“O pai de Migueliño chegaba das Américas e o rapaz non cabía de gozo no seu
traxe festeiro. Migueliño sabía cos ollos pechados cómo era o seu pai; pero
denantes de saír da casa botoulle unha ollada ó retrato.
Os "americanos" xa estaban desembarcando. Migueliño e a súa nai
agardaban no peirán do porto. O corazón do rapaz batíalle na táboa do peito e
os seus ollos esculcaban nas greas, en procura do pai ensoñado.
De súpeto avistouno de lonxe. Era o mesmo do retrato ou aínda mellor
portado, e Migueliño sinteu por el un grande amor e canto máis se achegaba o
"americano", máis cobiza sentía o rapaz por enchelo de bicos. ¡Ai!, o
"americano" pasou de largo sen mirar para ninguén, e Migueliño deixou
de querelo.
Agora si, agora si que o era. Migueliño avistou outro home moi ben traxeado
e o corazón dáballe que aquel era o seu pai. O rapaz devecíase por bicalo a
fartar. ¡Tiña un porte de tanto señorío! ¡Ai!, o "americano" pasou de
largo e nin tan siquera reparou que o seguían os ollos angurentos dun neno.
Migueliño escolleu así moitos pais que non o eran e a todos quixo
tolamente.
E cando esculcaba con máis anguria, fíxose cargo de que un home estaba
abrazando á súa nai. Era un home que non se parecía ó retrato; un home moi
flaco, metido nun traxe moi floxo; un home de cera, coas orellas fóra do cacho,
cos ollos encoveirados, tusindo...
Aquel si
que era o pai de Migueliño.”
Del libro
"Cousas" de Castelao
Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao nació en el pueblo
marinero de Rianxo, al sur de la provincia de A Coruña, el 30 de enero de 1886
y falleció en Buenos Aires el 7 de enero de 1950. Además de ser médico,
dibujante, pintor, político y escritor, es considerado uno de los padres del
nacionalismo gallego.
Sus padres fueron Manuel
Rodríguez Dios, un marinero que se dedicaba a hacer velas para barcos, y
Joaquina Castelao Genme. De 1895 a 1900 vivió en tierras argentinas donde
descubrió el valor de la caricatura leyendo el semanario satírico Caras y caretas. Al regresar su familia
a Galicia estudió pintura en la Escuela de Artes y Oficios de A pobra do
Caramiñal y luego cursó Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela.
En sus años universitarios se
incrementó su interés por el dibujo y la pintura y en especial por la
caricatura realizando su primer álbum Autocaricaturas.
Tras hacer un curso de doctorado
en Madrid entre 1909 y 1910 se especializó en obstetricia y se instaló en su
Rianxo natal para ejercer la medicina colaborando en numerosas publicaciones
periódicas, como Mi Tierra, Galiza Moza o La Tribuna Literaria con sus caricaturas satíricas y críticas que
le dieron gran popularidad. Fundará la revista O Barbeiro Municipal como respuesta a las represalias políticas del
cacique local Viturro. Empieza así a significarse su profundo compromiso con
las clases más desfavorecidas.
Un desprendimiento de retina lo
dejó ciego en 1914, pero recuperó la vista tras ser operado. Participó en 1915
en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid donde obtuvo una tercera
medalla por el tríptico Contos de Ciegos,
una obra basada en La parábola de los
ciegos de Brueghel.
Al año siguiente, en 1916,
obtuvo por oposición una plaza en la delegación de Pontevedra del Instituto
Geográfico Estadístico, instalándose en esa ciudad de cuyo Instituto fue
profesor auxiliar de Dibujo durante varios
años. Coincide entonces con otros galleguistas e intelectuales con los
que pondrá en marcha lo que será el futuro Museo de Pontevedra. Su labor
docente le inspirará obras posteriores como Rolda de nenos, compuesta en el exilio en 1943.
A partir de 1918 empezó a
colaborar en el diario madrileño El Sol
y poco después asumió la dirección artística de la revista Nós , muy influyente en la vida política y cultural de Galicia
entre 1920 y 1936. Se integra en las Irmandades
da Fala, una asociación que promovía la presencia del gallego en la
enseñanza y en la administración.
El 15 de abril de 1920, cuando
tenía 34 años, y siendo auxiliar de Dibujo en el Instituto General y Técnico de
Pontevedra solicitó a la JAE una pensión para hacer estudios de agua-fuerte,
litografía y grabado por un año en Francia, Bélgica, Alemania e Inglaterra. La JAE le concedió una pensión de nueve meses,
en los que visitó los Museos de París, Bruselas, Gante, Brujas, Amberes, Berlín
y Múnich. Acudió a las Exposiciones individuales y colectivas abiertas en
dichas poblaciones. Estudió las razones del Cubismo y Orfismo en París, así
como el Expresionismo en Alemania. Aprendió la técnica del grabado en madera en
Múnich y, en general, se interesó por todas las manifestaciones modernas del
arte.
Disponemos asimismo de un relato
detallado de las experiencias de Castelao durante esos meses gracias al diario
que escribió, publicado parcialmente en la revista Nós y que apareció como
libro póstumo en 1977 con el título de Diario
1921. En él da cuenta de las principales corrientes artísticas
vanguardistas europeas, sirviéndole el viaje para reafirmarse en su convicción
de la necesidad de construir un arte y una cultura propia en Galicia. Su
conocimiento de la revista Simplicissimus en Múnich le dejó
fascinado y le convenció de la importancia de la caricatura, a la que consideró
como el arte supremo por su carácter reflexivo.
Al regreso de ese viaje europeo
comenzó a publicar los dibujos Cousas da
Vida en el semanario Galicia. Se
convertirán en el testimonio del día a día de las clases trabajadoras gallegas.
Marineros, campesinos y obreros usarán la frase “Son cousas da vida por Castelao” para comentar cualquier suceso o
anécdota.
También participó en el Centro
de Investigaciones Históricas de Pontevedra efectuando indagaciones,
excursiones y trabajos de campo para la localización de petroglifos, y a
estudiar y dibujar los “cruceiros”.
El 3 de enero de 1928 murió su
hijo Alfonso cuando tenía 14 años. Pocas semanas después -el 19 de febrero-
solicitaba una nueva pensión a la JAE. En esta ocasión mostró interés en
trasladarse a la Bretaña francesa por cuatro meses para hacer un estudio
comparado de los cruceros bretones y gallegos. En su solicitud exponía que
desde hacía cuatro años dedicaba gran parte de su labor a dibujar cruceros
gallegos y que, no existiendo ningún estudio serio de tan importante
manifestación del arte popular, deseaba efectuar un estudio de los cruceros
existentes en la comarca de Pontevedra e iniciar el de los de la región
gallega. Y aducía que para llevar a
efecto el mencionado trabajo deseaba conocer las cruces de piedra y los
calvarios que existían en los departamentos franceses de Bretaña por la
semejanza que tenían con los cruceros gallegos, así como a quienes habían
trabajado sobre ese asunto.
La Junta le concedió nuevamente
una pensión de cuatro meses para hacer ese estudio en el que le acompañó su
mujer. El principal resultado de su
viaje de estudios a Bretaña fue la publicación en mayo de 1930 del libro As Cruces de Pedra na Bretaña con
numerosas ilustraciones. Interesado en proseguir esa línea de investigación
solicitó el 7 de febrero de 1930 desde Pontevedra una nueva pensión de tres
meses para conocer las cruces de piedra que se guardaban en los Museos de
Inglaterra e Irlanda. Pero en esa ocasión la solicitud fue rechazada.
Proclamada la Segunda República
fue elegido diputado como galleguista independiente y participó en la
constitución del Partido Galleguista. Miembro de la Real Academia Gallega desde
1933 fue confinado en Badajoz en noviembre de 1934 tras la sublevación de
Asturias del mes anterior. Durante su estancia en Extremadura escribió para el
periódico A Nosa Terra una serie de
artículos con el título de Verbas de
chumbo (Palabras de plomo) que posteriormente constituirían la introducción
de su obra Sempre en Galiza,
considerada la obra más significativa del nacionalismo gallego. Su destierro
finalizó el 6 de septiembre de 1935 tras unas gestiones del nuevo ministro de
Gobernación el político gallego liberal Mauel
Portela Valladares, con quien había colaborado en el libro que este
publicara en Barcelona en 1932, Unificación
y diversificación de las nacionalidades.
En las elecciones de febrero de
1936 fue nuevamente elegido diputado en la candidatura del Frente Popular. En
las semanas siguientes participó activamente en la campaña por el sí al
Estatuto de Autonomía de Galicia, que fue aprobado en plebiscito el 28 de junio
de 1936. Al iniciarse la guerra civil, tras la sublevación militar del 18 de
julio de 1936, se encontraba en Madrid, trasladándose a Valencia a finales de
1936 y posteriormente a Barcelona. Publicó sus álbumes Galicia mártir y Atila en
Galicia, en los que denunció los excesos de las tropas sublevadas en
Galicia. En 1938 viajó en misión oficial a la URSS, invitado como artista a la
celebración del Primero de Mayo. Luego se exilió a Nueva York donde editó el
álbum Milicianos, dedicado a los
civiles que combatieron a los militares sublevados en los primeros meses de la
guerra civil. En 1939, tras visitar Cuba, trabajó en el álbum Debuxos de Negros, una serie de dibujos
que mostraban escenas de la música, la cultura y la discriminación que sufría
la población de color tanto en Cuba como en Estados Unidos. En reconocimiento a
su lucha antirracista fue nombrado presidente de honor de la Federación Mundial
de Sociedades de Negros.
A partir de julio de 1940 se instaló en Buenos
Aires. Impulsó el Consejo de Galicia, creado en 1944 en Montevideo, que
agrupaba a los diputados gallegos en el exilio, y lo presidió hasta su muerte.
Fue ministro sin cartera del gobierno republicano en el exilio presidido por José Giral (1946-1947), estableciéndose
en París donde vivió hasta agosto de 1947. Falleció el 7 de enero de 1950 en el sanatorio
del Centro Gallego de Buenos Aires, siendo enterrado en el cementerio de La
Chacarita. La Dirección General de Prensa del gobierno de la dictadura
franquista dio las siguientes instrucciones a los medios de comunicación de
cómo tratar la noticia:
"Habiendo fallecido en
Buenos Aires el político republicano y separatista gallego Alfonso Rodríguez
Castelao se advierte lo siguiente: La noticia de su muerte se dará en páginas
interiores y a una columna. Caso de insertar fotografía, esta no deberá ser de
ningún acto político. Se elogiarán únicamente del fallecido sus características
de humorista, literato y caricaturista. Se podrá destacar su personalidad
política, siempre y cuando se mencione que aquella fue errada y que se espera
de la misericordia de Dios el perdón de sus pecados. De su actividad literaria
y artística no se hará mención alguna del libro "Sempre en Galiza" ni
de los álbumes de dibujos de la guerra civil. Cualquier omisión de estas
instrucciones dará lugar al correspondiente expediente".
Sus restos fueron trasladados de
nuevo a Galicia en 1984, y ahora descansan en el Panteón de Gallegos Ilustres,
en el monasterio de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela.
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