monumento a Jorge Manrique, Segura de la Sierra, Jaén |
“«¡Recuerde el alma dormida!»,
así empieza uno de los mayores poemas castellanos, que es la primera
inspiración de este libro, porque es también un homenaje a la memoria y a la
vida de un padre ejemplar. Lo que yo buscaba era eso: que mis memorias más
hondas despertaran. Y si mis recuerdos entran en armonía con algunos de
ustedes, y si lo que yo he sentido (y
dejaré de sentir) es comprensible e identificable con algo que ustedes también
sienten o han sentido, entonces este
olvido que seremos puede postergarse por un instante más, en el fugaz reverberar de sus neuronas, gracias a los ojos, pocos o muchos, que alguna vez se detengan en estas letras.”
Héctor Abad Faciolince
El olvido que seremos
Seix Barral, 201022
Páginas: 274
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