"—Disculpe, Caballero —dijo
Ignatius—. ¿Venden ustedes al detall?
Los ojos acuosos del viejo se
volvieron hacia el enorme visitante.
— ¿Qué quiere usted?
—Me gustaría comprar una de sus
salchichas. Tienen un aroma delicioso. Quería saber si me vendía usted una.
—Desde luego.
— ¿Puedo elegirla? —pregunto
Ignatius, asomándose al borde de la olla.
Las salchichas silbaban y
bailaban en el agua hirviendo como paramecios artificialmente coloreados,
vistos desde un gigantesco microscopio. Ignatius se llenó los pulmones de aquel
aroma amargo y picante.
—Me imaginaré que estoy en un
restaurante elegante y que esto es la charca de las langostas.
—Tomé, sáquela con este tenedor
—dijo el hombre, entregándole a Ignatius una especie de lanza doblada y
corroída—. Y procure no tocar el agua con las manos. Es como acido. Fíjese como
ha dejado el tenedor.
—Caramba —dijo Ignatius al
viejo, después de haber dado el primer mordisco—. Son fuertes, eh. ¿Qué
ingredientes tienen?
—Caucho, cereal, tripa. ¿Quién sabe?
Yo no me atrevo a comerlas, la verdad.
—Resultan curiosamente
atractivas —dijo Ignatius, carraspeando—. Me pareció que las vibrisas de mi
nariz detectaban algo único cuando pasaba por ahí fuera.
Ignatius masticaba con una
ferocidad beatifica, estudiando una cicatriz que tenía el viejo en la nariz y
oyéndole silbar.
— ¿Eso que silba es de
Scarlatti? —pregunto al fin.
—Bueno, yo creo que es Turkey in
the Straw.
—Tenía la esperanza de que
conociese usted la obra de Scarlatti. Fue el último músico —añadió Ignatius,
reanudando su furioso ataque a la gran salchicha—. Con sus evidentes dotes
musicales, podría dedicarse usted a algo de más mérito.
Ignatius siguió masticando mientras
el viejo reanudaba su monótono silbar. Luego, dijo:
—Sospecho que piensa usted que
Turkey in the Straw es algo auténticamente norteamericano. Pues bien, no lo es.
Es una abominación discordante.
—No me parece que eso tenga
mucha importancia.
— ¡Tiene muchísima, caballero! —chilló
Ignatius—. Venerar cosas como Turkey in the Straw es la raíz misma de nuestros
problemas actuales.
—¿Pero de dónde demonios sale usted? ¿Qué quiere?
—¿ Cual es su opinión sobre una
sociedad que considera Turkey in the Straw como uno de los pilares de su
cultura?
— ¿Quién piensa eso? —pregunto
el viejo irritado.
—Todo el mundo. Sobre todo los
cantantes populares y los profesores de tercer grado. Hay hoscos pregraduados y
párvulos que están cantándolo siempre, como hechiceros. —Ignatius eructo—. Creo
que tomaré otra de esas deliciosas salchichas."
La conjura de los necios
John Kennedy Toole
pág 152-153
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