Cuando se llevó a cabo la exposición
"Cuando colgaron los cuadros en el salón enorme a los más importantes les pusieron una lucecita para que sobresalieran y vi que casi todos mis cuadros estaban iluminados y firmados Yuna Riglos pero lo de Riglos fue un invento del profesor porque el apellido de mi papá es López y cuando la señorita mayor leyó Riglos creo que se olvidó del motivo pintado y vino a preguntarme si era de los Riglos emparentados con los… no me acuerdo quiénes y yo le dije que me llamaba Yuna López y lo de Riglos corría por cuenta del profesor y la señorita exclamó ah… y se alejó como para observar otro cuadro y al ratito la vi salir y pensé que ya no volvería y cuando el profesor vino a decirme que cuando me preguntaran si me apellidaba Riglos lo afirmara pero ya era tarde porque la señorita que me preguntó ya sabía la mentira pero mis trabajos serían apreciados, pensé, aunque me apellidara López y no le dije nada al profesor pero bajó varios tramos en el afecto respetuoso que yo le profesaba.
La exposición duró una semana y me compraron diez cuadros pero noté frialdad hacia mi persona no sé si frialdad pero algo semejante que me dejaba entrever que nunca me integrarían en el grupo lo cual significó alivio porque yo necesitaba mis tiempos para estudiar y pintar que para otra cosa no servía ni para desatar un nudo o destapar una botella.
Por suerte los diarios se hicieron eco del acto y aunque no me di cuenta algún fotógrafo sacó mi foto que apareció en el diario junto a mi obra "Decepción".
"Decepción" es un trazo largo color humo que cae en un lago lleno de plumas y pétalos de rosa y el fondo muestra una tonalidad rojo desvaído y en mi sentimiento significa un pasaje de Hamlet, el de Ofelia ahogándose en el lago.
Cuando describo mis obras hablo como una artista pero para mis adentros de otra manera desdoraría el significado de lo que quise dar a luz.
Después participé en otras exposiciones más importantes y adopté el seudónimo Riglos es decir Yuna Riglos y el profesor siempre me acompañaba y una vez me prometió viajar a Europa si las cosas venían bien aunque todavía espero ir a Europa pero sola porque he llegado a la conclusión de que es mejor entenderse con una misma pero nunca dejaré de reconocer cuánto le debo al profesor porque no soy ingrata que es lo peor que puede ser una persona además de egoísta y envidiosa y con personas así me he chocado a cada paso pero qué culpa tengo yo de ser tan brillante en el arte de la pintura y estoy segura de serlo porque un señor me calificó de la Pettoruti actual y visité exposiciones de ese pintor y quedé maravillada.
El profesor que es mi apoderado me dijo que si sigo vendiendo dentro de dos o tres años podré comprarme un departamento pequeño pero que no es bueno crecer en dependencia de la familia o como él que a los cuarenta y tantos años carece de vivienda propia.
Compro libros de plásticos y me enamoro de Picasso y de los franceses puntillistas y he decidido que cuando pueda viajaré a París para visitar el Louvre. Por ahora, mis diecinueve años me detienen en la casa de mamá que pronto va a jubilarse del magisterio y a veces se queda sentada en el patio mirando caer la tarde y yo sé que recuerda a papá que nunca volvió y capaz que ha muerto o vaya una a saber qué…
Mis actividades consiguen que logre modular mis conversaciones con fluidez no del todo pero si sigo así y leyendo libros todas las noches dejaré de ser diferente aunque lo dudo y no me importa. Hay un muchacho que me mira y anda en bicicleta no muy bien vestido se nota que es pobre y que trabajará de albañil o de pocero digo esto por las manchas de su ropa y la tosquedad de sus manos… pero es tan buen mozo y cuando me mira los ojos le brillan y son de color miel y se parece a Gary Cooper en la película A la hora señalada y yo lo espero pasar rodando con la bicicleta y si voy a Bellas Artes trata de acercarse y me dice chiquita pero preciosa y esa noche pinto más de la cuenta sin cansarme porque tal vez estaré enamorada pero nunca lo diré y menos a Petra que me contó asquerosidades y va a reírse de mí o creerá que yo practico el acto sexual… nunca, jamás nadie sabrá lo del muchacho flaco de la bicicleta porque lo que puede ocurrir entre un hombre y una mujer es asqueroso y yo nunca podría soportarlo. De ahí que cambiaré de calle para evitar al flaco de la bicicleta porque recuerdo lo que decía mi abuela la madre de mi mamá que está muerta y decía el hombre es fuego la mujer estopa viene el diablo y sopla y de acuerdo a lo inflamable que es la estopa lo demás ya está dicho y sé que lloraré si puedo a la noche porque lo que digo cumplo y cumpliré no ver más al flaco de la bicicleta. Pero en una tela pintaré el fulgor de su mirada que es una belleza como nunca más veré… y bueno… así son las cosas y la fatiga por lo que ustedes saben me obliga a dejar la escritura pero después vuelvo."
Las primas
Aurora Venturini
Tusquets editores, 2021
páginas 98-102
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