ens agradaria agrair a la Biblioteca Sofia Barat i, especialment a la seva directora, Miriam Saez Muñoz, cedir-nos un espai a la seva biblioteca on realitzar la presentació de la ruta, i totes les facilitats tècniques i personals que ens han fet possible el desenvolupament de l’acte.

Gràcies, gràcies infinites…

La Crónica:

Ruta virtual (realizada en la Biblioteca Sofia Barat)

    En esta primera parte de la ruta, no analizamos ni la vida ni la obra del poeta sevillano, sino que nos centramos en su compromiso intelectual y personal en defensa de la República agredida.

    Así, pudimos constatar que el poeta, por convicción y tradición familiar, fue un firme defensor de la idea republicana. Así, en una entrevista realizada en 1938 reflexiona:

    “Estudié en la Institución Libre de Enseñanza y tuve por maestros a Giner de los Ríos, Cossío y Salmerón, teniendo como condiscípulo a Besteiro. No es difícil, por tanto, deducir, que mi formación había de ser liberal y republicana, que por otra parte había de coincidir con la historia política de mis antepasados, ya que mi padre y mi abuelo eran republicanos fervorosos.”

    Leímos el poema “Al gran cero”, atribuido a su apócrifo Abel Martín, publicado en 1926 , en el volumen  “De un cancionero apócrifo" que contiene, en sus dos últimos versos, un presagio perturbador.

Al gran cero

Cuando el Ser que se es hizo la nada
y reposó, que bien lo merecía,
ya tuvo el día noche, y compañía
tuvo el hombre en la ausencia de la amada.

Fiat umbra! Brotó el pensar humano.
y el huevo universal alzó, vacío,
ya sin color, desubstanciado y frío,
lleno de niebla ingrávida, en su mano.

Toma el cero integral, la hueca esfera,
que has de mirar, si lo has de ver, erguido.
Hoy que es espalda el lomo de tu fiera,
y es el milagro del no ser cumplido,
brinda, poeta, un canto de frontera
a la muerte, al silencio y al olvido.

    Tampoco faltó el poema “El Crimen fue en Granada”, publicado el 17/10/1936 en la revista Ayuda. Seminario de la Solidaridad, órgano de Socorro Rojo Internacional, que escuchamos en la voz y la interpretación del recordado actor de doblaje barcelonés Pepe Mediavilla; 

 

o la despedida a su musa, “Guiomar”, en el poema “Otras canciones a Guiomar”, publicado en abril de 1936, dentro de la cuarta edición de sus “Poesías completas”, 

Otras canciones a Guiomar (fragmento)

V

Te pintaré solitaria
en la urna imaginaria
de un daguerrotipo viejo
o en el fondo de un espejo,
viva y quieta,
olvidando a tu poeta

VI

Y te enviaré mi canción:
“Se canta lo que se pierde”,
con un papagayo verde
que la diga en tu balcón

...en la cual, inexplicablemente se suprimieron estos versos:

Sé que habrás de llorarme cuando muera
para olvidarme y, luego,
poderme recordar, limpios los ojos
que miran en el tiempo.
Más allá de tus lágrimas y de
tu olvido, en tu recuerdo,
me siento ir por una senda clara,
por un “Adiós Guiomar”, enjuto y serio.

Villa Amparo, Rocafort

    Tras partir de Madrid el 14 de noviembre de 1936 con su familia, arriban a Valencia el día 26, instalándose en la Casa de la Cultura y, pocos días después, se trasladan a Villa Amparo, una pequeña villa sita en el pueblo de Rocafort, cercano a Valencia. De su estancia en Valencia, destacamos el escrito “Meditaciones del día”, que escribió para el festival organizado por Socorro Rojo Internacional en beneficio de las victimas del fascismo.

Meditaciones del día

"Frente a la palma de fuego
que deja el sol que se va,
en la tarde silenciosa
y en este jardín en paz,
mientras Valencia florida
se bebe el Guadalaviar
—Valencia de finas torres,
en el lírico cielo de Ausias March,
trocando su río en rosas
antes que llegue a la mar—,
pienso en la guerra. La guerra
viene como un huracán
por los páramos del alto Duero,
por las llanuras del pan llevar,
desde la fértil Extremadura
a estos jardines de limonar,
desde los grises cielos astures
a las marismas de luz y sal.
Pienso en España vendida toda de río a río,
de monte a monte, de mar a mar.

    Toda vendida a la codicia extranjera: el suelo y el cielo y el subsuelo. Vendida toda por lo que pudiéramos llamar —perdonadme lo paradójico de la expresión— la trágica frivolidad de los reaccionarios.

    Y es que, en verdad, el precio de las grandes traiciones suele ser insignificante en proporción a cuanto se arriesga para realizarlas, y a los terribles males que se siguen de ellas, y sus motivos no son menos insignificantes y mezquinos, aunque siempre turbios e inconfesables.”

    El último libro publicado por Antonio Machado, 1937- Espasa Calpe, lo título “La guerra”, edición ilustrada por su hermano José. De este libro nos dice María Zambrano.

    “Palabras paternales son las de Antonio Machado, en que se vierte el saber amargo y a la vez consolador de los padres, y que con ser a veces de honda melancolía, nos dan seguridad al darnos certidumbre. [.,.] La entereza con que el ánimo del poeta afronta la muerte le permite afrontar cara a cara su pueblo, cosa que solo un hombre en su entereza puede hacer. Porque es la verdad la que le une a su pueblo, la verdad de esta hombría profunda que es la razón última de nuestra lucha.”

    También destacamos las palabras de escritor y periodista ruso Ilya Ehrenburg, en carta dirigida a Miguel de Unamuno, y que da cuenta del compromiso del poeta:

    “El poeta Antonio Machado, lírico y filósofo, digno heredero del gran Jorge Manrique, está con el pueblo y no con los verdugos”

    

hotel Majestic

En abril de 1938, dada la situación de la guerra, arriba Antonio Machado, con toda su familia (desconocemos la fecha exacta) a Barcelona, concretamente al Hotel Majestic, para trasladarse, quince días más tarde (debido al ya precario estado de salud del poeta) a la Torre Castañer, en el Paseo de Sant Gervasi.

    En los ocho meses que el poeta permaneció en la ciudad apenas salió de sus estancias, sean las del hotel o las de la Torre Castañer; no obstante mantuvo una actividad intelectual frenética, colaborando en el periódico La Vanguardia con la serie de artículos “Desde el mirador de la guerra”. El total de artículos fueron 26, iniciando la colaboración el 16 de julio de 1937, cuando todavía residía en Rocafort, con el artículo “El poeta y el pueblo”, cerrando el ciclo el 06/01/1939, sin título.

    Los artículos de La Vanguardia son más políticos que literarios. Tan sólo hay algunas alusiones a Shakespeare o Rubén Darío, a los que estaba releyendo en ese momento. No debía de ser fácil escapar de la dinámica de la guerra, como puede verse en este dramático párrafo: 

    "Escribo a la luz de una vela, en plena alarma, y ​​son estas mismas aborrecibles bombas, que están cayendo sobre nuestros techos, las que me inspiran estas reflexiones".

En sus cuadernos, antes de partir escribió:

    "Esto es el final; cualquier día caerá Barcelona. Para los estrategas, para los políticos, para los historiadores, todo está claro: hemos perdido la guerra. Pero humanamente, no estoy tan seguro... Quizá la hemos ganado"

   El 22 de enero de 1939 Machado y su familia abandonan la ciudad, dejamos al poeta y su familia camino del exilio. En mayo del año que viene, en nuestra viaje conmemorativo,  proseguiremos su largo peregrinaje hacia el mar, hacia aquellos "días azules y el sol de la infancia".