El amigo, compañero y colaborador de este espacio Francisco Jesús Galindo, nos ha enviado un poema, que compartimos con
todos vosotros, en el que canta, añorándola,
la dulce ciudad de Granada.
AÚN SIN VERTE GRANADA…. AÚN SIN VERTE.
Aún sin verte Granada, aún sin verte….
Aún sin verte puedo imaginarte,
y esbozar tu esencia en los ecos de
las músicas del agua,
que con tanto celo los aljibes dormidos guardan….
Aún sin verte Granada,
imaginarte es escuchar tus ríos en su
hondo cantar,
y su palmoteo de mesura,
y el ritmo alegre de sus saltos y sus danzas,
por las celosías de hiedra
de tus valles encantados.
Hoy he vuelto a verte Granada,
aún sin verte,
a través de los afluentes cantarines
que endulzan mi asombro
con tus infinitas cascadas de
palabras,
que perfuman el aire con sus soplos
de corriente,
como murmullos de oratoria y de
timbal,
resonando en tu piedra milenaria,
y en las propias vértebras de tu alma
quebrada.
Aún sin verte Granada,
aún sin verte he logrado
comprenderte,
aprendiendo a quererte soñándote,
aprendiendo a acariciarte sintiéndome
caminante
sobre tus calles empedradas,
siendo uno más de tus nazaríes del
alma…
… solo eso, uno más y nada más.
Aún sin verte vuelo, vuelo… Granada,
vuelo por ti.
Como tú aprendí…. a volar,
y
cuan cometa de colores a subir a las estrellas,
como globo sin tiempo,
como esfera aerostática campante en
su vuelo libre
sobre torres y campanarios, minaretes
y mezquitas,
abadías, monasterios…
templos
que están mirando,
(allá donde el silencio clama)
tus manos de luz, tus ojos de luna,
…. y tantos versos por voces cantados.
Si Granada,
cantados Granada mía…
como se entona una nana,
como se pide un deseo,
como se sostiene un juramento,
…. Como se grita justicia,
como el eco de un beso suena,
… como el amparo se clama.
Granada, aún sin verte Granada,
puedo imaginarte en tu bondad sin
cadenas,
insumisa,
liberada de toda intolerancia,
sin dueños ni miedos,
generosa,
defendiendo lo que amparas,
que cobijas y socorres.
Fue el viento,
un día me lo reveló aquel viento
envuelto
en el frio mantón de tus cumbres cercanas,
que tú, Granada….que tú lo eres todo
porque también eres madre… de la vida
enamorada.
Granada, aún sin verte,
Puedo imaginarte,
porque aprendí a quererte….
Soñándote.
Francisco Jesús Galindo Sánchez.
Sanlúcar de Barrameda, a 6 de enero de 2017
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