Robert Antelme nació en Córcega en 1917. Al estallar la Segunda Guerra Mundial entró en la resistencia contra la ocupación
alemana. Militante comunista, se casó con la escritora Marguerite Duras, de la
que se divorció en 1947. Detenido por la Gestapo en 1944, estuvo en varios campos de
concentración: Dachau, Buchenwald y Gandersheim, del cual fue liberado al final de
la guerra.
Al regresar a Francia, comenzó a escribir sus
memorias de su paso por el infierno de
los Lagers: “La especie humana”, publicada en 1947.
En 1985, Marguerite Duras publicó “El Dolor”,
que narra la espera y la búsqueda de información para conocer el destino de Robert
Antelme.
“La especie humana” narra la experiencia
personal de Antelme en los campos de concentración nazis. El relato de un “horror peor que la muerte”.
El relato discurre en dos planos: el
material de la miseria, el frío, el
cansancio, el hambre, la suciedad, la enfermedad y la muerte; y el moral de lunos hombres que quieren erradicar
todo lo humano de otros hombres.
“En Gandersheim no había cámara de gas, ni
crematorio. El horror ahí es oscuridad, falta absoluta de referencias, soledad,
opresión incesante, lento aniquilamiento. El resorte de nuestra lucha no habrá
sido más que la reivindicación enloquecida, y casi siempre solitaria por sí
misma, de seguir siendo, hasta el final, hombres. (…)
El rostro de Jacques ya no es el mismo que
conocimos cuando llegamos aquí. Está chupado y surcado por dos anchas arrugas y
dividido por una nariz puntiaguda como la de los muertos. Nadie sabe allá, en
su hogar, la rareza que podría encubrir este rostro. Allá miran siempre la
misma fotografía, fotografía que ya no es de nadie. Nos transformamos. La cara
y el cuerpo van a la deriva, los lindos y los feos se confunden. (…)
Hace dos años, durante los primeros días que
siguieron a nuestro retorno, fuimos todos presas de un verdadero delirio.
Queríamos hablar. Ser escuchados al fin... traíamos con nosotros nuestra
memoria, nuestra experiencia viva aún, y sentíamos el deseo frenético de
decirla tal cual era. Y sin embargo ya desde los primeros días nos parecía
imposible colmar la distancia que íbamos descubriendo entre el lenguaje del que
disponíamos y esa experiencia que seguíamos viviendo casi todos en nuestros
cuerpos. ... Era imposible. Apenas comenzábamos a relatar nos sofocábamos. A
nosotros mismos lo que teníamos para decir empezaba a parecernos
inimaginable... Estábamos efectivamente frente a una de esas realidades de las
que se dice que sobrepasan la imaginación. Quedaba claro entonces que sólo por
elección, es decir, una vez más gracias a la imaginación podríamos intentar
decir algo. "
Robert Antelme
Marguerite Duras
«Ha
escrito un libro sobre lo que cree haber vivido en Alemania: La especie humana. Una vez escrito, hecho,
editado el libro, no ha hablado más de los campos de concentración alemanes.
Nunca pronuncia esas palabras. Nunca más. Nunca más tampoco el título del
libro.»
Marguerite Duras
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